ella era[mos]

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ella era la noche,
con la piel fría y el alma ennegrecida,
con los ojos rojos y las manos destruidas;

yo era el día,
con la piel tibia y el alma entumecida,
con los ojos claros y las manos blanquecinas;

eramos los opuestos que se atraían,
y a la luz de las velas se querían,
los polos opuestos que admiraban,
como los amores de antes duraban, mientras que el de ellos poco a poco terminaba;

eramos,
o eras tú y yo,
¿no lo recuerdas?
las dos estabamos jurando un amor enterno que tendía de una cuerda.

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⏰ Última actualización: Feb 15, 2016 ⏰

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