- Mira, sabes que cuentas con mi apoyo. Pero tarde o temprano se darán cuenta y ahí ¿Que harás?.
- Si tienes razón. Pero no podre decirle a Ezequiel.
- Y ¿eso porque? - dice con el ceño fruncido.
- Porque el estará fuera de la ciudad por unas semanas.
- Ok - suspira - y ¿va a estar ese día no?.
Sabía a que día se refería, iba a cumplir un año de noviazgo con Ezequiel así que como siempre hacemos nuestro aniversario, pero esta vez lo haríamos especial.
- Si va a estar en ese día.
- De acuerdo.
- Ya me tengo que ir porque te veo ocupada y yo voy a ocuparme con las cosas por el aniversario.
- Si esta bien - se acerco a mi y me abrazo.
- Cuida a Sebuel - dije. Y ella soltó una risa.
- Y tú cuida a ese modelo que tienes como amigo.
- Si lo haré - me despedí de Cloe y fui por Alek.
Él estaba platicando con Sebuel.
Me acerque a ellos.
- Alek - él me miro - ya es hora de irnos.
- Fue un gusto conocerte Sebuel y a ti también Raúl - dijo y se acercó conmigo.
Nos fuimos.
- Oye vamos a ocuparnos hoy - dije
- Y ¿Con que?
- Con unos preparativos para un aniversario ¿me ayudas?
Sonrió como un niño pequeño.
- Me encantaría.
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- Lo que vamos a hacer es probar los pasteles, y si nos gusta a los dos lo compramos ¿ok?.
Estábamos en una pastelería, obvio ¿no?
Nos sentamos había muchas rebanadas de pasteles. En toda la mesa. Creo que voy a engordar.
El primer pastel era de tres leches lo probamos a los dos no nos gusto hicimos gestos muy graciosos.
El segundo era de chocolate pero para ser mi sabor preferido tenia demasiada azúcar.
El tercero fue de vainilla casi no sabia a nada. Así que igual que los otros pasteles lo descartamos.
Y así nos la pasamos comiendo pasteles muchos no nos gustaron hubo uno que me gusto pero a Alek no le gusto, y viceversa.
El ultimo pastel, Dios que llena estoy, lo probamos y nos encanto no era de tres leches, y eso en lo personal no me gustan los de tres leches.
Este pastel en serio era de vainilla y estaba delicioso. Y ese fue el pastel que elegimos.
Salimos de la pastelería.
Estuvimos riéndonos en todo el camino. Llegamos al último lugar para irnos ya a casa.
La Florería a elegir las flores.
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- No se cual de las dos elegir - dije
- ¿Cuales?
- Están las orquídeas y las rosas blancas.
- Y ¿Cuales te gustan más?
- Las rosas blancas pero las orquídeas...
- Entonces compra esas. - me interrumpió
Tiene razón es para llevar algo que a mi me guste aunque sea mi aniversario él también llevará algo que le guste.
- Gracias - dije y le dedique una de mis sonrisas.
- De nada.
- ¿Y ya eligieron las flores que van a llevar? - dijo una empleada.
- Si - dije.
Fuimos a pagarlas.
La misma empleada se acerco a Alek y a mí.
- ¿Es para su aniversario? - dijo ella
- No el no es mi novio. - dije - solo es un amigo.
Alek asintió muy sonriente.
- ¿Sales con chicos o chicas?
- Con ambos. - sonrió.
No podía creer que la empleada creyera que el era bisexual.
Y tampoco pude creer que el le respondiera así tengo que enseñarle como debe de hablar.
Ahora si podíamos ir a casa.
Alek me ayudo a cargar el pastel y yo cargaba las rosas.
Llegamos a casa que cansada estaba.
Lo primero que hice fue dejar las flores en la mesa y tirarme en el sofá de la sala. Hizo lo mismo Alek.
- Estoy muy cansada - dije.
- Y ¿Que quieres hacer?
- Yo cambiaría la pregunta Alek lo que no quiero hacer es salir.
- De acuerdo. ¿Recuerdas cuando eramos niños ibas a cumplir los ocho años y estabas muy agotada?
- Si lo recuerdo muy bien me sentía agotada por el equipo de fútbol.
- Si lo sé ¿Y sabes que fue lo que hice para que no te sintieras así?
- No ahí ya no me acuerdo.
Sonrió maliciosamente como la última vez que me mojo.
- Pues esto hice - me hizo cosquillas. No paraba de reír
Me levante lo mas rápido que pude para que dejara de hacerme cosquillas. Lo malo es que él era el mas rápido de los dos.
Me volvió a atrapar y nos caímos al suelo y siguió haciéndome cosquillas.
Para mi mala suerte mi debilidad eran las cosquillas.
- Alek... Para - dije entre risas.
- No no pararé.
Agarre un cojín chiquito y le di en la cabeza. Paro de hacerme cosquillas. Se levanto y yo me levante agarro un cojín chiquito.
- ¡PELEA DE ALMOHADAS! - me lanzo el cojín y yo igual.
Seguimos riéndonos, hasta me dolía el estómago de tanto reír.
Me agarra otra vez y me pone en el sofá, y agarra otro cojín y yo igual y seguimos jugando.
No nos dimos cuenta que alguien había entrado a la casa.
- ¿QUIEN ES ÉL? - paramos al escuchar esa voz.
Y era Ezequiel. Que mala suerte la mía.
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Mi Amigo Imaginario.
Teen FictionUna amistad era antes cuando eramos simples niños y después de siete años esa amistad se volvió algo mas. Algo que se volvió difícil de entender.....