Los nervios a flor de piel era vigente en todos los seres que aun recordaban la serie de Televisión, como si fuera un símbolo de recuerdo de las historias vividas en tiempos atrás. Era como un escaparate de tecnología en el despliegue de teléfonos móviles que habían mostrado. Un museo de la ropa más ochentera. Y para ellos era una época en la que lo prohibido se hacía mucho más interesante. Los besos furtivos y aquellas noches efímeras en las que la culpa se abalanzaba sobre David y Gillian. El amor los dejaba trastocados, pero sabían hacerle frente cuando se convertían en los Agentes del FBI más famosos de la historia de la televisión.
Aquella imagen de ella sobre la cama le vino como una ráfaga mientras David tomaba un café en su set de Rodaje, tiempo después mucho tiempo después de haber olido en la ausencia de ella esas chaquetas con hombreras y hubiera escrito cartas que jamás la entregó. Por que ser el típico romántico no iba con el y tal vez no sabía hacerlo. Se le daba mejor comportarse como un cabrón y desquiciarla. " Tu eres mía" la susurraba mientras la hacía el amor sobre la encimera en la que estaba tomando el café. Y si, el había seguido algo de su vida en la oscuridad de su cueva. Como un animal que no quería hacer ruido. Antes amar en tiempos revueltos era sencillo, pero ahora ahora era otra etapa. Sus hijos eran parte de su vida, y las lineas que escribía sobre Gillian y sus sentimientos terminaban en el cajón del olvido. Ella nunca lo sabría, y se quedaría como el cabrón que se la había tirado varias veces por su problema de adicción; cuando su adicción era ella.
No era necesario mencionar los divorcios, acontecimientos que no habían salido como cada uno esperaba. Era simplemente cosas que habían pasado sin querer, pero que al menos a el no le importaba.
Recibieron la noticia de aquello con una ilusión embargadora, y nervios: Volverse a ver. Tomó con sus manos algunas fotografías del pasado sentada en su espacio, donde la maquillaban y hacían los milagros aquellas mujeres maquilladoras que la transformaban en Scully al 100 x100. Sus ojos se encharcaban despacio, invadida por una sensación de recuerdo. Le iba a ser difícil tranformarse de nuevo en Dana, lo sabía y más aun en verle a el. Era difícil explicar para ella como se sentía en la cama con el, y como terminaba después de amarle hasta la saciedad. Por que ella tenía claro lo que sentía, pero ¿ Y el? el siempre terminaba quizás por ser más cobarde y no dar un paso más adelante. Ahora era todo diferente, ahora se podían permitir el lujo de amarse, no tenían ninguna atadura.
Deslizó los dedos por una de las fotos, una de esas en las que los dos salían en la cama abrazandose, y besándose y sus labios dibujaron una sonrisa al mirarlas. Todo el tiempo que había pasado desde que se hizo esa foto se esfumaba entre sus dedos que sujetaban con emoción aquel recuerdo.
Gillian salió del ensimismamiento cuando por el walky la mandaron salir a escena.
Otra vez los tacones enfundados en sus pies y el cabello rojo, otra vez aquel mito la poseía. Correr descalza y luego ponerse los tacones subida en una caja para parecer más alta lo extrañaba. Su rostro serio aguantando la risa los primeros momentos ante David, eran momentos que no se habían borrado. Y cuando salió el estaba allí con su traje de Mulder, metido en su personaje. La miró, por que era extraño la primera vez que se veían y no habían tenido contacto casi. Se miraron a los ojos como saludo. Una forma abrupta de volver a verse.
Las primeras frases de ella eran repetidas buscando un sentido al personaje que tenía demasiado oxidado. Gillian había cosechado mucho éxito en el teatro y David no se había perdido ni uno. La vida había transcurrido para ellos separados sabiendo de lejos uno del otro. El twiter había servido para unirlos en comentarios de los que no se atrevían a hablar. " Te extraño. No sabía que usabas estas cosas" el primer mensaje de David a la cuenta de ella hizo que una leve esperanza se iluminara en el interior de Gillian. Y el ambiente en el plató era de felicidad, una nueva serie de pocos episodios se asomaba para mostrar más misterio. El día iba ser duro para los dos, el volver a ser ellos no era sencillo.- Déjame ayudarte- Esas palabras fueron las mencionadas ahora por David, idénticas a cuando los dos estaban haciendo el casting para la serie de Expediente x. Y eso hizo esbozar una sonrisa a Gillian, quien compartió las hojas con el y una mirada dulce. Demasiado tiempo corría entre sus ojos llenos de historias y deseosos de verdad de besarle en los labios y olvidar todos esos tiempos difíciles. Ahora ya eran adultos, y era todo muy diferente. Ya no eran tiempos revueltos. Ya no se había casado por 3 vez y se había comprado una casa extravagante. Ya no se mudaba buscando su sitio, estaba realmente tranquila. Y el, el ya no sentía esa necesidad de follar y ser infiel a mujeres que eran buenas personas con el. Sin embargo, el no la había olvidado a ella ni ella a el. Estaban conectados aun que no quisieran.
Se dejó ayudar con una sonrisa y memorizo de nuevo el recuerdo que tenía de su personaje, concentrada llegó a terminar un rodaje algo duro por el clima. Ya se le había olvidado el frío que hacía en Canadá.
Soltó su cabellera rubia mientras se quitaba la peluca con una sonrisa entrando al camerino donde el ya estaba descansando. Dejó caer su melena y le miró con una sonrisa. A ciencia cierta no sabía si las noches terminarían igual. Aquello le daba algo de miedo, pero estaba decidida a no acelerar los acontecimientos. Si es cierto que en algunos eventos la había besado en los labios, no tenían a nadie que los encelara, pero actuando no se habían visto, ni se habían puesto las pistolas detrás para comenzar a ser Agentes del FBI. Y no había sido fácil. Dejó parte de su atuendo colgado en su sitio y se giró despacio para ver a David.
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Amar en tiempos revueltos
FanfictionDespués de mucho tiempo sin verse, la vida de los actores David y Gillian.