"Sueño cumplido" >Sterek<

Quinta parte: Sonrisas.

El pequeño niño comenzó a inquietarse entre los brazos de su abuelo, quien lo mecía para evitar que comenzara a llorar, un puchero se formó en los labios del bebé y posteriormente comenzó a llorar escandalosamente, John intento calmarlo, colocándolo en diferente posiciones, meciéndolo mientras caminaba de un lado a otro, pero no logro calmarlo, comenzando a desesperarse un poco. De la cocina salió un sonriente Stiles con un biberón pequeño lleno de leche en sus manos junto a una pequeña toalla color azul, se acercó a su padre y le tendió ambos objetos.

-No te desesperes, ya es su hora de comer.- Dijo Stiles tranquilamente tras ver la cara de preocupación en su rostro. Al ver como su padre comenzaba a alimentar a su pequeño hijo se alejó de allí, yendo hacia donde se encontraba el sofá. En él, con un brazo apoyado en un costado y su cabeza apoyada en su mano se encontraba un agotado y dormido Derek. Con una sonrisa de maldad en su rostro, Stiles se acercó hacia él y al pasar por un lado con su mano dio un pequeño golpe en la mejilla de Derek, provocando que este de sobresaltara y mirara hacia todos lados, Stiles rió y tomo asiento a un lado de él.

-Aun no entiendo cómo puedes tener tanta energía.- Se quejó Derek mientras frotaba sus ojos con el dorso de su mano. Stiles sonrió y despeino el cabello de su pareja.

-He tenido insomnio e hiperactividad desde que soy niño, y ahora es mucho más fuerte desde que nació nuestro pequeño.- Sus ojos brillaron al escuchar los ruiditos que hacia el niño mientras tomaba de su biberón.- Al fin he sacado algo positivo de la hiperactividad.- Comentó mientras reía y tomaba una de las manos de Derek entre las suyas. Derek pasó su brazo por los hombros de Stiles y lo atrajo hacia su cuerpo depositando un beso sobre su castaño cabello, ambos dirigieron su mirada hacia el sheriff, quien estaba dando suaves golpecitos en la espalda de su pequeño nieto, el bebé soltó un pequeño eructo haciendo que los presentes comenzaran a reír.-Pues se parece a Derek cuando come de más.- Dijo con humor el castaño haciendo reír a su padre.

-Oye, no me hagas quedar mal frente a tu padre.- Se quejó y le dio un golpe en la cabeza al castaño provocando que este riera más fuerte.

-Muy bien, yo ya tengo que irme, los crímenes no se resolverán solos.- Justifico su padre, beso la cabecita de su pequeño nieto y se lo entrego a Derek. Luego de despedirse a ambos se fue del loft dejando a la pareja con su hermoso niño.

-¿Qué tal esta mi bebe hermoso?- Hablo Derek con voz aniñada. El bebé se encontraba sentado sobre las piernas del mayor quien tenía una de sus manos tras la cabecita del niño para evitar que este cayera hacia atrás, el niño miraba atentamente a su padre y una adorable sonrisa se formó en sus labios al escuchar la forma en la que su padre le hablaba. Derek realmente cambió su forma de ser desde que su hijo había nacido, desde aquel momento su lado más tierno y aniñado habían salido a la luz provocando que Stiles se enamorara más de lo que ya lo estaba. Stiles miraba como padre e hijo jugaban, si uno sonreía el otro lo imitaba, si uno comenzaba a reír el contrario reiría de igual manera, aquel niño seria el permanente confidente de Derek, quien siempre defendería a su pequeño aun sabiendo que lo que había hecho no era muy bueno. Stiles se dirigió hacia la cocina y comenzó a preparar café, bien fuerte como le gustaba a él. Con una taza bien cargada y humeante en sus manos se dirigió hacia donde se encontraba Derek, al llegar se quedó congelado, lágrimas inundaron sus ojos y se desbordaron dejando un fino rastro húmedo en sus mejillas, frente a él se encontraba una escena realmente hermosa, Derek se encontraba acostado en el sofá completamente dormido con su brazo contra el respaldo del mismo, sobre su pecho se encontraba plácidamente dormido el pequeño bebé con un hermoso puchero en sus labios. Una sonrisa curvo los finos labios de Stiles, quien saco su teléfono del bolsillo delantero de su pantalón y tomo varias fotos desde distintos ángulos, alguna de ellas iba a terminar en un porta retrato sobre su mesita de noche. Stiles miro la hora en su reloj de muñeca y muy a su pesar de acercó a Derek, acaricio su mejilla y comenzó a moverlo con precaución de no despertar al pequeño.