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Llego. Corriendo. La madre de Chloe encontró a su hija en el piso, vio que apenas respiraba, las lágrimas brotaban de sus mejillas, su hija, su pobre y única hija estaba tan débil, como nunca antes la había visto.

Llamo a la ambulancia. Se la llevaron al hospital, nada tenía pero volvió distinta, había algo diferente en ella.

La rubia despertó muy extrañada. Su habitación era la misma pero ella no, ella se sentía distinta.

Mamá –Llamo Chloe, con todas sus fuerza, las cuales era débiles debido a su situación.

Su madre subió en segundos a su habitación, no quería verla en la situación de la noche anterior.

Mamá, ¿qué pasó? –Suspiro, le dificultaba hablar, estaba muy cansada- digo, anoche. ¿Qué sucedió?

No lo sé, Chloe.-dijo su madre, se le veía bastante angustiada- yo.. Estaba en mi habitación –comenzó a relatar-  y sentí que algo cayo, ese algo eras tú –los ojos de la rubia de más edad se cristalizaron- yo.. te vi tan débil, dios... fue horrible –sollozo

Quieres decir... –trato de comprender, la joven- que, ¿no saliste?

La madre negó con la cabeza. Chloe tenía muchas dudas. ¿Quién había gritado? ¿Quién dejo el post it? ¿Quién dejo la comida en el horno? ¿Fue acaso la comida, la causante de su "desmayo"?

La rubia no pregunto. No quería preocupar a su madre. No quería saber nada. Bueno, si yo fuese ella, tampoco querría saberlo en lo absoluto.



No me sigas, por favor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora