Ella explica...
•"yo los tomo como marcas que me van a acompañar toda la vida. De hecho, me imagino viejita, y a mis nietos tocándome la piel arrugada, estirándola para ver los tatuajes. Todo lo que me tatué, inclusive el más mínimo trazo, lo quiero conservar hasta el final. Cada punto, cada línea es importante para mí. Cada dibujo que tengo fue una decisión meditada. Algunos me los hice para tapar cicatrices emocionales, recuerdos que prefería olvidar y que si bien siguen estando, es como que esos tatuajes los mantienen a raya, alejados."