Era como la nieve al sentir al sol.
Como un vaso de cristal al caer.
No era fácil de dañar.
Pero poco a poco la hicieron frágil.
Ella no quería hundirse.
Sin embargo, todo(s) lo hacían.
Ella se convirtió en lo que no quería.
Le hicieron convertirse en oscuridad.
Nada la animaba, nada la ayudaba,
se veía rota.
Ella lloraba cuando nadie la escuchaba.
Cuando nadie la veía.
Ella era pálida, con ojeras moradas,
aún así conservaba aquel brillo en los ojos.
Ella pensó que era lo único que le quedaba.
Ella podía rozar el cielo cuando estaba bien,
pero las fuerzas le fallaban.
Ella sabía que era fuerte.
Ella no quería caer.
Ella salió, una vez más, cuando nadie más estaba.

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Ella.
RawakHola a todas aquellas personas que me están leyendo en este momento. Estas son mis sinceras palabras, que me salen desde un pequeño rincón de mi persona.