La tarde continuaba tranquila, el sol comenzaba a teñirse de un color cercano al rojizo, la brisa jugaba con las hojas de los árboles, era una tarde hermosa.
Ji Yong no despejaba la vista del libro, intentaba encontrar sentido a aquel verso, pero por más que lo intentaba, no lograba entender esas palabras. EL AMOR ES CIEGO.
-Alice -terminó rindiéndose con el libro, lo cerro de un golpe y alzo la vista para mirar el cielo. Nunca antes se había sentido tan atraído por una chica de la manera en que lo estaba ahora.
La imaginaba sonriente, aunque ella ni siquiera se enteraba de la existencia del pobre, ella miraba a alguien más- My Butterfly...
***
Alice se contempló una vez más en el enorme espejo de su habitación. Se veía hermosa dentro de ese vestido blanco de encaje, sus hombros estaban descubiertos.
Estaba más que emocionada, finalmente el chico que tanto le gustaba la había invitado a salir.
Su rostro estaba al natural, su larga y ondulada melena oscura estaba suelta y alborotada, su flequillo cubría gran parte de su frente.
Después de darse una última mirada decidió salir rumbo a su destino. Llevaba puesto su collar de la suerte, el que su padre le había regalado antes de morir. Una pequeña mariposa plateada.
***
Encendía su tercer cigarrillo, se estaba arrepintiendo de haber invitado a aquella chica -Alice- la había visto un par de veces rondar cerca de su bar favorito, le parecía molesta -siempre siguiéndolo- pero no negaba que era guapa. Sus amigos lo habían molestado la última semana con ella.
-Vamos, sólo será una noche y me dices qué tal es -le había dicho SeungRi, sólo pensaba en sexo. En cambio TOP, era conocido por ser un galán ante las mujeres, salía con muchas pero era discreto.
Aquella tarde el tiempo parecía ir más lento, la brisa pegaba directo sobre sus brazos tatuados, pero no le molestaba, al contrario lo disfrutaba. Estaba por encender el cuarto cigarrillo, cuando una melodiosa voz lo llamo.
-¡GD! -se giró a mirar a Alice, creyó que su quijada tocaría el suelo. Alice lucía hermosa dentro del corto y ceñido vestido blanco. Sonrió por haberla invitado.
***
La mañana en la Universidad parecía que nunca iba a terminar. Alice no prestaba atención a lo que el profesor de Literatura Inglesa decía, ningún escritor era mejor que su amado GD. Una sola rima pronunciada por los labios del joven rapero, bastaba para que Alice terminara cediendo a cualquier deseo del joven, por más oscuro y atrevido que fuera.
La campanilla anunciaba que la aburrida clase llegaba a su fin, Alice se levantó casi de un salto para salir del aula, pero fue interrumpida por la voz chillante del profesor:
-Señorita Alice, ha estado muy distraída durante toda la clase -la chica rodaba los ojos en respuesta, sólo quería salir- Me temo que si su comportamiento sigue así, será suspendida del curso.
-Entonces hágalo -dijo Alice y salió rápido del aula, dejando al pobre profesor con la boca abierta por su inesperada respuesta. Alice sólo quería llegar a donde su querido GD.
***
Haber invitado a salir a aquella chica no había sido tan malo. Se sentía complacido con tenerla sólo para él. SeungRi no dejaba de burlarse de situación, mientras TOP estaba alegre, creía que su amigo por fin sentaría cabeza. Pero nada de eso era verdad, GD tenía un propósito totalmente distinto. Se había dado cuenta que Alice sólo tenía ojos para él, no necesitaba hacer nada para que alguien resultara herido.
Bebía un trago de Whisky cuando fue interrumpido por el sonido del timbre del apartamento que le distrajo de sus pensamientos malvados. Se levantó del enorme sillón de piel y se dirigió a abrir la puerta, Alice le miraba sonriente.
Recibió a Alice con un apasionado beso, mientras una mano se posaba en la nuca de la chica para acercarla más y así profundizar aquel beso. En su otra mano aún tenía el vaso a medio tomar de Whisky.
