Marina, así me llamo. Apenas tengo diez y ocho años, pero se que tengo la suficiente experiencia en la vida para dar unas cuantas lecciones de vida. Unas cuantas las he aprendido de casos ajenos, otras muchas las he tenido que aprender por mi misma. Siendo sincera no todas me gustaría haberlas aprendido por mi. Pero suelo pensar que todo pasa por algo, entonces aprenderlas estaban previstas en mi libro, el de mi vida. Por mucho que piense que podría haberlas evitado no lo habrían hecho; y aun habiéndolas evitado nadie sabe que habría podido pasar si no. Para que pensarlo si ya no van a cambiar. Cambiar, esa es una palabra que me han dicho mucho a lo largo de mi pequeña vida. Ya la he oído bastantes veces. Y las que me quedan por oír supongo. No siempre ha sido para bien. Casi siempre es para mal. Pero esa también es una palabra que no me suele hacer pensar en aplicarla. La verdad no porque me la digan muchas veces la aplicaré. Considero que mi persona no tiene porque cambiar solo porque una persona que quiera hacerme daño o abrirme los ojos según su parecer yo vaya a decir cambiar. A mi me gusto. No siempre. Pero no estoy dispuesta a cambiar y menos de un día para otro. Pero eso no es lo importante hoy. Hoy yo ya no volveré a ser la misma. No cambiaré, pero tampoco seré la misma. De eso estoy segura. Diez y ocho años me han servido para darme cuenta de que una pequeña pelea, discusión o problemita no pasan de largo. Es como tu historial medico, un simple uñero sin importancia puede acabar con tu vida del día a la mañana. Y eso que tu no le dabas importancia no? Quizá no, pero cuando se va acumulando todo acabas por explotar. Eso mismo me pasó a mi. Es por eso que he tenido que aprender a controlarme si no quería perder. Perder, el amor que ya he perdido otras veces, perder, las pocas amigas que me quedaban, pero sobretodo, lo que algún día yo misma crearé. Siempre he pensado que lo más importante eres tu misma, no es egoísmo, es el simple hecho de que la primera que no debes sufrir eres tu. Si sufres te aseguro que al final tu no sufrirás mas pero la gente que te quiere si. Yo ya he hecho sufrir mucho a la gente y al revés. Más al revés normalmente. Lo que me ha hecho aprender que la cobardía no es no afrontar tus problemas, la cobardía es rendirte sin buscar soluciones. Yo soy una cobarde.
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~ Relatos de una vida ~
Non-FictionTodos somos capaces de ponernos en el lugar de otro, salvo en mi caso. Nadie sabe ni sabrá igualar el caos de mi mente. Descubre un viaje por la mente de ma y aprenderás que lo imposible, es posible.