La vida se compone de luces y sombras; algunas veces de sonidos y sueños, otras veces de tiempo y amor, pero lo que realmente compone a la vida son momentos.
Dicese que la vida no es mas que un pequeño suspiro, bueno, debo admitir que es el suspiro mas dramático, largo y cruel que he tenido. Pero no me adelantare a los hechos y comenzare por mi nombre -Heat Layla. Sí, se lo que piensan, pero como mi madre decía "un nombre peculiar para un hombre peculiar" y hay que ver cuanta razón tenia al decirlo, ya que no fue solo el nombre lo que resalto de mi, sino también el increíble don que tenia para meterme en problemas. Y aunque no siempre la culpa era mía, siempre era el mas afectado; debido en parte a mi alma caritativa, y, a mi problema crónico de NO PODER CALLARME LA BOCA NUNCA. Que puedo decir, soy súper encantador en cuanto a tratar con la gente se trata.
El verdadero problema llego cuando caminaba una noche de invierno hacia mi casa, no se porque, pero minutos antes había tenido un mal presentimiento, uno de esos que te hielan la sangre cuando las cosas van mal. Debia salir de ahi.