Parte 1. - Cuando la conocí

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Franklin McConaughey era un viejo confeccionador de juguetes, un hombre esforzado, el cual amaba su trabajo, llevaba años en el.

Actualmente el viejo Franklin o Abuelo Franklin como todos le decían en el pueblo, tenía ochenta y siete años , a punto de cumplir los ochenta y ocho, comenzó su trabajo a los treinta, cuando la fábrica que él mismo había puesto de pie, decayó. Desde ese día, él nunca más dejó su pasión por la madera, por la escultura en madera, el poder crear siempre juguetes que hagan felices a otras personas.

Y no hay que olvidar el mencionar a la adorable señora RoseMary McCann fiel clienta y pretendiente del señor McConaughey. Quien en un cuento corto... Logró ganarse el corazón del viejo McConaughey.

Ambos vivían actualmente en un pueblito alejado de lo suburbano en Inglaterra, tenían una acogedora casa, pequeña pero muy hogareña, muy agradable, en la cual se podía ver el atardecer desde el sofá y el amanecer desde la cocina. Ambos tenían algo así como una rutina , pero siempre ocurría algo que terminaba acabando con ella, pasando a hacer que el día para la feliz pareja fuera siempre una nueva aventura, a su modo, pero una aventura al fin y al cabo.

Lo máximo que demoraba Frank en sus muñecos de madera, era una semana, tope. Pero esta vez... Tenía un pequeño proyecto personal. Cabe destacar que Franklin siempre fue muy apegado a lo que es lo espiritual. Y su Proyecto estaba basado meramente en ello, Franklin un día mirando el atardecer pensó, y llegó a la conclusión de que así como todos, no viviría por siempre... Y con RoseMary, jamás tuvo hijos unicamente porque ambos tenían la meta de llegar a la vejez solos, así nadie se deprimiría si es que alguna vez llegaban a irse de lo que era el mundo. Entonces, viendo su viejo maletín con cosas para confeccionar un muñeco... Puso sus manos a la obra.

Su "teoría " era "Si pongo toda mi dedicación y alma en este muñeco, quisiera que este en algún momento atesore una parte de mi... Así, el apellido McConaughey jamás se borrará de este mundo."

Y eso hizo, al cabo de seis meses de trabajo paciente, dedicado y detallado, logró crear a Arthur, un muñeco representando lo que él alguna vez quiso ser ,un guardia Real. El muñeco era rubio, cejas gruesas, mirada cariñosa, ojos llamativamente esmeralda, labios delgados , cuerpo esbelto aunque algo flaco y manos finas. Se había basado en él viendo una foto de cuando era joven. La ropa se podía cambiar, el gorro era tan detalladamente igual al de los guardias, así como el arma, las botas, los pantalones, el abrigo traje. Había hecho dos prendas más, una prensa elegante, una que usó en su matrimonio, las ropas las confeccionaba Mary, y otra , del pijama que usó cuando comenzaron a vivir juntos. Hizo un pequeño círculo de madera, detallado y pintado a mano con una pequeña plaquita de oro que decía "Arthur" en él. El muñeco poseía una bella sonrisa, tan tranquila como si el mismísimo Franklin estuviera sonriendo ahí, como cuando Franklin daba consejos que eran reconfortantes.

Un día, luego de un año que Arthur el pequeño muñeco estuviera observando completamente feliz a sus "padres", ciudad, los McConaughey- McCann se mudaron a Londres, la razón no era muy difícil de entender, más lo fue para todos los cercanos de la pareja, de hecho, muchos lloraron su partida. Es que, ambos sabían que en algún momento se irían... Y preferían hacerlo lejos de toda la gente que querían, para no hacerlas sufrir, y conocer la ciudad era un buen panorama. Arthur fue metido a una caja llena de varios otros juguetes aunque Arthur iba en una caja. Al principio no entendía... aún no sabía formular bien las frases, no sabía que era viajar, que era mudarse... No sabía muchas cosas, y por ello, pudo desarrollar otra de las emociones heredadas por su creador, el miedo.

Arthur creyó que el estar en esa caja sería temporal... Arthur pensaba que en cualquier momento saldría de ahí... Arthur recibió muchos golpes debido a lo fuerte que los tipos de la mudanza tiraban las cajas...

Arthur pasó un año más en esa caja... Arthur tenía una sensación de soledad y tristeza enorme, su pierna estaba rota, había visto con la nula luz que le llevaba, un pequeño insecto que le hizo sentir miedo nuevamente, Arthur necesitaba ver a sus padres de nuevo, estaba asustado.

Tan sólo dos días después, se escucharon algunos queridos subiendo por las escaleras hacia el ático, el movimiento en la caja hizo que Arthur esperara feliz. Estaba ahí, nuevamente encima de la chimenea, la casa era ahora más grande, y había una especie de peluche gigante y muy peludo, había un gato!.

Las semanas pasaban, sus dueños nuevamente se veían dispuestos a algo, tal parecía crearían a otro juguete. Los veía tan felices... A diario después de comer, se sentaban ambos en la mesa y comenzaban a moldear... Arthur supo que esta vez era una bella dama, estaba lista su silueta, pintada, sería una "bailarina de ballet" o eso oía siempre a su querida madre decir...

"Siempre quise ser una reconocida bailarina de ballet... ¿Recuerdas esos tiempos en los que te conocí?... Siempre bailabamos juntos con nuestros disfraces."

Esa conversación le hizo sentir feliz.

Pasaron tres semanas... Ella estaba lista, aveces deseaba hablar a mamá y a papá para decirles lo bien que trabajaban. Podía verla desde lejos, ahí en la mesa, en las noches aquella chica se movía, sus ojos eran azules, grandes, caídos. Su cuerpo era delgado, bien formado, con muchas curvas, tenía una sonrisa hermosa y una piel bronceada, un cabello ondulado, rubio y brillante, mejillas rosadas y labios pintados, cejas finas, manos muy finas y elegantes así como sus pies. Veía la foto de mamá y papá en la pared siempre y supo que la muñeca fue basada en mamá, aunque jamás se había visto al espejo, deducía que él, estaba siendo papá.

Ese día, mamá se encontraba confeccionando ropa, estaba haciendo esta vez un hermoso vestido de bailarina de ballet ya que esa hermosa muñeca, aún no tenía ropa. La terminó... era hermosa. Y la pusieron justo a su lado... Arthur la observaba a diario, ella no se movía más que para arreglar su vestido y sonreirle, sentía nervios... Amaba eso de poder descubrir nuevas sensaciones, amaba eso de poder ver a esa chica directo a los ojos... Para peor, aún No se sabía su nombre y moría por preguntárselo.

Arthur estaba descubriendo la emoción que sus padres vivían a diario.

Arthur quería descubrir la sensación llamada amor, llamada eternidad ya que la felicidad, era algo que si o si estaba en su día a día.

In A Little House. (UK x Nyo!Us)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora