Me di cuenta muy tarde, para eso ya la había perdido, Yuno...mi mejor amiga me enamoré de ella pero ella amaba a alguien más y solamente la perdi por que lo amaba tanto a el que se me fue de mi lado.
Fue mi culpa por no darme cuenta, por explotar, decirle to todo lo que sentía y tratar de besarla, la asuste ella me empujo lejos y se fue.A la mañana siguiente me di cuenta que ella se fue para no volver más, yo vivía en ese entonces solo pero de vez en cuando venían a visitarme unos amigos, después de saberlo casi todos vinieron a tratar de consolarme hasta Kenma dejo todo para verme y Hinata lo acompaño a el.
Junto a los amigos pude agarrar algo de consuelo pero aun así ni dejaba de pensar en Yuno aun la amaba aunque me haya dejado sin nada a que aferrarme.
Pero como siempre sientes que estas bien y todo ya esta casi olvidado otra vez caes en las garras de la depresión, solo con verla un momento con el típico vestido azul hizo que el dolor volviera a mi corazón.
Creo que fui sensato y me aleje de donde estaba ella, no quería volver a verla y otra vez aparece frente a mis ojos, no quería volver a recordar todo lo que me hizo y todo el dolor que me trajo.
Olvidarla no sería fácil, no lo sería, pero lo intentaria para volver a poder amar a alguien más pero ya estaba escrito, no sería facil, ya que olvidar su risa, su sonrisa sus ojos, su olor, todo seria bastante difícil de olvidar.
Esta vez yo trate de salir del hueco, empecé a tener citas, salía con muchas chicas, pero aún su nombre y todo su ser retumbaba en mente.
Al final pensé que nadie podría reemplazarla, o sí?.
Cuando se cumplió un año de que ella ya no estaba ya me podía hacerme llamar un veterano de guerra, pero aun no la podía olvidar al menos recordarla no me dolía tanto como antes.
Ya cuando se cumplio el año, conocí en uma fiesta organizada por Bokuto a una bellísima niña, niña por que yo era ya bastante mayor que ella, Shiro era el nombre del ángel que vino a mis ojos ese momento tenía el cabello tan blanco y puro como la nieve, largo y suave.
Sus ojos eran de un color verde muy intenso con las pestañas mas largas que había visto en mi vida, me sentí un poco culpable al corromperla ya que cayó totalmente en mis encantos y paso todo, me sentí un poco enfermo al adueñarme de la virginidad de una niña de 16 años.
Ella tenía miedo y solo clamaba mi nombre en susurros que se quedaron en la habitación durante largas horas, al despertar me encontré con ella plácidamente dormida en la cama que compartimos esa noche. Ella al despertar solo me hizo una expresión dulce y se levantó para vestirse y me agradeció por la linda noche que le di y se fue.
Al final la volví a ver y después de eso manteníamos el contacto entre nosotros, cada vez que pasaba tiempo con ella le tomaba más aprecio, le conté todas mis desventuras y felicidades, le conté sobre ella, al escucharlo todo atentamente me miró a los ojos, me miró con esos radiantes ojos verdes y me dio consuelo con un beso en la frente.
Cada día que pasaba con Shiro,terminé enamorandome de ella con locura, amaba todo de ella y no quisiera que ella se me fuera como lo hizo Yuno así que confesé todo lo que sentía antes de que alguien me ganara pero no salió como lo pensaba ya que ella creyó que aún la amaba a Yuno, ella solo dijo:
"No voy a ser tu premio de consolación, es doloroso que me mientas con algo tan serio como el amor"
Solo le di un beso y le dije te amo para que me venga con eso, aunque aún mo me rendí, le probaría que la amaba mis sentimientos por Shiro si eran reales, amaba todo de ella, amaba el sentir su piel contra mis dedos, amaba esos besos que le robaba y sentir sus fríos labios, adoraba sentir en las mañanas su cabello suave y oler su dulce fragancia.
Ella era mi droga y mi veneno, se que no era justo hacer esa cosas con ella al pensar en otra y hasta ella lo sabía pero creo que para ella eso fue suficiente por un tiempo ya que desde mucho más antes sabía que me queria. Ella era todo lo contrario a Yuno, dulce, tranquila y sencilla.
Conocerla hizo que yo caiga a merced de su belleza, probaría que la amaba y lo haría.
Bueno llego el día en que le diría toda la verdad, otra vez, a Shiro le diría todo lo que sentía pero mis planes se vieron frustrados con la llegada de Yuno.
La vi toda bien parada en la puerta de mi departamento, me dijo que fue un error haberme rechazado, me dijo todas sus mentiras, quería que se largara quería que se fuera de allí en ese momento ya que Shiro pensaría otras cosas al verla.
Pero lo inevitable sucedió, allí estaba Shiro viendo como Yuno trataba de acecarse a mi y luego corrió escaleras abajo.
Me solté del agarre de Yuno y fui tras ella, sin dejar una respuesta a la otra persona que quizás estaba llorando en la puerta de mi departamento pero eso fue bastante respuesta para que ella descubriera que realmente no la amaba más.
Corrí y corrí en busca de mi pequeña, hasta que la encontré agachada con el rostro entre sus piernas para ocultar sus lágrimas, ella al verme su mirada me dio a entender que quería escapar pero sus piernas no le respondían.
La tomé entre mis brazos y en un susurro dije:
" Te amo, niña hermosa"
Le dije todo lo que sentía, le dije todo lo que amaba de ella y solo llegó a decir un:
"Lo siento Tetsurõ, perdón por no creerte yo so..."
Detuve sus palabras con un dulce beso, un roce de labios que se mantuvo así hasta que lo intensifique nos separamos en cuanto el aire nos faltó y nos quedamos solos así abarazados sintiendo nuestras respiraciones abrazados.
