01. LEAVE BRITNEY ALONE.

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Hace mucho que no escribo en celular y me hago el trabajo de hacerlo, pero esto es de vida o muerte. Algo sumamente importante que no podría dejarse en manos de cualquiera y, en realidad, esto lo puede leer, irónicamente, cualquiera.
Soy una semidiosa con estupidez nivel cinco, no me subestimen.
Volviendo al asunto dramático de vida o muerte hoy puede que muera, y aún cuando da miedo ya no importa, ósea ¿han probado insultar a los olímpicos desde que descubrieron que su madre es una titánide? En la práctica me hice mucho mejor de lo esperado, de hecho tengo un récord de gritar «¡Hijo de Hera!» mas de veinte veces al día. Aún así, me gustaría probar algún chiste de “tu mamá es tan fea que…” a los cuatro vientos, pero, realmente solo vivir me da una pereza horrible. En fin, voy a morir, seguramente, sí.
Pero poco tengo que perder, ¿Campos del castigo? Seguramente.
Me importa tan poco esta situación que seguramente habría que ser un hijo de Hades para aceptarlo tan bien, todos están condenados. Creo que es por ser familiar del tío Thanatos, lo emo esta en la sangre de la familia.
Pero comencemos desde el inicio.

Todo se volvió extraño cuando me escape de casa, hartandome del trato de mis padres hacia mi. Pensé que todo mejoraría, que la culpa se encargaría de ellos hasta algún punto.
Pero son adultos necios, no pude esperar de menos.
En aquel momento me encontré sola y perdida en las varias calles de Viña del Mar, hice algunos contratos con vagabundos si me dejaban dormir en su cartón mojado y así. Estuve una semana de esa forma y nunca me sentí tan viva y tan asustada al mismo tiempo, tal vez pedía que me matara un carro pronto pero también quería saber que me esperaba en el futuro. Era un sentimiento extraño. Hasta que aquel día llegó.
Estaba en un callejón, mirando al infinito y mas allá, pensando en el significado de la vida, por no decir que básicamente buscaba descansar antes de buscar en la basura algo para comer. Un chico raro apareció completamente apresurado y nervioso.
—¡Tú! ¡Semidiosa!
Me dijo gritando, parecía histérico. Un borracho cualquiera.
—Hombre, ir al bar tan temprano no es algo sano , ¿bien? Controla esos horarios—le dije de forma sarcástica. Debería irme antes que se le ocurriera algo extraño.
—¡No entiendes, debemos irnos! ¡Antes que ellos lleguen!
Y de ahí se lanzó a mi, comenzando a correr. Me tomó de la muñeca y yo protesté. No quería salir en las noticias nacionales después de que estaba muerta en una zanja, pero como soy de la calle no creo que le importe a nadie en realidad.
Desaparecida, sola, pero por lo menos pude vivir un poco. Tampoco importaba mucho.
—¡Hay cíclopes por aquí, estuve buscándote por días!—comentó el tipo que tenía un poco de olor a hierbas. Lo que me faltaba, un drogadicto.
Sería mejor seguirle el juego, siempre era divertido hacerlo. Terminabas haciendo cosas que nunca te habías esperado: una vez termine tirándome de una ventana, casi morí, pero bueno cosas del trabajo. Aún así es mejor no preguntar como sucedió, arruinaría la magia extraña que tenían los drogadictos. Aún así esas cosas no son buenas en lo absoluto, no lo hagan, niños.
—¡Yo igual! He visto los cíclopes, trataron de comerme.
Le dije tratando de dejar mi voz monótona.
—Tú… ¿tú lo sabes?—dijo el tipo extraño volteando unos segundos. Estaba sorprendido y sus ojos no parecían rojos. Quizás olió mucha gasolina.
—¡Claro que lo sé! ¿Cómo no? ¡Negar mis raíces es imposible!
Y, oh, vaya. Estaba tan mal.

Al final seguí al tipo lejos, miraba a todos lados como si alguien se lo fuera a comer. Yo lo seguía solo para hacer algo en el día.
—¿Cuánto queda?—pregunté.
—Un poco, debemos llegar al campamento—me respondió—¡pensaba que no sabías que eras una semidiosa! Es raro que lo hagan.
Yo solamente asentí.
Después de otro rato encontramos un campamento, era extraño. Pasé y observé. Vale, al parecer el tipo ese me pegó sus alucinaciones. Podría tener algo divertido de lo que burlarme antes de que alguien me matara.
—¡Quédate aquí! Debo decirle a alguien que no dejé morir a otro semidiós mas.

