Imaginé un Mundo sin Ti.

Episodio 0 : Prólogo.

Quizás, luego de 4 años, aun no me acostumbro a la falta de “Ellos”, quienes con sus varas con estrellas al final me cumplían los deseos mas locos para un niño de esa edad. Pero luego de mi décimo segundo cumpleaños, y el hecho que mis padres me llamarán "Lo suficientemente maduro para una niñera", ellos se fueron.
Quizás algún día los vea, en mis hijos, porque espero jamás olvidarlos. Y me sorprende que mi me memoria siga intacta, con los recuerdos de ellos y... de él.

Los días, para Timmy, eran más o menos una rutina muy monótona. A las 7 estar vestido para ir a la escuela, desayunar con velocidad mientras se despedía de sus padres, los cuales ya poco notaban su presencia, y luego ir al bus escolar, al lado de su amigo Chester, ya que 'AJ' fue llevado a un programa estudiantil especial.

Sea complicado de creer, Timmy logro pasar ese molesto 4to año y a su psicótico profesor Denzel Crocker, ya que los padres de Timmy tomaron cartas en el asunto, dejando en evidencia que las malas notas y el bajo rendimiento académico de él se basaba en el desprecio y el odio de su profesor, lo cual fue tomado hasta en un juicio, logrando el despido de Crocker, y la posibilidad de un tutor a Timmy. Lo prepararon y básicamente logro ir a 5to y así hasta su actual año secundario superior. En dos años acabaría su estudio, y lograría buscar una buena universidad, para seguir su vida.
Muchos pensaría que él estaría alegre o algo así, pero no, esos últimos años, y mas de presente pues cada día disminuía su presencia escolar, lograban que la melancolía de Turner estuviese todo el tiempo, hasta el punto que Chester ya acostumbrada ver a su amigo en un estado algo depresivo.
Es que, para Chester, lo que ocurría es que temía la pérdida de Trixie Tang, quien estaba ya en último año, becada en artes musicales, y así Timmy perdería su última oportunidad. Pero no, hace ya muchos años que Turner había dejado en el olvido ese romance y enamoramiento con la popular Trixie, pues sus ojos se posaban en algo que solo él veía, y, en la actualidad, con muy poca frecuencia.
Gary.

Y se revelaba su dolor en sus suspiros mientras sus ojos se posaban en la ventana del bus.

— Oh, vamos Timmy, anímate. Estoy seguro que hoy será un gran día. — Alegó con una sonrisa blanca y casi perfecta su amigo rubio.

— Si, desde que te quitaron los frenillos ya no hay malos días para ti. Pero yo no soy tú, Chester, y se que tú no eres yo. Y agradece que no lo eres. —  La voz del castaño sonaba decaída, como siempre, mientras acomodaba su nueva gorra. Negra con algún detalle en rosado, pues ese color le inspiraba la nostalgia que siempre le invadía.

Y mientras viajaban, con los ojos en la ventana, Timmy pensaba, recordaba y hasta debía esconder con dificultad alguna risa y sonrisa que un recuerdo le sacaba.
Como cuando entró en la casa de Cosmo y Wanda, donde vio a todos los antiguos ahijados de ellos.
O a Poof, al cual ya hace tiempo extrañaba, con los problemas que un bebé mágico provocaba.
O Gary. Gary y simplemente Gary.

Su Gary.

Ese amigo imaginario, que cuando cobro vida era un simple grano en el culo, pero con el paso del tiempo, le hizo falta.
Sus emociones se balanceaban en su pecho al pensar en el, le provocaba nostalgia, afecto, odio pues se fue, tristeza.

Era algo que ni él podía explicar.

— Oh Timmy, eso no es cierto, no es malo ser tú. — Chester seguía intentando animar a su amigo, que cada día parecía más un globo desinflado. — Sabes que eres genial, tus padres están contigo, eres atractivo, no tienes malas notas. ¿Y sabes qué más? No te rindes con tus amigos, sigues a mi lado. —

Timmy sonrió un poco con ese comentario, pero no respondió.

Solamente bajo del bus, esperando a su amigo. Una vez allí, abajo, extendió su mano hacia él, para tomarla.

Ese era su secreto, eran una pareja. Quizás no la mejor.

— ¿N-no te molesta esto, no? Fingir ser mi novio...— Murmuró su amigo rubio, cuando tomo su mano.
Timmy negó. ¿Por qué fingían eso, se preguntaran? Bueno, cuando AJ se fue, no solo se llevó mucho de la infancia, sino, el corazón del pobre, y este decidió que necesitaba algo para distraer su mente.

Y bueno, Timmy también, aunque jamás le dijo porque a su amigo. Él claro, cree que es porque Trixie, no necesita la realidad, es muy fantasiosa.

Timmy otra vez no contesto, abrazó al otro, dándole un beso en la mejilla, sin problema alguno.

— Eres el mejor novio falso de todos, Chester, deja de negarlo. Vamos, quiero entrar. — Dicho eso, comenzó a caminar, con su amigo abrazado, y las miradas sobre ellos.

Hace tiempo dejo de importarle si les ven raro, ellos hacen eso para relajar su cabeza.

La de Timmy más.

Porque su mente está en otro lado, en un mundo de fantasías y amigos imaginarios.
Como si lo observarán todo el rato, y él solo quisiera ser liberado de eso.
Como si en serio, unos ojos celosos no estuviesen mirándolo.

Porque, bueno, según su psicólogo, no hay nada.
Nada que deba extrañar...

¿Verdad, Gary?