- Buenos días, señor Stark.- saludó Jarvis educadamente, como siempre, a su creador.
- Si, si...- Respondió el millonario, recién despertado, a su Inteligencia Artificial.
- Señor, una mujer, asegurando ser: Natasha Romanoff, pasó por aquí muy temprano en la mañana y dejó unos papeles a mi cargo, para que se los entregara a usted.
- ¿Eso es todo?
- Si señor Stark.
Pasándose una mano por el rostro, Tony se dirige a su escritorio sin mostrar mucho interés en lo que sea que pueda contener la "carpeta" de la que le hablaba Jarvis. Al llegar, se sentó pesadamente en la silla, acercándose a la mesa y encendió la luz para luego colocar sus brazos a los costados del archivo y leer: "Privado. Informe Especial" en la tapa de este.
Colocándose los lentes, resoplando con la nariz, comenzó a leer.
Ya habían pasado varios minutos desde que él empezó a sentirse atraído por las palabras que describían a: Steve Rogers, el soldado que viajó en el tiempo, congelado en un enorme témpano de hielo. En esos papeles dejaba en claro, que el muchacho participó en un experimento biológico en la segunda guerra mundial, para transformarse en un super soldado, quién ganaría a Japón, del lado de Estados Unidos, en una gran batalla histórica.
Incluyendo en el reporte, que Steve fue elegido por ser el menos útil en el campo de batalla, dado a su pequeña estructura física y reducida capacidad de siquiera llevar en manos un arma de fuego. También se exhibía una fotografía del, "ya mejorado", Rogers al final de toda la información impresa. Que como se mostraba en tonos ceniza, debajo se hallaba una descripción, en la que Tony se quedó releyendo una y otra vez, las palabras: "rubio y de ojos celeste cielo".
Interrumpiendo el silencio de la habitación, el celular del millonario vibraba bruscamente, por lo que fue atendido.
- ¿Hola?- Preguntó, ahora con un mejor humor.
- Hola Tony. Me supongo que ya te habrás enterado sobre nuestro nuevo compañero vengador.- Habló la viuda negra felizmente.
Tony separó el celular de su oreja y se lo quedó mirando con una sonrisa. ¿Acaso el "super soldado" trabajaría junto a él? Devolviendo el móvil a su oído, contestó.
- Claro que sí. Será grandioso.- exclamó haciendo notar su alegría a través de la línea, por lo que se pudo escuchar una pequeña risa del otro lado.
- Que bueno que se te haya subido el ánimo después de tanto tiempo. Entonces te alegrará saber que hoy mismo Fury nos requiere en la guarida para presentarnos al Capitán América.
Tony tan solo sonreía, mientras pensaba en aquel chico. Asintió con la cabeza y se despidió de Natasha con un: "Genial, nos vemos".
Corriendo a su habitación para arreglarse, Tony casi tumbó un enorme florero de vidrio, pero fue rescatado por Jarvis controlando la armadura, quién extrañado por el repentino cambio de humor de su creador decidió seguirlo y preguntar.
- ¿Que sucede señor?
- Fury nos presentará a un nuevo compañero y es que... tengo que verme bien.- contestó alegremente mientras que pensativo miraba su armario abierto.
- Debe ser una chica muy bonita, ¿verdad?
- De hecho... Es un hombre muy guapo.- admitió Tony levemente sonrojado.
- Oh, ya veo. ¿Usted se enamoró de él, señor?- volvió a interrogar Jarvis, educado y feliz por su creador.
- ... Eso... no lo sé, Jarv, pero sea lo que sea, me hace sentir muy bien.- Confesó Tony, para luego agregar: