A principios del siglo XX, en un pueblecito perdido entre las montañas, conocido con el nombre de Buwal River, se cruzaba el hermoso y caudaloso río Nilotus. Desde hacía poco tiempo un impresionante puente, se había construido para permitir el paso de los trenes que recorrían el país de norte a sur. El Nilotus era así mismo una importante vía de tráfico de barcos de mercancías que daban riqueza al lugar. El puente por el que circulaban los 10 trenes que cada día, a horas, a veces imprevistas, - debido a los retrasos y problemas técnicos o de circulación - era levadizo, para no interrumpir la circulación de los barcos mercantes. Un experto profesional, se encargaba todos los días, desde hacía 20 años, de sincronizar el paso de barcos y trenes, de modo que nada se viera afectado.
En Buwal River, vivía una familia entregada a la convivencia con sus vecinos y familiares, así como a la vida en la naturaleza, no conocían la ciudad, ni nunca se les ocurrió cambiar el pueblo por la urbe, pese a que les llegaba información de que allí la vida era muy diferente.
El Padre, de nombre Wadela y la Madre de nombre Maddy, tenían un precioso hijo de tan sólo 6 años, llamado Kerebe. Era un niño especialmente alegre y travieso, pero también notablemente responsable. Le encantaba jugar con los animales, a veces era tan arriesgado, que llevaba varias lesiones producidas por esos torpes juegos a los que se entregaba.
Maddy, era una mujer muy tradicional, sencilla pero muy exigente con todo lo que tenía relación con la familia y el hogar. Disfrutaba viendo feliz a su hijo. Había sido un hijo muy deseado, le costó muchos meses quedar embarazada. Incluso llegó a creer que jamás podría ser madre. Había llorado mucho por ello, y gracias a la fe que puso, finalmente lo logró. Cuando nació Kerebe, se sintió la mujer más feliz del mundo. Amaba a su hijo con tanta pasión que supo que una madre sería capaz de dar su vida por él.
Su marido, Wadela, fue el hombre más orgulloso de la tierra. Si Maddy no le hubiera dado hijos, estaba convencido de que su vida estaba a su lado, con o sin ellos, por tanto, tenía claro que su amor por ella estaba muy por encima de ser o no ser padres. Siempre la tranquilizó diciéndole que si no criaban un hijo o una hija, sus vidas iban a tener otro sentido y que ese sentido lo encontrarían a lo largo del tiempo, pese a todo.
Wadela, era el responsable de la logística de la elevación y descenso del puente. Él era el profesional que todos los días, trabajaba muy atento a que todo fluyera para que no hubiera percances entre los viajeros por agua y por tierra.
Comunicado con otros puntos de control, y con un nuevo sistema de automatismos que le permitía hacer su tarea más sencilla, de forma precisa, daba a los mandos que elevaban el puente, para que los barcos circulasen y hacía descender el puente, para que los trenes también llegaran a su destino.
A menudo Kerebe, al salir de la escuela, se acercaba al puesto de trabajo de su padre, le encantaba ver los barcos navegando, desde ese lugar tan elevado, en el que la visión era mucho mayor que desde la planicie. Oteaba el horizonte, intentando percibir la máquina del primer tren de la tarde que debía estar acercándose.
Tras la experiencia, Wadela, ya había hecho los cálculos mentales para que la sincronicidad se diera, pues a aquella hora de la tarde se producía un hecho algo complicado. Solían coincidir en el tiempo un gran barco de mercancías, con uno de los trenes de pasajeros que viajaban desde miles de quilómetros de distancia.
Aquel día, como siempre ocurría, avisó al puesto de control de tráfico ferroviario, ordenando que retuviera el avance del tren cinco minutos, debido a que se estaba produciendo un retraso con el barco. Según le habían comunicado desde el puesto policial, que le informaba de los acontecimientos, las mercancías habían sido retenidas en el puerto por cuestiones de salubridad. Aun así, el barco ya había partido y estaba a unos minutos de cruzarse por Buwal River.
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La Historia de Kerebe
SpiritualSINOPSIS La Historia de Kerebe es un breve ejemplo de como la vida se reorganiza, cuando el caos por una experiencia vivida nos afecta. En este relato puede verse como todo mantiene un perfecto orden que se va haciendo consciente conforme la realida...