***
Ji Yong se sintió devastado cuando escucho la noticia. TaeYang, su amigo desde preescolar, le había hecho llegar la noticia. Alice y GD salían.
No podía creerlo, aunque sabía que era un evento que tarde o temprano habría de ocurrir. Sus amigos, DaeSung y TaeYang, estaban preocupados por él. Sabían que Alice le llevaba gustando hace mucho. Día a día se volvía aún más lejano a ellos. Siempre rodeado de libros y más libros. Si tan sólo hubiera tenido un poco de valor para acercarse a Alice antes de que GD lo hiciera.
Ji Yong estaba tan distraído que ni siquiera notó que alguien igual de distraído venía frente a él, hasta que chocaron.
-¡Auch! -se quejó por el fuerte golpe que se había llevado en el pecho. Su expresión cambio cuando se dio cuenta quién estaba frente a él.
-Lo siento... -la chica se quedó muda cuando alzo la vista- ¿GD?
***
Alice estaba sorprendida. Minutos antes había abandonado el apartamento de GD y ahora lo tenía justo al frente. Lo miró atónita, jamás lo había visto vestido tan formal. Una camisa rosa y un pantalón negro que apenas le cubría hasta los tobillos, el saco y la corbata los traía en su antebrazo.
Ji Yong negó con la cabeza y le dedicó una sonrisa gentil, sus ojos parecían sonreírle también.
-No, GD es mi hermano. Yo soy Ji Yong -hizo una reverencia y después extendió su mano hacia ella- Es un placer...
-¿Su hermano? -Alice aún estaba sorprendida- ¿GD Oppa tiene un hermano?
Ji Yong continuaba con la mano extendida, estaba por bajarla cuando Alice lo sorprendió al tomar sus manos para examinarlas, buscaba los tatuajes que GD tenía.
-¡Oh! Lo siento -la chica se disculpó al darse cuenta de lo que estaba haciendo e hizo una reverencia.
-No te preocupes Alice~sshi -la chica sonrió para después sorprenderse una vez más.
-¿Cómo sabes mi nombre?
***
GD contemplaba la escena desde el gran ventanal del apartamento, le molestaba verlos juntos. Alice sonreía y Ji Yong la miraba tímidamente.
Una idea malvada cruzo por la mente del chico tatuado y una sonrisa se formó en sus labios con sólo pensarlo, bebió un sorbo del vaso de Whisky antes de retirarse de nuevo a la sala.
Tomó asiento en el sillón de piel y colocó la botella de Whisky en la mesita de centro, encendió un cigarrillo, mientras en su cabeza formulaba decenas de escenarios para llevar a cabo su plan. Mordió su labio para suprimir una carcajada.
-¿Alice y Ji Yong? -Dejó caer su cabeza en el respaldo del sofá y dio una fumada más a su cigarrillo, contuvo el humo unos segundos y después lo exhaló- No lo creo...
Se levantó del sillón y tomó una chaqueta de cuero con detalles metálicos para cubrir su torso desnudo y lleno de tatuajes. Su sonrisa aún no desaparecía.
***
-¿GD te contó sobre lo nuestro? -ni siquiera había pensado en una respuesta cuando Alice lo interrumpió con otra. Le dolió ver la expresión de felicidad en el rostro de la chica.
-Eh... S-Sí. -era mentira. GD y él apenas cruzaban palabra, no vivían en el mismo apartamento, aunque compartían el mismo edificio. La relación entre ambos no era buena.
No recordaba desde cuando se habían vuelto tan distantes, simplemente un día parecía que ya no se conocían. Su infancia había sido feliz y llena de alegrías, pero de pronto, un día cualquiera todo llegó a su fin. Sus padres se divorciaron, a partir de esa separación todo había cambiado en la vida de aquellos chicos.
-Oppa no había mencionado nada sobre ti. Es un placer conocerte Ji Yong. -Esta vez Alice extendía su mano, al principio Ji Yong se sorprendió, pero después se puso alegre al sentir el cálido roce de sus manos- Es hora de que me vaya, pero me encantaría platicar después.
Su corazón pálpito tan rápido al escucharla decir aquello, no quería dejarla ir. Esa noche, fue la primera vez que la acompañó hasta su casa.
***
La oportunidad para acercarse a Alice al fin se presentaba. En la Universidad apenas si la veía, pero desde aquel día frecuentaba los salones en donde ella tomaba clases; de alguna manera se habían hecho inseparables. Alice lo apreciaba en serio, lo consideraba su mejor amigo y a Ji Yong con eso le bastaba. Habían sido varias las veces que había llorado en su hombro a causa de las groserías que GD le hacía. Ji Yong escuchaba paciente cada palabra que Alice pronunciaba, escuchaba sus penas y le daba consuelo, aunque le dolía verla así.
Ji Yong sufría igual y hasta más que Alice por el sufrimiento que GD, su hermano, le provocaba a su hermosa amada. Lo había visto con sus anteriores novias, siempre les terminaba haciendo daño. Le enfurecía saber que GD se divertía con decenas de chicas mientras Alice derramaba lágrimas.
Aun así, Ji Yong siempre estaba con Alice. No importaba lo que él sintiera, incluso si tenía que soportar y callar sus sentimientos hasta su muerte para que su amada tuviera al amor de su vida, lo aguantaría.
No diría nada que pudiera lastimarla.
***
Su vida no había sido la mejor. El recuerdo de la vida con su padre le tenía traumado, agotado e insensible. Se había sentido aliviado cuando supo que había muerto. No entendía cómo un padre podía despreocuparse a tal grado de su propio hijo, y peor aún, no entendía cómo una madre podía dejar a su hijo con alguien así.
El rencor que sentía por ambos era grande. Después de haber muerto su padre, su madre se había hecho cargo de él. La aborrecía y odiaba tenerla cerca, hacia hasta lo imposible por estar lejos de ella y de su hermano. Su madre cumplía hasta su último capricho, esperaba que algún día GD cambiara.
Dentro de su mundo, lleno de excentricidades, lujos y excesos, no existía nadie más que él, sin embargo, se sentía miserable y aburrido de la vida.
***
Alice se sentía feliz al lado de GD, no era el mejor novio, pero era suyo al final del día. Sus manos acariciaban dulcemente el cabello rubio del chico tatuado, mientras se besaban. Las manos del joven recorrían la espalda de la chica en busca del cierre del vestido gris que vestía. Apenas encontró el cierre lo bajó y deslizó el vestido por el cuerpo esbelto de Alice. La miró durante un instante, admiraba cada parte del cuerpo blanquecino de la chica. Sonrió cuando notó el rubor en las mejillas de ella.
Sus labios se fundieron una vez más en un apasionado beso, poco a poco la fue recostando en el sillón, le excitaba de sobremanera escuchar los quejidos casi silenciosos de Alice, le parecía tan inocente.
Se deshicieron de la ropa restante en un abrir y cerrar de ojos. Alice no se había acostumbrado a que GD la mirara desnuda, aun le causaba vergüenza que su novio la viese de esa manera.
La mirada de GD se volvió salvaje en tan sólo un segundo, sus expertas manos se dirigieron hacia los muslos de la chica para abrir paso a su virilidad.
-¿Estás lista? -A estas alturas aún pretendía ser amable. La miró asentir y sonrió en aprobación.
Su miembro estaba más que listo, se apresuró a penetrar la entrada de Alice. Comenzó con un suave vaivén, quería disfrutar cada rincón y los gestos que la chica le ofrecía. Poco a poco fue incrementando la intensidad de sus embestidas. Alice sentía dolor, pero lo toleraba, era un dolor agradable.
Las manos de Alice se dirigieron al rostro del chico tatuado, verle apretar los ojos de aquella manera le hacía sentir que él sufría por el dolor que ella sentía con cada una de sus embestidas. Intentaba consolarlo, pero GD estaba más que perdido en el placer que le provocaba sentir la calidez de Alice.
