Capítulo 1

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Hoy estaba como casi todos los días en el Jerry's, que hoy, como era habitual desde hace un par de meses cuando abrieron una cafetería más moderna, estaba casi vacío, así que mi única distracción era ver hasta que punto conseguía sacar brillo a la barra.

Sí, todo muy divertido.

Hasta que un carcamal con pelo canoso, también conocido como Jerry, me empezó a dar un tema de conversación.

-Muchacha, como sigas sacando brillo a la barra la vas a desgastar.

-Lo sé Jerry, pero es que no hay casi ningún cliente-Dije secándome las manos en el delantal de mi uniforme.

-Está el señor Miller.

-Ya, pero el tacaño del señor Miller no deja propina nunca.

Y yo necesitaba esa propina si me quería largar de aquí.

Nunca te podrás largar de aquí.

¡Cállate subconsciente estúpido!

Me recogí en un despeinado moño mi cabello castaño, que contrastaba con mis ojos de una mezcla de azul y verde claros y me dispuse a irme a mi casa, ya que eran ya las 6 pm de un Jueves por lo que hoy la cafetería cerraba antes.

Me quité el uniforme, me puse mis jeans y una camiseta negra y me despedí de Jerry.

Me dirigí hacia el aparcamiento, pero vi a un ladrón intentando hacer un puente a mi blanca-y roñosa-camioneta.

El ladrón era poco inteligente, porque porfavor ¿Llevarse mi camioneta? Había coches muchos más lujosos en la zona.

-¡Eh, tú!-Dije llamando al ratero.

-¿Me hablas a mi?-Dijo el chico, que era, para mi sorpresa, más o menos de mi edad, aunque llevaba algún que otro tatuaje en los brazos.

-No, le hablo a la farola, es que la veo triste-Dije cruzándome de brazos.

-Ah, pues que interesante, por mi puedes seguir hablando con ella linda-Y siguió haciendo el puente a mi camioneta ¿Pero quién se creía?

Sí que es estúpido, no entiende el sarcasmo.

-Deja a mi camioneta en paz imbécil.

-¿Tu camioneta? Es de un tal Jordan querida, así que si ves a tu novio, hermano, o quien sea Jordan, dile que al menos intentaste detenerme, ya que-hizo una pausa-todos sabemos, que no lo vas a conseguir- Y no, el ladrón no lee las mentes, es que pone Jordan en la parte trasera, pero a Robbin, mi mejor amigo, le pareció creativo, obviamente a mi no, pero lo puso a traición...¡¡¡ROBBIN TRAIDOR!!!

Eh, eso me ofendió, ¡Yo no soy un chico! ¡Y tampoco una flojucha!

-Que casualidad, porque "ese tal Jordan" , soy yo imbécil, así que largo de aquí-Dije dando un paso más cerca de él.

-¿Y qué vas a hacerme? ¿Eh linda?

E hice lo primero que se me ocurrió, pegarle una patada en la entrepierna.

Ale, por robarme el coche, a eso lo llamo yo Karma, con una pequeña -gran-ayuda mía, pero sigue siendo el Karma ¿no?

Bah, ese no es el punto, el caso es que cogí mi oxidada camioneta lo más rápido que pude y salí de allí como un rayo.

Legué a mi casa emocionada, hoy era el gran día.

Hoy por fin me iba de este pueblo.

Subí las escaleras hasta llegar a mi cuarto, cogí mi hucha de cerdito y la rompí, y ahora miles de pedacitos rosas estaban esparcidos por es suelo.

My skate and IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora