Seguir intentando

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Marinette se levantó rápido de la cama, pero al ver el despertador vio que eran las 4 de la mañana. Aún ni siquiera amanecía. Se acostó nuevamente, feliz de poder dormir otro rato más antes de ir al colegio. La noche anterior había llegado tarde a su casa gracias al akuma que se había aparecido.

Se giró y pudo ver la rosa roja del gato sobre su escritorio, gracias al joven había logrado convencer a sus padres de haber llegado antes a su casa. Les dijo que se había quedado dormida y por eso no había bajado antes.

Recordó su conversación en la terraza con el gato. Le resultaba un poco extraña la repentina confianza que había tenido éste al hablar con ella. Ellos no se conocían, bueno ella no lo conocía de esa forma y él tampoco. O eso suponía, en realidad no lo sabía, quizás era alguien que había visto en for a de civil. Decidió prestar más atención a las personas que la rodeaban.

Volviendo a la conversación, ella le había dado consejos sobre como conquistarla, bueno, de como conquistar a Ladybug. La cosa es que se sentía mal, él nk tenía muchas oportunidades con ella, sentía que le había mentido. Pero él se veía tan indefenso, vulnerable, triste. Sabía exactamente como se sentía. Nunca lo había visto así. Había descubierto un nuevo lado de él, y le agradaba, incluso le resultaba interesante, quería seguir conociendolo.

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Mientras desayunaba Adrien no podía dejar de pensar en la noche anterior, la salido no había salido tan mal. Había logrado hablar con Marintte, lo cual era muy bueno. Además había podido ver un lado distinto de la chica y había disfrutado del momento junto a ella, quizás podrían ser amigos de esa forma. Tenía pensado verla esa misma noche.

Con respecto a Ladybug, le apenaba no haber podido hablar con ella, pero gracias ello pudo estar con Marinette. Esperaba que sus consejos le ahudaran.

Luego Pensó que quizás se había mostrado con mucha confianza con la joven, ellos no se conocían de esa forma, ella debía conocerlo por se quien era, pero él no la conocía.

Al salir de su casa para ir al colegio decidió poner en práctica los consejos de la chica esa misma noche cuando viera a su amada.

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En la escuela Marinette logró concentrase un poco más, se sentía mejor. Durante el recreo la llamó la mujer que le había encargado el vestido en el que trabajaba, le dijo que lo quería para el viernes. Era miercoles y aún no lo empezaba, tendría que quedarse hasta tarde para poder avanzarlo. Esa tarde iría a comprar el resto de las cosas.

Al regresar a clases se encontró con Adrien

-H hola Marinette ¿cómo estas?- dijo un poco nervioso

- hola, p pues bastante bien, solo un poco estresada ¿y tu?- notaba un poco de tensión en el aire, lo que le provoco un leve sonrrojo.

-con muchas cosas en la cabeza, pero bien... creo que deberiamos pasar a a clases- ambos se apuraron en entrar, la campana ya había tocado

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Luego de salir del colegio e ir a comprar los materiales Marinette se dirijió a su casa para comenzar el vestido.

Era uno bastante elaborado pero de terminación sensilla, sería de corto hasta la rodilla, de un color azul claro y con bordados blancos. Amaba ese diseño. Era la tercera vez que hacía algo importante, la primera había sido el sombrero y la segunda la bufanda para Adrien. Se sentía feliz pero no tenía mucho tiempo.

Luego de dos horas trabajando ya el sol se había ido. Le había pedido a su madre que le dejara la cena en la heladera, que luego ella bajaría a buscarla.

Mientras tanto el gato se encontraba haciendo guardia por la ciudad en búsqueda de algún akuma y de su amada que aún no se presentaba. Luego de una hora de buscarla decidió rendirse y descansar u rato. Quizás la viera mañana. Se sentó en el borde de un techo y deshizo su transformación.

- hoy tampoco es tu día de suerte Adrien- dijo Plagg

-Al parecer no, quizás mañana la vea, me gustaría solo pasar un rato con ella o tomar un helado, no sé.

-Bueno, aún el día no se termina, y además prometiste visitar a alguien

-Marinette, casi lo olvido, pasé pun lindo momento con ella ayer- sacó un trozo de queso de su bolsillo y se lo convidó a su kwami- apurate Plagg, no es bueno dejar esperando a una princesa

Así se transformó en Chat Noir y se dirigió a la casa de la joven.

Mientras ella trabajaba la figura azabache subía con agilidad a la ventana de la habitación. El gato pudo ver que se encontraba sola inmersa en la máquina de coser. Solo tenía la luz de su escritorio prendida. Se veia tan bella aún estando en piyamas y un poco despeinada. Al costado de ella pudo ver su rosa, provocandole una pequeña sonrisa.

Golpeó con suavidad el vidrio, ella se dio vuelta exaltada y se paró de su silla para abrirle. Pero la ventana se atascó y no lograba abrirla del todo. El chico la empujó y se abrió de repente provocando que cayera sobre la chica.

Ella se sonrrojó fuertemente, ambos se miraron. La chica se perdió en esos ojos verdes. Poco a poco el muchacho se acercó a su rostro. Sus alientos se mezclaron. En eso la joven logró raccionar empujando al gato y liberandose de él. El gato se paró rapidamente y le tendió la mano a Marinette.

-disculpe princesa, creo que la próxima entraré por la terraza- dijo totalmente avergonzado, casi se dejaba llevar por el momento.

-Gato tonto, no vuelvas la hacer eso- dijo la peliazul totalmente roja.

-¿Alguien te dijo que el rojo es tu color?- habló con tono burlón volviendo a ser el mismo de siempre- y... ¿que haces?

- Trabajo en un nuevo vestido, me lo encargaron para el viernes. Recién lo comienzo. - el chico se acercó al escritorio

-la tela es muy linda, ¿puedo ver el diseño?- dijo tomando el cuderno de Marinette

-Claro... es este- señaló el dibujo, era realmente bello. Mirando con atención, podía verse en el interior unas letras

-¿que dice aquí?

- Es mi firma personal, todos mis diseños lo tienen- el gato recordó el día de la presentación de los sombreros, se lo había explicado a su padre. Siguió mirando el cuaderno cuando encontró un pequeño dibujo de un chico con una bufanda

-¿quien es él?

-Oh pues- se sonrrojó un poco- es Adrien, un compañero de clases, le hice esa bufanda para su cumplaños, pero por alguna razón cree que se la dió su padre- no podía creerlo, ¿ese regalo era de ella?

- ¿Y no le dijiste nada?

-Pues se veía muy feliz sabiendo que era de su padre, no quice arruinar el momento- dijo rascandose la nuca. La cara del chico se tiño de un leve color rojizo. Le sorprendía eso.

- y... ¿ él te gusta?- ahora ella parecía un tomate- con que sí, ¿porque no le hablas?- acaso le estaba dando consejos para enamorarlo?, que estaba haciendo?

- pues él ya sabe sobre lo que siento, pero me recohazó, aunque fue gentil. No sé, supongo que debo rendirme.

-Entiendo el sentimiento, me pasa lo mismo con my Lady, pero no quiero hacerlo. Quiero seguir intentando

Ambos quedaron en un silencio incómodo que fue interrumpido por el sonido del traje del Gato

- bueno creo que debo irme princesa- se acercó a ella y le dio un beso tierno en el cachete- hasta mañana

Bueno, otro capítulo terminado y con un dibujito mío, espero que les guste :3 (sé que lo aman) (?

Me disculpo por subir muy cada tanto, pero tengo una vida fuera de esto, hay veces que no estoy con ganas de escribir o prefiero hacer otra cosa.

Muchisimas gracias por votar (más de 20 votos :D) y cometen si algo no les gusta o si algo les gusta o si quieren comentar xD
Besos :3

Un amor distinto (Miraculous Ladybug)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora