Algún lugar en Quebec CanadaLa nieve había caído fuertemente durante la madrugada, trayendo un viento helado que calaba los huesos, pero mi mente no pensaba en esos detalles, no temblaba debido al frío sino a lo angustiada que estaba, pero no lo haría notar, otros verían esa debilidad y me tomarían por frágil, odio el menosprecio.
E
scuche un golpe ligero en la puerta y entro Vincent anunciando que los invitados estaban llegando, hice un ademán para que los guiara a donde me encontraba.
La puerta volvió a crujir y uno a uno fueron entrando, todos encapuchados cubiertos de nieve, estos seres que intentan lograr que alguien no los reconozca, se ven tan ridículos en sus capas.
Levante mi semblante aparentando una seriedad eterna
-Madeline, la más bella, estoy a tu servicio- tomo mi mano y deposito un ligero beso en ella, inclinándose ante mi, siempre me atrajo Evans pero sabía que era un don nadie.
Uno a uno inclinaron su cabeza descubriéndola y arrodillándose para besar mi mano, no me gustaban las caricias de estos gusanos, pero me halagaba que lo hicieran.
Ví sus expresiones de asombro cuando miraron donde nos encontrábamos y seguí sus miradas contemplando el enorme espacio que nos rodeaba, una biblioteca con algunos cientos de años de antigüedad, tan alta como alzaba la vista, tan espaciosa como para alojar a 200 individuos con libre espacio para cada uno, como me encantaba pensar en esas cifras, sabiendo que podía ayudar a esos miserables de aya fuera muriedo de frío pero yo alojaba libros, cuanto placer me causaba esto.
Todo estaba listo para la ceremonia, los triángulos dibujados en el suelo con sangre de cordero, no sabia por que le gustaba tanto esa sangre en especial a mi Señor, todos se fueron arrodillando formando un circulo, empezando por el de menor nivel hasta terminar con la persona mas importante, yo por supuesto.
Mientras se arrodillaban formando el circulo los observaba, analizaba sus pláticas y sus rostros, estos 65 individuos siempre me parecieron interesantes, cada uno tenía una razón para servir al Príncipe de la obscuridad, me resultaba interesante averiguarlo.
La luz se apagó y sólo quedaron encendidas una cuantas velas con aroma a nardo, sabía que esa era la fragancia que le gustaba más a mi amado.
Me arrodille y me encapuche también, comenzamos nuestras oraciones e inclinamos nuestra cabeza hasta tocar el suelo en 9 ocasiones, extendimos muestras manos hasta tocar las del otro y juntos alzarlas y proferir nuestra última oración.
Unas cuantas luces se prendieron pero continuamos de rodillas, aquella sensación de adrenalina mientras oraba y sentía que lo amaba era una de mis sensaciones favoritas.
Sentir que podía descender y abrazarlo con mis manos y tenerlo entre mis brazos, no había algo igual en toda la tierra.
Abrí los ojos y la votación ya se estaba realizando, uno a uno colocaron su voto en el centro del círculo.
En unos meses tendríamos la fiesta del Renacimiento, no era un ritual, sólo una celebración para recordar a mi amado, nos comeríamos un niño vivo y estábamos votando que madre lo ofrecería en sacrificio.
Hacia días que había elegido el nombre para esa ocasión, Victoria, una mujer sumamente hermosa, prometida a un hombre que me atraía mucho, la despreciaba con todas mis entrañas, el solo pensar en ella, me hacia pensar en todas las maneras de poder matarla, su voz dulce y su atrayente mirada... Coloque su despreciable nombre en la urna y sonreí
Me preguntaba quien seria la elegida, la esposa de alguno de estos gusanos quizás, ¿alguna desconocida pueblerina? ¿Algún familiar cercano a nuestro circulo? Va, no tenia importancia para mi, había mil cosas mas importantes que comerse un bebe
El hombre de mas rango después de mi, tomo la urna, hecha de la piedra mas fina, con detalles encrucijados como arreboles, tomo un pequeño trozo de papel y no lo abrió sino que lo paso a la persona que tenia en contrario mio, así era la selección, un nombre dado al azar.
El papel fue de mano en mano, sus miradas cuando veían el nombre eran de asombro, otros no disimulaban una amplia sonrisa, otro incluso se permitió soltar una fuerte carcajada.
El gozo era tal, que me sorprendí, una excelente candidata se había elegido sin duda.
Cuando llego a mis manos, no lo ví, solo sonreí confiada sabiendo que se había elegido felizmente
Levante mi mirada, quitando la capucha de mi cabeza y dejándola caer sobre mis hombros
- Esta decidido - dije con voz fuerte pero serena- el ritual de violación en contra de esta mujer esta permitido, hagan lo que quieran con ella, pero no la maten - pude ver sus rostros de asombro - haganla sentir que la aman y luego desprecienla si quieren, nos veremos en la fiesta del Renacimiento caballeros, dejen complacido a su Señor.
Se incorporaron y fueron despidiéndose poco a poco
Paúl fue el ultimo en salir, me miro sonriente y se marcho
Recordé que no había leído el papel que tenia en mis manos, lo acerque a mi y lo contemple
Madeline Vetancur
(Mi nombre)
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Escogidos
Teen Fiction¿Hay un propósito detrás de cada dolor, de cada lágrima, del amor? ¿O todo forma parte de la casualidad? ¿Acaso hay un propósito por el cual estoy aquí en la tierra? - Mi mente divagaba dándole vueltas a estas preguntas y una voz en mi interior me...