My dark neighbour (Harry y tu)

The Beginning

-Vamos, (Tn), ven a la fiesta de esta noche. Te lo pasarás bien. 

-Zayn, ya te he dicho que no -miré a mi amigo a los ojos. No me gusta salir por la noche, y menos para ir a ese tipo de fiestas en las que todos beben hasta hartarse y se restriegan unos contra otros. 

-Ya, porque eso no es cristiano -mi amigo rodó la vista para luego mirarme y sonreírme. Nunca quieres hacer nada divertido. Seguro que Jesucristo también se divirtió en la última cena -rió.

-No blasfemes, Zayn. Te he dicho que no y no hay más que discutir.

-Bueno -dijo, levantándose del asiento- entonces me buscaré a otra compañera con la que ''restregarme'' y que no tenga miedo por ir al infierno conmigo -rió y me guiñó un ojo.

Dios, que hermoso se veía cuando hacía eso, cuando sonreía o tan solo cuando respiraba. Era un hombre realmente atractivo. Llevaba un sombrero negro que solo dejaba que se le viese una pequeña parte de su tupé, estaba recién afeitado, olía a espuma de afeitar, aftershave y al perfume que yo le había regalado por su cumpleaños. Sus ojos color caramelo brillaban al verme, y eso me hacía mantener la esperanza de que tal vez él, al igual que yo, no lo había olvidado. 

De su cuello colgaba el colgante que le había regalado cuando yo tenía casi los 17 y él ya tenía los 18. Había estado realmente enamorada de mi mejor amigo y una parte de mí seguía amándolo. Un amor que iba más allá del amor fraternal que se podía tener por un amigo: un amor que rozaba la lujuria.

-(Tn), tengo que irme. 

Mi amigo me sacó de mis pensamientos y posé mi mirada en él mientras lo veía avanzar hacia la puerta. Sin poder evitarlo, me apresuré a cerrar la puerta cuando Zayn ya había conseguido abrirla. 

-Zayn...

Él se giró lentamente y sus preciosos ojos se encontraron con los míos. Se quedó apoyado en la puerta, observándome sin pronunciar palabra. Por un momento creí que iba a besarme, ya que inclinó su cabeza despacio como si estuviese buscando mis labios, hasta que el sonido de su teléfono hizo que se apartase para contestar. 

-¿Alissa? Sí, dime. -Zayn aprovechó ese instante para poner más distancia entre nosotros, mientras que yo a penas pude moverme unos pasos hacia atrás, avergonzada por mi comportamiento. 

Sí, ya voy para allá. Te veo en 10 minutos. Adiós. -y finalizó la llamada.

-¿Q-Quién es Alissa? -me atreví a preguntar. Mi voz se notaba terriblemente temblorosa. 

-Una chica que conocí hace algunas noches en un bar. (Tn), te prometo que no hay nada serio entre nosotros. Solo es sexo...

-No te he pedido ninguna explicación -no quería sonar cruel, pero lo hice. 

-Entonces, ¿por qué me preguntas por ella? ¿Acaso estás celosa?

Me inundó la rabia. Quería golpearlo y, a la vez, quería besarlo. Quería ambas cosas. Una parte de mí lo odiaba en ese momento y la otra lo deseaba de la manera más lasciva que podría existir. Deseaba ser yo quien compartiese su cama, pero no podía ocurrir.

-No tengo nada que envidiarle a una ramera de bar. 

-¿Acaso quieres relevar su puesto? -sonrió de manera pícara.

Una parte de mí deseaba gritar que sí a su propuesta indecente, pero la otra, la que me recordaba que eso me llevaría de cabeza a una vida de pecado, quería echarlo a patadas de allí. Esa segunda fue la que ganó la batalla mental.

-Largo de aquí -respondo, mientras abro la puerta y casi provoco que Zayn se caiga de espaldas. 

Cuando voy a cerrar la puerta, él me agarra de la mano y tira de ella provocando que nuestros cuerpos choquen. Me agarra de la cintura y mi pecho se aprieta contra el suyo.