Trabajo en una librería artística, todo el tiempo aquí vienen cientos de personas distintas, de diferentes aspectos y formas. Pero hoy, hoy llego ella.
No se parece a ninguna chica que haya visto antes. El cabello castaño largo en forma de chongo despeinado, la ropa blanca manchada de pintura, los lentes se sostenían en el puente de su nariz y sus mejillas estaban llenas de pequeñas pecas que daban puntitos oscuros en su piel blanca como si de una muñeca de porcelana se tratase.
Comenzó a buscar en la sección de pintura hasta que su mirada se ilumino al encontrar lo que, al parecer, estaba buscando. Me llamo con un movimiento de la mano y yo ya estaba a su disposición. Me pregunto por el set de acuarelas mas barato y le hable de las distintas combinaciones. Junte los tres set de menor precio y casi reí con ternura al ver que no podía decidirse, finalmente eligió uno y yo lo envolví y se lo entregue con una sonrisa.
Murmuro un pequeño y tímido gracias antes de marcharse a paso lento.
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La Chica De Las Acuarelas.
Romance"Y comencé a llamarla La Chica De Las Acuarelas..."