Fuera de la zona de confort.

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Muchas veces me he dicho a mí mismo, en cada relación que tengo, "ella es la correcta". Luego, unos meses después ella me abandona por otro chico porque nuestro noviazgo se ha vuelto "rutinario", claro, no quiere verse como la mala y dice: "Ya no es lo mismo". Cuando realmente debería de decir "ya no me gustas y me buscaré a uno nuevo". Lo mismo con cada una. 

Hace unos meses cambié de escuela porque, (como con mis ex novias) me aburrí de ella. Pero me he dado cuenta que el problema no es la escuela, soy yo. ¿Realmente soy tan aburrido que ni yo mismo puedo soportarme?, dios. 

Recuerdo que cuando era un niño era el bufón del aula, el alma de la fiesta. Todos se reían conmigo o de mí, me gustaba llamar la atención y ser exhibicionista, pero todo ha cambiado. ¿Será que esto es madurar?, seré una persona aburrida el resto de mi existencia. ¿Será que me casaré con una mujer tan aburrida como yo?, ¿tendré un aburrido empleo que se acople a mi aburrida vida y que me sirva para mantener a mis aburridos hijos? Y sí es así, ya tengo todo planeado.

"Estoy harto de esto", me dije a mi mismo frente al espejo. De pronto sentí una vibración en mi pierna, me llamaban por el celular. 

"¿Hola?", conteste sin dejar de verme en el espejo.

"Aleph, ¿dónde carajos te metiste?", dijo una voz del otro lado del celular.

"Disculpa, ¿quién dice que habla?"

"Pam, idiota. Gracias por no registrarme en tus contactos."

"Ahh, Pam. ¿Qué sucede?", dije con un tono dubitativo.

"En serio te pasas de imbécil. Te estoy esperando desde hace media hora. Es mi cumpleaños, ¿lo olvidas?" 

Mierda, lo había olvidado por completo. Pam era la única persona con quien me juntaba en la escuela, la única que no me parecía tan irritable y realmente no me interesaba más allá de la amistad, así que estábamos bien. 

"No, para nada lo olvidé" dije un poco sarcástico, "ya voy en camino, sabes como se pone el tráfico a estas horas."

"Ajá, bueno. Te espero.", colgó y corrí a vestirme. Me puse lo primero que encontré tratando de verme bien y al mismo tiempo, como si no me importase la ocasión. Unos jeans azul oscuro, una camiseta blanca con una X en el centro, mis botas de construcción y para terminar, me perfumé todo el torso con AXE. Me puse mi chaqueta negra de cuero y salí corriendo de mi casa para tomar un taxi.

Cuando al fin llegué, Pam me fulminó con su mirada y luego me vio expectante. "Ni siquiera me traes regalo", dijo sin dejar de verme con un poco decepción.

"Yo soy tu regalo", dije riendo y me abrí de brazos para abrazarla fuertemente, besé su frente y luego la miré. "¿Y qué tienes planeado para hoy, hermosa cumpleañera?".

"Otros amigos vendrán y luego saldremos a algún lugar."

"Otros amigos", repetí, puse mi mano derecha sobre mi pecho y la miré con indignación, "pensé que era el único". Ella rió a carcajadas y luego nos sentamos a hablar de temas triviales de nuestra escuela hasta que uno a uno sus amigos fueron llegando. Cuando ya no faltaba nadie nos pusimos a conversar las opciones de lugares interesantes para visitar en un sábado por la noche. Eran siete personas en total, además de Pam y yo. De todos ellos solo conocía a uno de los chicos, Mateo, estaba en la misma clase que nosotros pero su existencia me parecía irrelevante hasta ahora.

Nos dirigimos hacia un sport bar en el centro de la ciudad, no era tan conocido pero si era decente en comparación a otros lugares. Como pensé, Pam me había abandonado por sus otros amigos dejándome con mi aburrimiento cotidiano, ahora recordaba porque lo había olvidado adrede. Mateo al ver mi indiferencia con el resto de personas se sentó a mi lado. 

"¿Por qué estás tan aburrido?", dijo mientras tomaba un trago de vodka. 

"No es mi ambiente", dije fríamente mirando hacia mi cerveza.

"¿Le faltan mujeres bailando sobre mesas a este bar?"

Reí ruidosamente y Pam volteó a verme inmediatamente. "Vaya, vaya", dijo Pam al otro lado de la mesa dirigiéndose a Mateo, "así que has hecho reír a Don Aburrido, uhm, ahí hay algo".

La miré y levanté una ceja seriamente queriendo decirle '¿en serio?' con mi mirada. Tomé otro trago de mi cerveza y miré a Mateo, se miraba tensionado e inmóvil así que tomé la botella de vodka del centro de la mesa y le serví otro trago. Se lo tomó sin pensarlo dos veces y luego se sirvió otro.

Después de un rato de silencio incómodo, Pam se levantó de su asiento y dijo en voz alta: "Jugaremos verdad o reto, ¿quién empieza?"

Becca, una de las invitadas, levantó su mano y Pam la señaló diciendo: "¿Verdad o reto?"

"Reto", dijo Becca desafiante.

"Te reto a que acabes con lo que queda de la botella de vodka en menos de un minuto", Pam se miraba extasiada por lograr jugar con la voluntad de las personas, mientras que yo solo miraba los acontecimientos sin encontrarle la gracia.

"Reto aceptado", inmediatamente se abalanzó hacia la botella y la empinó sobre su boca, los demás le gritaban "fondo, fondo, fondo". Al terminar limpió sus labios con su antebrazo y lanzó un grito de victoria. Definitivamente era el tipo de chicas que estaba acostumbrada a esto: Fiestas, alcohol y sexo. Nada atractivo, con lo que a mí respecta.

"Escoge a tu víctima", le dijo Pam a Becca. 

"Okay. Mateo, te toca", inmediatamente Mateo se estremeció y luego dijo fingiendo un tono relajado: "Reto"

Becca sonrío maliciosamente y dijo: "Te reto a... que beses a Aleph". 

Sentí como si me hubiesen despertado de golpe y miré a todos confundido. 

"¿No puedo cambiar a verdad?", dijo Mateo en un intento de zafarse.

"Muy tarde", dijo Becca cruzándose de brazos.

Mateo me miró y levantó sus cejas como tratando de pedirme permiso, me encogí de hombros y me acerqué. Él también se acercó lentamente hasta que nuestros labios se encontraron. Se sentía diferente besar sus labios, no eran tan suaves como los de una chica pero se sentía igual de bien. Un momento, ¿se sentía "bien"?

Abrí mis ojos, me separé y voltee a ver como todos nos miraban. Me sentí de regreso a mi niñez, siendo el centro de atención, pero luego me percaté de lo que recién había hecho y me levanté de la mesa molesto. 

Pam fue detrás de mí, me llamaba, pero no quise volver, así que salí por la puerta del bar y tomé el primer taxi que encontré hacia mi casa. 'Estúpidas personas', pensé mientras miraba molesto hacia las calles de la ciudad desde la ventana del taxi.





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⏰ Última actualización: Jan 07, 2016 ⏰

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