Sus cuerpos comenzaban a empaparse de sudor, las embestidas de GD comenzaban a volverse lentas, pero Alice logró con apenas dos palabras que la energía del chico tatuado volviera y la embistiera con más fuerza.
-TE AMO -fueron las palabras que la sentenciaron a un castigo brutal. GD abrió los ojos de golpe y la miró furioso, su boca se torció en una mueca de odio y la penetró una y otra vez. Alice derramó algunas lágrimas a causa del fuerte entrar y salir del chico tatuado.
-Por favor, para. Duele demasiado. -la chica imploraba, pero GD parecía no entender lo que la chica decía. Un demonio se había apoderado del cuerpo del chico tatuado.
Los suaves gemidos que al principio escapaban de los labios de Alice se habían convertido en suplicas que imploraban a su verdugo detener aquel castigo.
-¡GD! Por favor, detente. ¡Por favor!
Lo siento.
***
-Por favor, detente. -Suplicaba aquel hombre, mientras ocultaba al pequeño niño tras su cuerpo- No lo hagas, por favor.
Apenas se mantenía en pie, su aliento emanaba un intenso olor a ginebra. Sus ropas estaban sucias al igual que el pequeño niño. El padre de GD había perdido todo, su empleo y las pocas pertenencias que había conservado tras su divorcio. El alcohol parecía ser el único aliado del hombre. Él y su pequeño hijo estaban a la deriva.
-No tengo nada que dar, por favor. -GD temblaba, estaba asustado. Un hombre apuntaba con una pistola a su ebrio padre.- Por favor, detente.
No hubo respuesta, lo único que se escuchó fue el estallido de la bala salir y el pesado cuerpo de su padre caer sobre un charco de agua que poco a poco comenzó a teñirse de color carmesí.
-Lo siento. Siempre los amé. Lo siento. -sintió un apretón en su mano, pero no podía distinguir a quién pertenecía.
Un recuerdo doloroso.
***
Ji Yong se dirigía al departamento de Alice. No había ido a la Universidad en la última semana y los exámenes finales comenzaban. Nadie sabía el motivo de su ausencia.
Tocó el timbre un par de veces y aguardó casi veinte minutos, pero no hubo respuesta. Estaba por marcharse cuando la voz de Alice sonó desde el interior. No pudo evitar enfurecer cuando vio aquel rostro, que antiguamente era bellísimo, cubierto por manchas violáceas. GD se había pasado con ella.
-¿Qué sucedió? -preguntó a pesar de conocer perfectamente la respuesta.
-Nada... Yo tuve la culpa, lo siento por preocuparte. -Alice caminaba con dificultad. Ji Yong estaba atónito, no podía creer que GD llegara tan lejos, no quería creerlo. ¿Qué culpa tenía Alice?
-¿Quieres tomar algo? -Ji Yong negó con la cabeza, estaba mudo. Su rostro lo decía todo, sentía tristeza, rabia y amor por aquella chica.
-Voy a preparar té, espera. -Alice se levantó para ir a la cocina, pero una mano se lo impidió. Ji Yong se plantó frente a ella, la miro dulcemente y dio un largo suspiro.
-Déjalo. No te está haciendo ningún bien -la chica lo miró sorprendida- ¿él te hizo esto?
Alice no sabía que contestar, su cuerpo aún estaba marcado por aquel castigo. Apenas había logrado estar consciente, mientras GD la azotaba una y otra vez con la palma de su mano. Recordaba esos dolorosos momentos.
-Yo tuve la culpa -una risa nerviosa se escapaba de sus labios, tan sólo de recordar sentía un nudo en la garganta.
-No tiene derecho a hacerte esto -tomo el delicado rostro de la chica- No sigas con él.
-¡Yo lo amo! -El corazón de Ji Yong parecía hacerse pedazos con aquella declaración. Lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Alice- Yo lo amo...
-No es cierto... eres tan ciega. Él no te ama. -la chica lo empujaba inútilmente, no quería escucharlo.
-Él no es ese tipo de hombre, el me ama... Vete, por favor. -Ji Yong recordó aquel verso, ahora lo entendía. "El amor es ciego".
-No -su cuerpo reaccionó por sí solo, fue un impulso. Sus labios besaron cada rastro violáceo del rostro de Alice, seco sus lágrimas con sus suaves labios. Ji Yong sanaría cada herida que GD hubiera dejado. Dio un último beso a sus labios "Todo va a estar bien" le prometió con ese último beso.
***
Como de costumbre, bebía Whisky. El apartamento estaba sucio: cajetillas vacías y colillas de cigarro tiradas por doquier, botellas vacías y latas de cerveza tiradas por aquí y por allá. Fumaba el último cigarrillo de la cajetilla.
Había pasado más de un mes desde que Alice había estado con él. Aquel día, había enloquecido cuando recordó lo que realmente sucedió. Su padre había muerto protegiéndolo.
Estaba consciente de lo equivocado que había estado, pero eso no significaba que su corazón cambiaria, al contrario, el odio que sentía por su madre parecía desbordarse a mares. La culpaba por el final de su padre, ella era la causante de la infelicidad que ahora él sentía. Si tan sólo no hubiera dejado a su padre, si los cuatro hubieran continuado siendo la hermosa familia que solían ser.
-Mi querido Ji Yong -miraba el vaso de Whisky que sostenía entre sus dedos- me pregunto si Alice estará contigo.
***
No se podía olvidar tan rápido, pero lo intentaba. Ji Yong la ayudaba con la Universidad, había logrado salvar el semestre gracias a él. Se sentía agradecida por tenerlo a su lado, ambos se estaban dando una oportunidad.
El dolor que sentía por el amor no correspondido de GD le atormentaba cada noche durante sueños, pero sabía que a la mañana siguiente los brazos de Ji Yong llenarían de amor cada cicatriz dejada por el chico tatuado. Con el tiempo sus heridas sanarían y de nuevo volvería a dormir tranquila.
Desde pequeña soñaba con encontrar a su alma gemela, aquel que la amaría hasta la muerte. Era una tonta soñadora, pero le encantaba serlo. Su padre había decidido llamarla Alice, deseaba que su hija viviera en un mundo lleno de maravillas, lejos de cualquier peligro, donde nadie pudiera hacerle daño. Se había equivocado, todo resultó una mentira.
***
Su plan estaba casi completo. Quería venganza, el dolor que le habían provocado al fin seria vengado. Su padre y la felicidad que le habían negado por fin tendría un castigo. No dejaría que le quitaran de nuevo algo que le pertenecía. Apagó su cigarro y se tambaleó hacia la entrada principal de la Universidad.
-¡Alice! -la llamó en cuanto la vio salir, la chica se quedó muda, su piel se erizó y su rostro palideció. El miedo y los recuerdos se apoderaron de ella- ¿Por qué no has ido a verme?
GD se acercó a Alice, ella no se movió ni un sólo centímetro, estaba paralizada. Quería correr a donde quiera que Ji Yong estuviera.
-¿Te comió la lengua el gato? -la helada mano del chico tatuado se posó sobre su cabeza, la piel se le erizo al sentirla- No seas así, hermosa. No me vas a hablar... vamos, aquel día sólo estaba jugando un poco.
El miedo que minutos antes sentía, se transformó en odio y furia. Fue la gota que derramó el vaso. Alice levantó su mano y le plantó una tremenda bofetada, a la cual, GD reaccionó con una estruendosa carcajada.
-Eres mía, ¿lo entiendes? -el chico tatuado tomó bruscamente la muñeca de la chica y la jaló hacia el interior del auto. Alice tenía un mal presentimiento.
***
El aliento alcohólico del chico tatuado era penetrante, Alice sentía unas tremendas nauseas adentro del auto.
-Deberíamos divertirnos un rato -la sonrisa de GD se transformó en una sonrisa malvada. Alice sabía bien a qué se refería, el interior de sus muslos aún conservaba algunas marcas de la tortura que GD solía llamar diversión.
-Hoy estás más tímida de lo normal, qué te parece si... -el chico tatuado le aproximó una botella de Whisky y la chica negó con la cabeza, pero la insistencia de GD hizo que terminara bebiendo el poco Whisky que quedaba en la botella.
No estaba dispuesta a pasar por aquella tortura, escuchó cuando GD se acercó más a ella, lo notó, pero no pudo hacer nada. La visión de Alice se nublaba poco a poco, su respiración se volvía lenta y sus manos no lograban impedir las mordidas que GD iba depositando a lo largo de su cuello.
El chico tatuado dejó de prestar atención al cuello de Alice y salió del auto. El éxtasis líquido que había puesto en el Whisky comenzaba a hacer efecto en el cuerpo de la chica.
Sacó el cuerpo apenas consciente de la chica y lo colocó en el asiento trasero, ató ambas manos de la chica y las sujetó en el marco de la ventana. La última vez no había quedado satisfecho, esta vez definitivamente lo haría y Alice no estaría consciente para evitarlo.
Acomodó a la chica sobre cuatro puntos, levantó su blusón negro y bajo las medias oscuras junto a su ropa interior de un solo tirón hasta los tobillos. Alice luchaba por dentro para no perder la consciencia, pero su cuerpo ya no le pertenecía.
-Eso es, Good Girl -GD bajo sus pantalones junto con su bóxer hasta las rodillas. Pensó en preparar la entrada de Alice, pero deseaba escuchar sus gritos.
De un solo golpe la penetró, Alice soltó un grito tremendo, GD comenzó con un vaivén violento y rápido. Un líquido caliente comenzó a escurrir entre las piernas de Alice, quien lloraba y rogaba a su verdugo para que parara aquel castigo.
Las lágrimas de Alice le excitaban aún más, sus embestidas continuaban intentar partir en pedazos a la chica, entraba y salía con una fuerza impresionante, sentía como el líquido carmesí emergía del interior de Alice.
Alice comenzaba a sentir pequeños espasmos, el momento del orgasmo llegaba para ella, pero GD la castigó en más de una ocasión impidiendo que llegara al clímax. Quería agotarla.
El flequillo de Alice se había pegado a su frente debido al sudor que le caía a chorros. GD jalaba el largo y ondulado cabello oscuro de Alice, sentía que con cada embestida llegaba a un nuevo nivel de placer.
La dolorosa tortura llegaba a su fin, ambos llegaron al clímax en un estruendoso grito. GD gritaba de placer, sentía que había triunfado. Alice dejó escapar un grito de alivio y se recostó como pudo para entrar en un profundo sueño.
El chico tatuado salió lentamente de ella, miro el líquido blanquecino mezclado con el carmesí de Alice. Sonrió, acomodó su ropa y comenzó a fumar un cigarrillo, mientras contemplaba aquel bello atardecer en la orilla de la playa.
Los recuerdos comenzaban a fluir de nuevo.
***
Cada uno estaba al lado de su madre, recostado y mirando las olas chocar contra la arena. Era un atardecer hermoso y tranquilo.
-Los amo -la madre de los chicos acariciaba la cabeza de ambos con ternura- son lo más valioso que tengo.
Ji Yong volteó a mirar la expresión triste en el rostro de su madre. GD volteó cuando sintió una gota caer sobre su frente. Ambos miraban preocupados a su madre.
-¿Qué pasa, madre? -GD se levantó para limpiar las lágrimas que comenzaba a caer de los ojos de su madre, Ji Yong fijó la vista en la arena.
-Nada. Estoy feliz por tenerlos de nuevo -sonrió la madre intentando tranquilizar a GD y lo besó en la frente. Ji Yong jugueteaba con la arena.
La mujer pretendía ser fuerte para sus dos amados hijos. Después del divorció, su ex marido le había arrebatado a sus pequeños. La había abandonado por otra mujer, planeaba hacer su vida de nuevo, pero nada había sucedido como lo planeó.
El padre falleció y los pequeños quedaron al cuidado de su madre. Ella lo amaba a pesar de todo, era el padre de sus hijos y el amor de su vida.
