NIKKI
No sé cuántos tragos llevaba pero habían pasado de cinco seguro. Además había perdido de vista a Nate y Kendall, y la última vez que vi a Shay fue al entrar. De seguro estaba en el reservado con Mike o ya se habrán ido a un lujoso hotel.
Estaba en el centro de la pista bailando, no conocía a ninguno de los presentes pero tampoco me importaba, estaba decidida a ir a por otro trago pero sentí a alguien colocarse detrás mío y bailar a mi ritmo. Se acoplaba genial a mis pasos y la fricción entre los dos cada vez era mayor, aunque estuviese algo pasada de copas sabía bien lo que hacía, solo que lo hacía con demasiada felicidad.
El chico al que no le veía ni la cara, aunque espero que esté bueno, se pegó mucho más a mí si era posible y ahí es cuando sentí su erección. Esta era la parte que estaba esperando para separarme, me encantaba hacerles enloquecer para luego dejarles ahí con las ganas, sobretodo a los que se acercaban a mí de esa manera tan poco agradable. Me di la vuelta para ver como era y a decir verdad estaba bueno. Tiene el pelo rubio y unos ojos verdes, podía notar en ellos lo excitado que estaba. Él creyó que me giré para seguir bailando con él así que se arrimó a mí pero yo retrocedí.
—¿No te apetece terminar lo que hemos empezado en el baño?—dijo sonriendo de manera traviesa.
Me empecé a reír en su cara, pobre incrédulo si se pensaba que podría tener una oportunidad conmigo.
Sin siquiera dar explicaciones me di la vuelta dejándolo parado en mitad de la pista con una creciente erección.Caminé hasta la barra para pedir un trago y en eso me encontré con Ken, iba muy pasada de copas.
—Eyyyyy, pero qué guapa estás.—Kendall borracha era todo un personaje digno de reality.—Tienes un culo que no lo supera ni Kim Kardashian.—soltó una sonora carcajada que hizo que las personas que estuviesen al lado se volteasen para mirarnos.
—Anda venga, deja de beber. ¿Dónde está Nate, no se supone que iban a ver quién ligaba más esta noche?—a veces ellos dos con lo infantiles que son hacían ese tipo de retos estúpidos y quien perdiese tendría que hacer luego una locura. Esa parte nunca me la pierdo, la última vez Nate tuvo que hacer de stripper en mitad de una tienda a la que fuimos, le acabaron echando.
—Está con una chica y no veas que chica, tenía unas tetas super super grandes.—está loca, cuando está borracha está muy loca.—Bueno me voy que tengo que seguir con la apuesta, de momento llevo seis tíos.
Y sin más se bajó del taburete. Yo le pedí un trago al barman y después de eso volví a la pista para seguir bailando. No sé si eran los tragos o algo pero me daba la sensación de que habían disminuido las luces y la pista estaba mucho más llena.
Llevaba como diez minutos bailando que ya tenía un chico detrás, y ya estaban tardando en arrimarse como cerdos, aunque dirán que es culpa mía, pero me encanta dejarles con las ganas. Eso me pone muchísimo.
Nos movíamos de manera desenfrenada bailando al ritmo de la música, nuestros cuerpos encajaban a la perfección bailando y llevaba un rato sientiendo su ereccion en la parte baja de mi cintura. Sí que es alto este chico, fui a girarme para darme la vuelta pero me agarró de las muñecas y me mantuvo pegada a él. Aumentó el ritmo de fricción y cada vez era más notorio lo excitado que estaba.
Con lo borracha que iba no me importó mucho, pero sabía que en algún momento iba a parar y él parecía que no tenía la misma intención. En un descuido por su parte conseguí darme la vuelta y me quedé sin palabras. Era guapísimo, tenía el pelo negro y se le caían unos mechones sobre la frente que lo hacían ver jodidamente más sexy. Para rematar sus ojos eran azules.—¿Qué me vas a hacer lo mismo que les has hecho a todos los demás o haces una excepción?—su voz derrochaba prepotencia y egocentrismo.
Al principio me quedé desubicada. ¿Cómo sabía él lo de los otros chicos? ¿Por qué narices está tan bueno y, como no, es tan prepotente?
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CLOVER
Teen FictionSolo atrévete a conocernos. A conocer a tres bombas de relojería que en cualquier momento van a explotar.