Capitulo 1

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¡Qué carajo!

Harry había visto cosas en mal estado en su día, pero esta escena se llevó el pastel.

Una corriente de personas huyeron por la puerta principal y otros saltaron por las

ventanas del primer piso del largo recinto gris.

Por otra parte, ¿qué había esperado cuando su equipo gasificó el lugar?

Después de esperar a que los vapores se desvanecieran, y la mayoría de los cuerpos se filtraran,

corrió hacia el edificio, la lluvia torrencial mojando su chaqueta.

Se metió por la puerta y se quitó la máscara de gas para probar el aire a su alrededor.

Sentía sólo un ligero hormigueo en la garganta. Él no tenía intención de pasar el rato en la zona delantera,

donde el bote se había estrellado a través de la mayor parte de la ventana.

Su objetivo era buscar en las habitaciones traseras y verificar si alguien aún permanecía en el interior.

Y puntos de bonificación si encontraba al líder de la secta, Jacob, antes de que lo hiciera su comandante.

Si Jacob era culpable incluso de la mitad de los crímenes de los que se le había culpado,

no le importaría golpear con todas sus fuerzas la mandíbula del tipo.

Jacob era un loco certificado. Él afirma ser un sanador espiritual, y tenía cerca de cuarenta

personas tragando su mierda.

Cuando el FBI se enteró esta mañana de sus planes para llevar a sus seguidores en una misión suicida,

se había movido rápido, y garantizado su condena. Hasta ahora, parecía que lo habían hecho a tiempo.

Harry ajustó la correa de su rifle y pisó a lo largo del pasillo. Se dio la vuelta en la esquina,

la luz era tenue por la falta de ventanas, y no escuchó nada. Un silencio de muerte.

Al no oír nada que indique una amenaza, entró en la habitación a su derecha.

Una mujer joven estaba acurrucada en un rincón de la habitación. Estaba sentada contra la pared,

sus rodillas contra su pecho. Su respiración era entrecortada. Durante un largo segundo,

Harry no pudo moverse, no podía pensar. Algo sobre esta mujer cautivó su atención. Sus ojos,

del color ___(TC), lo miraron con miedo y confusión. Sus manos temblorosas abrazando sus

piernas firmemente a su pecho. Las lágrimas no derramadas quemando en esa mirada brillante.

Saliendo de su aturdimiento, Harry se acercó más. La mujer se estremeció y encogió contra la pared.

Temblaba incontrolablemente pero sus ojos siguieron todos sus movimientos.

Echó un vistazo a la habitación, buscando a otras víctimas o amenazas, pero sólo encontró

varias literas, ropa esparcida por el suelo, y una cuna en la esquina. Una vez que la habitación estaba

segura, Harry bajó el arma. El procedimiento dictado era gritar sus órdenes antes de actuar.

Pero su instinto le dijo que una táctica diferente podría ser necesaria ahora.

—¿Cómo te llamas? —preguntó, mirando la pequeña figura.

Resistiendo (H.S & You)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora