You... •||Minho||•

8. "Miedo a la oscuridad"

Narra ____...

No puede ser, el idiota de Onew me dejó marcada la mano el la pompi, ¿que dirá Key ahora? Bueno, Key jamás me ha visto las pompis, pero hay que prevenir...

Entré al baño a lavarme la cara y miré por la ventana del baño que daba al gran bosque que tenía la casa de Onew atrás, siempre me dio miedo ese lugar.

De pequeña me perdí ahí, tenía como 8 años y eran como las 5:30, ya se estaba poniendo oscuro, pero también estaba claro, donde sólo se podían distinguir los árboles negros y cualquier persona que viniera hacia ti corriendo con un cuchillo. Lo se, exagero pero en serio le tengo miedo a ese lugar.

Cuando me perdí empecé a caminar por todo lado, no veía mis pies pues ya estaba oscuro y sólo veía algunos árboles y algunas nubes que aún se veían claras. Pasé corriendo de árbol tras árbol y no encontraba la salida.

Recuerdo que empecé a caminar más lento ya que no se veía nada, el sol se había puesto y sólo se oían las hojas de los árboles moverse con el viento, algunos animales y los crujidos de las hojas que estaban en el suelo y que mis pies aplastaban, lloraba ya que no encontraba a Onew ni a Jonghyun y corría cada vez más rápido tratando de salir pero no tenía éxito.

-¿¡Jonghyun!?- grité mientras las lágrimas salían de mis ojos - ¿¡Onew oppa!?- volví a gritar.

No encontraba un camino o alguna luz que me indicara la salida, nada. Empecé a escuchar las hojas crujir pero no podía ser yo ya que estaba quieta, y empecé a correr.

Escuchaba como venían hacia mi y sólo sentí cuando me jalaron del brazo con fuerza y yo lloraba.

-¡Sueltame!- le grité.

-____ tranquila, soy yo...

-¿Jonghyun oppa?- mis ojos habían dejado de llorar al ver a mi hermano iluminado por la luz de una linterna.

-Si, tranquila ____, te estuve buscando por todos lados, no te encontraba y le dije a Onew que me prestara la linterna.

Abracé a Jonghyun lo más fuerte que pude y volvimos a casa de Onew.

Ese día fue uno en los que más tuve miedo, pero Jonghyun siempre estuvo para mi en esos días, realmente era el mejor hermano del mundo.

No me había dado cuenta de que ya comenzaba a oscurecer, por estar recordando ese día oscuro muy parecido a este, me volvió ese sentimiento de miedo, sentí que si cerraba los ojos y los volvía a abrir sería de nuevo la niña pérdida en aquel bosque gigante sin salida.

Rápidamente salí del baño con lágrimas en el rostro, tenía un muy grave trauma con ese bosque, tenía que admitirlo, le temía a la oscuridad.

Me tiré a la cama de Onew y lo abracé con todas mis fuerzas aún con las lágrimas en la cara. Minho me miró con el ceño fruncido y Onew me empezó a dar palmadas en la espalda.

-¿Otra vez viste por la ventana?- me preguntó y yo asentí escondiendo mi cara en su pecho aún abrazada.

-¿Que hay en la ventana?- preguntó Minho y fue al baño a averiguar.

Volvió con el ceño fruncido de nuevo y me miró.

-No hay nada, sólo árboles además de que está oscuro y no pude ver que te asustó- dijo con la cara sería.

-Eso es lo que la asusta- dijo Onew abrazándome y Minho lo miró confundido.

-¿Que?

-Eso es lo que asusta a ____, cuando ____ tenía 8 años se perdió en el bosque por 4 horas y no supo como salir hasta que Jonghyun la encontró, desde entonces le teme a la oscuridad y a ese bosque aunque hay que admitir que da escalofríos, siento que si voy ahí en cualquier momento sale a matarme Chucky- dijo Onew estrujandome.

-Oh, lo siento, no quería incomodarte ____- me senté y me sequé las lágrimas con la manga de la camisa de Onew.

-No te preocupes, se que es algo estúpido pero desde pequeña tengo ese trauma y no tolero la oscuridad.

-Vas a matarme por esto que te voy a preguntar...- me dijo Minho sonriendo.

Oh no.

-¿Como haces para dormir?- dijo riendo.

56 veces... 56 veces me han hecho esa pregunta.

Le lancé un peluche que tenía Onew en forma de pollo frito a Minho en la cara.

-Duermo con una vela, no molestes- dije cruzando mis brazos y haciendo puchero.

-¿No prefieres que te compré una lamparita de noche con forma de tren chuchu?- le di una patada a lo que se llevó ambas manos a la rodilla con cara de dolor - ¡Mierda! Para no traer zapatos puestos pateas muy duro.

-A mi también me dolió así que cállate- dije agarrando mi pie ya que me había doblado los dedos cuando pateé a este idiota.

-Esa es mi chica- dijo Onew chocando los cinco conmigo.

-Cállate pollo, ¿vamos a ver la película si o no?- pregunté cobijandome junto a Onew.

-Si, pero... Ve por unos pantalones, me tientas asi- dijo Onew sonrojado, inconscientemente miré hacia abajo y vi que debajo de la cobija había un bulto, Minho también lo notó y nos estallamos de la risa.

Fui a buscar un pantalón y me senté en el mini sofá con Minho. No quería provocar más a Onew.

Vimos la película y de vez en cuando Minho sacaba su celular y suspiraba como diciendo “No de nuevo” y yo lo miraba pero el no me dirigía la mirada en ningún momento.

Al final de la película como siempre, me puse a llorar, estúpida película que es demasiado tierna.

Eran ya como las 5 de la tarde, Minho y Onew estaban dormidos y mi estómago empezó a gruñir, tenía hambre...

Nooo, ¿lo juras?

Cállate consciencia.

-Oppa Yah- llamé a Onew.

-¿Que quieres mocosa?- dijo despertando.

-____ tiene hambre- dije haciendo aegyo.

-Ve a cocinar algo, tu eres la mujer...

-Eso es machismo, pero que más da, moriré de hambre- dije cruzando mis brazos.

-Ugh, tu pequeña mocosa, mira, a las seis tengo una cita en el hospital, ya saben, chequeos y eso, necesito que cuides a Gomita, cuando Minho despierte le dices a donde fui- dijo vistiéndose - Nos vemos luego- me dio un beso en la frente y se fue.

Aigoo, ¿que se supone que haga con un perro de 3 meses y un chico de 18 años dormido en el sofá? Ding ding ding... Idea.

-¡Gomita!- llamé a la pequeña perrita la cual era un pomerania color blanco con un vestido rosa, si, Key vestía a la perrita.

La pequeña criatura vino corriendo hacia mi y yo inmediatamente la alcé y la comencé a acariciar.

-¿Me extrañaste? Hace días no vengo. ¿Quieres ayudarme a hacer una pequeña bromita?- la perrita me respondió con un aguda lafrido.

-Bien... Vamos- dije yendo a la cocina.

Esto estaría genial.