Capítulo único

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Una noche de Navidad, y tras un largo viaje de carretera, Damon Salvatore aparcó su coche justo en frente del cartel que daba la bienvenida a Mystic Falls. El chico salió del vehículo con una botella de bourbon en la mano y se sentó sobre el capó mirando el letrero, comenzando así su gran dilema: entrar o no entrar en Mystic Falls.

Por su parte, Elena Gilbert, quien había estado fuera del pueblo por varias semanas ocupada preparándose el doctorado en medicina, regresaba a Mystic Falls esa misma noche para pasar el fin de semana con su familia. Al ver un vehículo aparcado en medio de la solitaria carretera, detuvo el suyo justo al lado de este.

-¿Necesitas ayuda? -preguntó la joven al bajar la ventanilla-. ¿Se te ha estropeado el coche?

-El coche va bien, gracias.

El chico de ojos azules se veía tan abatido que Elena sintió la necesidad de hacer algo para animarle. Aparcó el coche a un lado sin que estorbase el paso –aunque estaba bastante convencida de que no pasaría ningún coche a esas horas-, salió del vehículo y fue donde el chico, quien le hizo un gesto con la mano para que se sentase a su lado.

-No, gracias -rechazó la joven educadamente la botella que él le ofreció.

Damon dio un largo trago y miró el cartel del pueblo como si se tratase de su mayor enemigo.

-No te atreves a cruzar el límite, ¿eh?

-No quiero hacerlo –respondió el chico con voz apagada-. No quiero volver allí. Dejé Mystic Falls hace años. Odio este pueblo y los recuerdos que se asocian a él.

-Entonces, debe haber pasado algo importante para que estés aquí ahora convenciéndote para regresar.

-Mi hermano acaba de ser padre. Hace tiempo que perdí el contacto con él, pero aun así quiere presentarme a su familia.

-Entrar en el pueblo te haría reconciliarte con tu hermano -comprendió ella su lucha-, pero también volverían todos esos malos recuerdos.

-Exacto.

-¿Sabes? No existen fronteras físicas para los recuerdos, créeme, estudio Medicina. Esos malos momentos te atormentan siempre. Estés donde estés, regresar a Mystic Falls solo avivaría la nitidez de estos.

No queriendo responder a eso, Damon se tomó un largo trago de su botella en silencio.

-Sino es mucho preguntar –continuó hablando la joven con curiosidad-, ¿cuáles son esos recuerdos que te hicieron marcharte de ese modo?

-Maté a mis padres. Yo conducía el coche...

Elena suspiró aliviada porque, por un momento, había pensado que se trataba de un asesino psicópata.

-Volvíamos a casa cuando mi coche chocó contra otro –contó él-. El primer personal médico que me atendió era novato y no cayó en tomarme una muestra de sangre para hacer pruebas de toxicología y después tuvieron que operarme varias veces y hacerme trasfusiones de sangre, por lo que ya no podían hacérmelas. De haberlo hecho, me habrían detenido, porque iba bastante borracho.

"La policía investigó el accidente pero no tenían mucho de dónde tirar, los coches estaban destrozados y yo era el único superviviente. Dieren mi confesión como nula al declarar un psicólogo que me culpaba a mí mismo de la muerte de mis padres. Al otro conductor, un chico de 16 años, le hicieron una prueba de toxicología postmortem y dio positivo en alcohol, por lo que concluyeron que fue él el culpable.

-Fue un accidente.

-Yo lo provoqué –insistió Damon-. No tenía que haber conducido y, desde luego, tenía que haber mirado la carretera en todo momento en lugar de ir discutiendo con mi padre.

Volver a casa (TVD fanfic - Delena) One shortWhere stories live. Discover now