-Vamos a estar bien -sonrió una vez más hacia sus dos hijos.
***
Ji Yong se apresuraba a llegar a su cita con Alice, había recibido un repentino mensaje de ella. No entendía por qué había cambiado el lugar de su cita, pero eso qué importaba, sólo quería estar con ella.
Apenas había gente en aquel lugar, el atardecer le pegaba en el rostro, no faltaba mucho para llegar a su destino, la fresca brisa se hacía más frecuente conforme avanzaba por la orilla de la carretera. El taxi no había querido avanzar más allá debido a lo peligroso que solía ser aquel tramo de la carretera.
Unos metros adelante pudo alcanzar a distinguir la silueta de Alice recostada sobre un tronco. El sol iluminaba el cuerpo de la chica, era mejor que cualquier pintura de algún artista famoso. Aceleró el paso y descendió torpemente por el costado de la carretera.
-Alice -la llamaba, pero la chica parecía estar profundamente dormida. Hubiese querido contemplarla unos minutos más, pero la voz de GD hizo que se le erizara la piel.
***
-¿Tú estabas ahí? -Ji Yong miraba atento a su hermano- cuando murió padre...
El chico de los tatuajes fumaba tranquilamente un cigarrillo, mientras esperaba la respuesta. Ji Yong lo miró serio, era la primera vez que hablaban sobre la muerte de su padre.
-Sí. -Susurró Ji Yong- Los dos estábamos ahí... ¿lo recordaste?
GD exhaló el humo y asintió. Sus recuerdos volvían.
-Después de que nuestros padres se separaron, tú y yo tuvimos que ir con padre. Él había pedido el divorcio a nuestra madre para poder empezar de nuevo. Tenía otra familia, ¿lo recuerdas?
-Algo... sólo un poco.
-El psiquíatra dijo que probablemente bloqueaste esos hechos y creaste nuevos. Dijo que tal vez quedaste traumatizado por ver morir a nuestro padre.
GD parecía tener algo en la cabeza, fumó un par de veces su cigarro antes de expresar lo que rondaba por su mente.
-No fui el único... Alice... ¿la conocimos antes? -Ji Yong no entendía la pregunta, lo miró un momento y GD prosiguió- La familia que tenía nuestro padre... esa mujer y su hija, ¿recuerdas su nombre?
Ji Yong sintió nauseas cuando intentó recordar aquellos tiempos, creía que GD era el único que había olvidado esa etapa. Sus ojos se posaron en la chica que yacía inconsciente junto al tronco. Alice no podía ser esa niña.
***
-Chicos, les presento a Alice -los hermanos no dudaron en hacer un gesto grosero, la odiaban a morir. Ella y su madre tenían la culpa de todo.
-Ji Yong Oppa -la pequeña se abalanzó sobre los brazos del nombrado y le dio un beso en la mejilla- Por favor, cuida de mí.
GD los miraba asqueado, quizá desde ese entonces comenzó a odiar tanto a quien fuese su hermano.
-¿Oppa? -susurró tímida la pequeña y extendió su mano hacia GD, este soltó un bufido y se subió al auto. Ji Yong le alcanzó después.
La madre de Alice se había metido en la relación de los padres de Ji Yong y GD, llevaba casi 5 años saliendo con él. Alice era el fruto de aquella relación.
La mujer había dejado en la ruina al padre, le había quitado todo y después lo había botado con sus dos hijos.
Ella era la causante de todo y ahora su hija había logrado, sin querer, que los dos hermanos recobraran aquellos desagradables recuerdos.
***
-No es la misma Alice -contesto tajante Ji Yong, no quería creerlo.
-Quizá no, pero tiene "ese" collar -Ji Yong lo había notado desde antes. Ese collar de mariposa. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
-Alice... no... ¿cómo puede ser ella?
GD guardo silencio, continuó fumando cigarrillos, perdió la cuenta. Su hermano lloraba desconsoladamente junto al cuerpo inconsciente de Alice. No quería aceptar que aquella chica a la que tanto amaba fuera Alice, pero sabía que lo era.
