Capítulo 3: "Déjame conocerte"

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Lauren P.O.V

"Así que esta es la ultima parada. Mejor conocida cómo mi habitación." Dije para que luego Camila suelte una risita. Sigo sin poder creer que finalmente mi crush esta en mi casa y que estamos por entrar a mi cuarto. Estoy muy agradecida de que mi familia no esté en casa porque nos harían un cuestionario de al menos 21 preguntas, y no estoy lista para eso.

Abrí la puerta de mi cuarto y entré en el. Cuando mire para atrás vi a Camila sacando todo lo que había en mi habitación. Vi también que sus labios se curvaron formando una sonrisa al momento de ver mi poster de Lana colgado en la pared. Luego dejó de mirar el poster para mirarme directamente a los ojos.

"Ehm, pondré la cámara en su lugar. Siéntete como en casa. Volveré en unos minutos." Dije rompiendo el silencio.

"Okay, tenes una habitación muy bonita Lauren."

"Gracia, Camila."

Después de dos minutos de poner la cámara en mi escritorio para que Camila y yo entremos en la toma, presioné es botón para que empiece a grabar para luego sentarme en la cama al lado de ella.

"Entonces, ¿Deberíamos empezar?" Le pregunté.

"Claro."Ella asintió.

"¿Qué te parece si jugamos a 5 cosas sobre nosotras?" Sugerí. Ella asintió. "Bien, ¿Quieres ir tú primero?"

"Okay." Ella dijo. "Cuando tenía 13 compré boletos para ir a ver Justin Bieber a un hombre. Él me dijo que los asientos eran en primera fila. Pero cuando me dieron los boletos, resultó que eran en la última fila. Bueno, pero no eran solo la última fila, porque también eran en la parte de arriba del estadio. Por lo que lo único que podía ver era a un tipo que medía aproximadamente 2 metros. Y el hombre aparentemente se olvidó de decir que los boletos eran ilegales." No pude contenerme la risa y mi voz hizo eco en mi habitación. "Ya cállate, ¡No es gracioso! Estaba tan emocionada que yo pensé que iría a la cárecel."

"Esta bien, lo siento." Yo seguía riéndome. "Estando lo molesta que debes haber estado, yo le hubiera pateado el culo a ese chico."

"Te voy a aclarar la situación. Yo estaba más que lista para patearle el culo. Pero luego recordé que solo tenía trece años. No creo que mis golpes Kung-Fu hubieran funcionado con un hombre de treinta años." Ella es toda una ternura.

"Buen punto."

"Okay, segunda cosa sobre mi: Tengo una hermana pequeña que se llama Sofía, pero todo el mundo la llama Sofi. Ella es la persona más preciada en mi vida." No pude contener mi rebelde sonrisa que se plantó en mi cara al momento de escuchar a Camila hablar sobre su hermana con ese toque de adoración. "Mi primer novio fue el hijo del jefe de mi papá. Lo conocí cuando tuve que asistir a una cena que mi padre y su jefe tuvieron. Nuestra relación duró un año, hasta que nos tuvimos que mudar y decidimos ser solo amigos." Entonces, ¿Está en una relación o qué? "Ah, cuando sea grande, quiero tener un moño en mi dedo meñique del pie, porque tal vez estés enterada o tal vez no, de que me gustan mucho los moños" Ambas nos reimos al momento en el que ella finalizó su confesión. "Mi último dato sobre mi es que cuando sea grande me gustaría vivir en Italia con mi propia familia, tener un trabajo que me guste y una esposa o esposo."

Wow, esperen un momento. ¿¡Esposa o esposo!? ¿¡Eso significa que todavía tengo una oportunidad!?

"¿Esposa?" Le pregunte curiosa.

"Sí. Me refiero a que no me considero bisexual o algo parecido, pero eso no significa que siempre sea así. Y si alguna vez me encuentro a alguien que sea de mi mismo sexo, y yo llego a desarrollar sentimientos por esa persona, no estaría avergonzada. No se si considerarme bisexual del todo."

"Se a lo que te refieres. ¿Cuál es el punto en ponerle etiquetas al amor? El amor es amor sin importar con quien sea, y, sinceramente, me parece que una de las razones por las que tanta gente está asustada sobre su sexualidad es por las etiquetas."

"Las etiquetas están tan sobrevaloradas en mi opinión." Ella hablo con tanta pasion. ¿Cómo alguien podía no quererla? Nuestros ojos se conectaron y mantuvimos la mirada por un rato. Escuche como ella se aclaraba la garganta para que yo luego separara mi vista de la de ella. "Entonces ahora es tu turno."

"Oh, claro. En caso de que no lo hayas notado, yo amo a Lana. Cuando era pequeña, fui a un concierto de Hannah Montana. Y no me arrepiento en lo absoluto." Ella rió antes de decir:

"¿Incluso teniendo en cuenta en lo que se convirtió? Me refiero a que ella cambió un montón."

"Los cambios son buenos. Personalmente, amo su nuevo estilo. Ella parece más ella misma y estoy contenta de que ella al fin pudo encontrar quien de verdad es y que le importe una mierda lo que la gente diga de ella."

"Pero a ti tampoco."

"¿Qué?"

"Te veo en la escuela, y yo sé que escuchas lo que la gente dice de ti, pero no te importa. Tu no le prestas atención a ninguna de esas personas y si le prestas atención es porque tienes algo para responderles y así hacer que se callen."

"No me interesa de todas formas. Al parecer soy buena al momento de ocultarlo. Lo que la gente dice de mí me duele a veces. No quiero caerle mal a la gente. Me refiero a que siempre va a haber gente a la que no le caigas bien, pero si fuese el caso, me gustaría que ellos por lo menos tengan una conversación conmigo en vez de dejarse llevar por a opinión de los demás."

"Wow, yo nunca supe nada de eso." Ella parecía en shock, pero si yo estuviese en su lugar, también estaría así.

"Bueno, ahora lo sabes." Le dije mientras le sonreía. "También me gustaría ir a Italia. Quiero ir ahí desde chiquita, toda esa ciudad parece asombrosa. Mi celebrity crush es Matt Healy. La última, antes de que yo tuviera todos estos pósters, aquí habían pósters de caballitos." Creo que nunca había escuchado a alguien reírse tan alto como Camila acaba de hacerlo. Ella empezó a rodar en el piso mientras sujetaba su estómago

"Oh p-por Dios. Lau-Lauren no puedo respirar"

"No es gracioso. Tenía una obsesión con los caballos. Tenía cosas con caballos en ellas, cortinas con caballos, tenia incluso un armario de caballos." Justo cuando me pareció haberla visto dejar de reírse, ella empezó a reírse histéricamente. Me tuve que unir a sus risas, ya que si la has escuchado, sabes que es muy contagiosa.



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