Despues de pensar lo sucedido, decidí no contarlo, pero creo que disimular no es mi mayor fuerte. Enseguida mi madre notó que me pasaba algo, y me preguntó:
-¿Que te pasa hijo, te encuentras bien?
A lo que yo respondí:
-Sí mamá, no te preocupes (en fino hilo de voz)
Después de esa breve conversación, me dispuse a cenar. Mi madre era una señora de cuarenta y siete años, viuda, mi padre murió cuando yo solo tenía 12 años, fué un duro golpe para mi família.
En la mesa estábamos mi madre, mi hermano (un chico de veinti-un años, de complexión fuerte y bajito) y yo (un chico normal, de quince años).
Esa cena, fué un tanto extraña, estaba todo en silencio, ya que no veíamos la tele mientras se comía o cenaba, costumbres de mi família. Después de cenar, me fuí directamente a mi habitación sin mediar palabra alguna con nadie, algo raro en mí, ya que soy una persona muy habladora...