-¿Qué hay de ella? -Preguntó cuándo su llanto cedió.
-No recordará nada mañana.
-¿A qué te refieres? -GD tiró la colilla del cigarro y se dispuso a encender otro, pero la mano de Ji Yong se lo impidió.
-La drogué un poco, sólo no recordará lo de hoy... lo de playa.
Ji Yong tenía miedo de escuchar lo peor. Había sido tan difícil acercarse a ella, que ahora alejarse era tormentoso.
-Ji Yong tienes que olvidarte de ella.
Ambos sabían que era lo mejor. Desparecer de la vida de Alice para ponerle fin a los recuerdos de su infancia, la mala vida que había empezado desde que la madre de Alice había aparecido en la vida de su padre. El dolor que ambos habían sentido, incluso su madre, nadie lo borraría, siempre estaría allí.
Por el resto de sus vidas sería un recuerdo que formaría parte de su historia. Alice estaba dentro de su historia.
***
Alice despertó al día siguiente, ya era tarde cuando lo hizo. Despertó en su apartamento, no recordaba mucho. El dolor que sentía en sus caderas no fue suficiente para que recordara el tormentoso suplicio por el cual GD la había hecho pasar. Tenía miedo de que algo le hubiera pasado a Ji Yong, corrió a buscarlo a su apartamento, pero nadie abrió.
-¡Ji Yong! ¡Ji Yong! -La puerta contigua se abrió y de ella salió una mujer mayor.
-No te molestes en llamar, nadie abrirá. Él y el joven de los tatuajes se han ido hoy en la mañana -Alice se dejó caer en el suelo, sus ojos se inundaron en lágrimas. ¿A dónde habría ido Ji Yong? ¿Por qué? Tenía tantas preguntas y ninguna respuesta.
Subió al apartamento de GD, no quería creerlo. Tampoco hubo respuesta.
-Dijiste que todo estaría bien. Lo prometiste.
***
Pasaron varios meses. Alice volvía al edificio de vez en cuando, llamaba a diario a los celulares de ambos, buscaba a Ji Yong en la Universidad, iba al bar donde conoció a GD, pero nunca había respuesta.
Intentó regresar a su vida, pero siempre terminaba fallando. Los recuerdos que había formado con ambos, agradables y desagradables, siempre la atormentaban.Una tarde, al regresar de la Universidad, encontró una postal al pie de su puerta. No tenía remitente, nada escrito en el sobre, lo único que tenía escrito en una hermosa caligrafía era: My Butterfly.
***
Antes de que te conociera no entendía aquella frase "EL AMOR ES CIEGO". Creí que lo había entendido cuando te vi sufrir por amor, pero estaba equivocado.
Cada día te recuerdo, a toda hora te pienso, quisiera verte de nuevo y decirte lo mucho que te amo. Quisiera recuperar el tiempo que perdí.
Incluso ahora, en la distancia... TE AMO.
¿Sabes? Los recuerdos fueron nuestra perdición, quizá no lo sepas, pero aun así amé cada momento que pase contigo, incluso cuando no pensabas en mí de la manera en que yo pensaba en ti...
Mi corazón te pertenece desde el momento en que te vi, ¿sabes desde cuando te vi? Espero que nunca recuerdes ese día, espero que tus recuerdos sean sólo hermosos a partir de mi partida.
Rezo cada noche para que las pesadillas se alejen de tu sueño, rezo cada mañana para que encuentres alguien que te ame incondicionalmente y te haga feliz.
Amo cada recuerdo que hiciste conmigo, lo amaré hasta después de la muerte. Por favor, vuela de nuevo... My Beautiful Butterfly.
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THAT XX
Fanfiction¿La memoria tiene límite de espacio? Parece que nunca va a llenarse, siempre tiene más espacio para guardar recuerdos, momentos y promesas, que muchas veces justifican la vida de un ser. Recuerdos dolorosos que atormentan sus días o recuerdos felice...