Narrador Omnisciente:
Silencio, frió y penumbras. Los alrededores de aquel bosque ahogaron los jadeos por aire que aquel chico emitió.
El ardor en su cuello y el dolor en su cuerpo no le permitían pensar con claridad. Y lo primero que Luca pensó fue "¿Donde mierda estoy? "
Se levanto del suelo ignorando el calambre en sus piernas. No lo entendía, ¿Por qué sentía como si hubiera dormido por siglos?
Aunque eso si paso.
Y entonces los flashes de recuerdos que le parecían lejanos lo azotaron. Lo vio gritándole a su madre y como se abalanzaba sobre ella. Luca no podía permitirlo. Se había jurado a si mismo que no dejaría que la esquizofrenia de su padre destruyera a su familia.
Estaba harto de sus abusos. Ni su madre ni hermanos merecían eso. Ya no quería eso para ellos. El estaba preparado para enfrentarse al monstruo que llamaba padre, había sido valiente, sin saber que ese seria su ultimo día con vida.
La familia Anderson entera sucumbió por los delirios de un hombre que veía monstruos donde no lo había. El era el monstruo y su esposa al igual que sus hijos vieron el martirio de un hombre mal de la cabeza.
Era la peor tortura que había sentido jamás y todo había sucedido tan rápido. Los gritos furiosos de su padre por haberlo apartado de su madre mientras el la golpeaba porque según el "Simplemente lo merecía" y su madre rogándole porque se encerrara en su habitación con sus hermanos menores.
Estaba arto de los gritos, de los golpes, de todo, pero Luca sabia una cosa: su padre nunca volvería a ponerles un dedo encima.
Nada salió como lo espero.
Sin darse cuenta su padre ya estaba sobre el, golpeando su rostro, pateando su cuerpo como si fuera la peor escoria humana, lo apretó del cuello, olvidando que era su hijo.
Ya no le quedaban fuerzas para defenderse.
Sirius Anderson asesino a su esposa y a sus cuatro hijos una lluviosa noche de agosto y luego, condenado a sus pecados y sus propios demonios, se suicido, junto al cuerpo que colgaba sin vida de su hijo mayor, Luca.
Luca se sentía extraño, porque lo sabia, sabia que había muerto. Y entonces en su pecho se abrió la necesidad de volver a casa.
Sentía la presencia de mas personas como el. Intento dar un paso pero le costo. Estar mucho tiempo así había hecho que perdiera su equilibro y cayera. Después de varios intentos logro pararse.
Avanzo en la penumbra como si supiera el camino de memoria. Ahora sentía adrenalina, sed de venganza. Lo presentía. Presentía que su padre había vuelto.
El no sabia con exactitud cuanto tiempo había estado sin vida, el había fallecido en 1864 y ahora hasta el aire parecía diferente.
Llego a Covington con algunas personas que tenían una apariencia similar a la de el.
"¿Quienes son?" se pregunto. Una chica, unos cuantos años mayor que el, se volteo a mirarlo, con una sonrisa perversa en sus facciones.
-Somos Los Resucitados-Dijo y siguió caminando hacia la entrada de la cuidad a la que la presencia de estos bastardos arruinaría.
N/AS:
Holaa, somos Ari y Cami.
Esta es una nueva historia , que esperamos que les guste tanto, tanto como a nosotras nos gusta.
Subiremos un cap todas las semanas y si nos atrasamos es porque tenemos vida propia como todos.
Bueno, nuestras cuentas son: CamSorias y Arianchiis.
Los queremos:D
-Ari
-Cami
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Los Resucitados
RandomChris no estaba segura que fue lo que sintió cuando lo vio por primera vez, ¿temor? ¿Desconfianza? ¿Inseguridad? Tal vez, pero detrás de eso ella habia sentido una atracción hacia el misterioso chico nuevo en la ciudad que no podía explicar. Poco...