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✨ PARTE TRES. ✨

PARTE TRES.

"Cuando el me miro, su pasado se convirtió en mi futuro. "

- Escucha, el Crazy es una disco para jóvenes, pero después de las ocho son la personas un poco más grandes, así que tenemos que llegar temprano.
- ¿Y porque tenemos que ir ahí?
- A tu madre le gustaba ir ahí, siempre pasan canciones de los Bee- Gees, a ella...
-... Le encantan los Bee- Gees, lo sé.

La rubia hada madrina sigue flotando mientras la sigo por una calle donde hay un poco más de gente. Puedo observar los juguetes viejos en los aparadores, los espectaculares y la gente tan peculiar que se pasea por ahí, incluso me parece demasiado asombroso los niños jugando a las canicas. Me siento tan fuera de lugar, esta no es mi época, ni nunca lo será, no conozco ningún rostro y me pone triste en saber que los cuatro ancianos jugando ajedrez que me saludaron, ellos van a estar muertos, tal vez el muchacho que golpeo mi hombro accidentalmente también lo este. "Los años pasan demasiado rápido", escuche decir a mi madre hace mucho tiempo y cuando se lo dije a mi padre el sólo suspiro, terminando la frase que mi madre comenzó "Y pasa tan rápido que no hay momento de arrepentirse."

- Adara tienes que buscar a Cindy -Me dice la rubia cuando estamos en la fila de la disco.
- ¿Me hago su amiga?
- No, hazte su sobrina, dile la verdad y ella te ayudará.
- ¿Qué? ¿No afecta el futuro?
- ¡No! Solo afecta si haces muchos cambios en tu misión.
- ¿Y ella me va a creer? -Le preguntó entre murmullos, ella asiente varias veces.

- Sólo dile que Megan es tres minutos mayor y que....
-Cindy tiene el riñón de mamá, ¡Claro! Cuando cumplió los trece mamá le dono su riñón, nadie lo sabe y ella dijo...
- Haría lo mismo por tus hijos, si, Cindy te ayudará, buscala, es fácil de encontrar.
- ¿Y si esta con mamá?
- Dile que la felicidad le espera, no lo olvides.

Lucía desaparece en una nube blanca con brillos, me preguntó por que las personas del futuro son tan divas. Aclaro mi garganta cuando me encuentro frente a un hombre mayor que yo, me mira de arriba a abajo unos segundos.

- Son dos dólares.
- Oh, si...

Meto las manos en mi sudadera vacía, se que no tengo ni un centavo, todo el dinero lo deje en la mochila de la escuela que obviamente no cargo. Pero, hay algo dentro de las bolsas, que saco con cuidado para no tirarlo, son monedas y dolares de ese año. Me río para mis adentros. ¡Gracias, Lucía! Sabía que ibas a servir de algo más que criticar mi estilo. Separo los dos dólares que luego le entrego al hombre y me deja pasar haciéndose a un lado. Entró a un lugar que parece un largo pasillo con una oscuridad cegadora, lo único que puedo ver es el final que brilla con luces neón y las sombras de los chicos que se pasean por ahí, camino tratando de no chocar con nadie, estoy segura que si me golpeo con algo terminaré en el suelo y para mi suerte, alguien golpea mi hombro, haciéndome tambalear .

- ¡Ey, lo siento! -Su voz suena melodiosa y arrepentida, se ha detenido a la mitad del pasillo para tomar mis hombros con sus manos. Puedo notar que es mucho más alto que yo, pues tengo que buscar su rostro en la oscuridad.
- Yo... No hay problema - Mascullo tratando de separarme de él, a lo que el muchacho baja sus manos con lentitud, no puedo verle el rostro lo que me pone nerviosa.
- ¿Megan? -Dice suavemente. Me estremezco completamente. ¿Megan? ¿Mi madre? No, tal vez sea una coincidencia. Doy unos pasos hacía atrás golpeando mi espalda con la dura pared.
- No, no, soy Adara...