En pocas palabras lo que sigue de esto es asustarme, estar histérica y paranoica. Un tipo mitad caballo se presentó ante mi, me dijo cosas extrañas y me mandaron a una cabaña a ver un vídeo.
Lo que decía el tipo era verdad, ese era un campamento de semidioses y el tipo caballo era un caballo de verdad. Los tipos cabras que vi a la lejanía en los bosques no era exactamente una ilusión de gente cabra.
Pero al final de dos semanas me pude acostumbrar a ese pensamiento, de que todo era real. Me agradecí a mi misma de que lo era. Quizá de alguna forma quería salir de ello, tenía miedo de que fuera una ilusión.
Pude hacer unos amigos en mi estadía: Una chica que era hija del dios Apolo, otra, hija de Hécate. Fue raro al principio socializar y decir algo como «¡Hola! ¡No sé si son una ilusión o realmente un sueño cualquiera porque caí en coma pero acepto este mundo!».
Era divertido. Hace mucho que no era así. Tal vez por eso lo acepté tan rápido,  pero sigue siendo raro en la actualidad.
Tras pasar el tiempo conocí mejor a todos los campistas. Buenas personas, unos que otros eran algo patosos, mas que todos los chicos de Apolo.
Todo el día quejándose del amor.
Pero meh, eso no importaba mucho. Sinceramente me gustaba escuchar todo lo que decían hasta que se ponían a llorar porque algún novio suyo se murió porque le golpearon con un Boomerang. No entendí bien la historia.

Finalmente en invierno me reconocieron. No habían campistas casi, puesto que por ella época todos estaban haciendo sus cosas de estudios o la pasaban con su familia. Me hubiera gustado que conmigo fuera igual, tomar un poco de tiempo libre de todas las tareas. Porque al final, quieras o no, recolectar fresas todos los días se volvía monótono.
Lo único raro de ella vez fue cuando me reconocieron, no sé si a mi madre le gustaba ser crue…, no, ello es obvio. Ella ES cruel.
Estaba recogiendo frutillas, caminaba con dos cestas llenas en la mano y en la fogata.
En la fogata. Maldita fogata. Por alguna razón sentía que la diosa del hogar, Hestia, me odiaba por no saludarla el primer día ya que tenía un ataque de pánico y no había llegado como cualquiera diciendo: “ESTA ES MI ZONA”, y consagrándolo de esa forma.
Pero, no pude tener peor suerte; Una de las cestas se me cayeron en la fogata al tropezarme con una roca que pasaba desapercibida pero si había sido una muy hija de Hera la muy altanera. En aquel momento un chico de Apolo me alcanzó, observando como estaba estampada en el piso comiendo pasto. Me levanté quitándome lo verde de la ropa hasta que miré que me apuntaba, grito algo de que estaba siendo reconocida.
Alcé mi cabeza: Una balanza con dos espadas cruzadas en el fondo con un brillo morado tirado a rojo.
—¡Haz sido reconocida como hija de Némesis!
Gritó uno de los sátiros, quien que nos estaba entreteniendo mientras sacaba las frutillas y espiaba que nadie se las comiera. Rápidamente apareció el hombre caballo de antes, explicando algo de mi madre.
—Némesis es la diosa del balance, la retribución y justicia. Haz sido reconocida como su hija…, pero aún así es una titánide. Perteneces a la cabaña 16, ve a buscar tus cosas e instálate.
Nada mas.

Esa cabaña solo se sentía abandonada, fea y sola.
Pero no estaba tan abandonada, fea y sola como Hera. Chúpate esa.
Aún así en el campamento mestizo me esperaba mucho mas que una cabaña sin personas. Alrededor de un mes que Invierno comenzara un mensaje Iris se presentó en el campamento, la diosa, Atenea, demandaba nuestra presencia. El hombre de My Little Pony nos reunió a todos, ósea, dos personas y yo. Los demás estaban en misiones o con sus padres o llorando porque su fanfic favorito estaba en hiatus.
—Veréis, mis estimados. Mi padre, Zeus hace años me dio un carro de Sopaipillas hecho de oro puro y lo han robado. Creo que ha sido Jesucristo. Maldito sea ese sucio cochino siempre envidioso de mi papi—comentó la diosa—… por lo que quería mandar a héroes a que lo recuperaran.
La diosa miró a todos lados, buscando mas campistas—No me digas que solamente están esto tres inútiles—comentó mirando a los tres campistas y luego al hombre caballo—, a mi papi no le gusta esto. Sabe que Némesis no le perdona desde que originó el Furry real con ella—comentó mirándolo apunto de dar una pataleta.
—¡Bueno, por lo menos mi mamá no se presenta como un holograma de los Power Rangers!—protesté. La diosa me ignoró porque sus ojos de odio infinito estaban sobre el hombre Rainbow Dash.
—Sí, sobrina. Solo ellos, un hijo de Apolo, uno de Hermes y la otra chica de Némesis—comentó el My Little Pony andante. O mejor le digo centauro, me estoy aburriendo de inventarle nuevos nombres.
—¡Que solo vaya el chico de Apolo y de Hermes! No quiero relacionarme con esa tonta de Némesis—exigió la diosa.
—¡Es muy peligroso! Las misiones de dos salen mal. Tienen que ser de tres porque iluminati.
Y tras esa razón dada (que no fue así, solamente me aburrí de escribir) por el centauro Atenea aceptó que podía ir con los otros chicos.
Si que quería ese carrito.

Yersassy y el carro de sopaipas de Atenea.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora