Final.

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~Primero que nada, no se me asusten, es solo un Oneshot~ Simplemente necesitaba sacarme la idea de la cabeza.

Por lo que me leen en Wattpad, la advertencia es la siguiente:

-Muerte de un personaje (Nintendo lo mató, yo solo cambie cosas).

Enjoy!~

Grahim se dejó caer en un tronco cubierto de musgo que había en uno de los rincones alejados del bosque. No tenía más fuerzas para tele transportarse, atacar o caminar si quiera.

Su amo estaba acabado, lo había sentido un par de segundos atrás. Todo había terminado con el resultado que todas las razas esperaban: el triunfo de la Diosa.

No tenía idea de cómo había logrado escapar en ese último segundo, pidiendo que el radar que iba por el nombre de Fay, no lo detectara. Algo realmente ridículo ahora que lo pensaba bien, ¿para qué había escapado su destino? Ya no era nada, no significaba nada.

Él era el simple espíritu que habitaba dentro de la Espada Maestra Obscura y ahora que el arma no existía más, era cuestión de tiempo para que el dejara de hacerlo de igual forma, simplemente estaba alargando lo inevitable.

—Oye, ¿te encuentras bien? ¿Quién eres? —Decir que no lo asustó la voz era decir una mentira y aunque fuese un golpe directo a su orgullo, retrocedió un poco en su asiento.

Aquellos ojos negros que alguna vez brillaron con poder e ira, miraron al kyu de figura baja y redonda que lo miraba con su típica expresión de miedo y curiosidad.

Apretó los dientes, una súbita ira le lleno. Recordaba a esas criaturas en su primera pasado por el bosque, recordaba que con solo verlo habían salido corriendo a esconderse a todas direcciones; El que se atreviera a hablare y acercársele tanto solo quería decir que su apariencia instigaba vergüenza y lástima. Intentó hacer aparecer su espada pero fue inútil, su poder no alcanzaba ni siquiera para eso. Humillado frente a una criatura de ese tipo, se giró para dejar de mirarle.

—¿Estás enfermo? No luces bien.

—No es necesario que una criatura como tú lo mencione —dijo secamente, sintiendo que hablar consumía más aire del que sus pulmones podían acumular—. Déjame solo.

Había caído tan bajo que el escucharse le provocaba asco, sentía que podía escuchar la risa de los dragones, de Narisha e incluso de la sirvienta de la Diosa, si lo vieran en este estado.

—Puedo quedarme aquí, aunque los monstruos ya no han aparecido por aquí, podrían volver y aprovecharse de tu condición —el kyu volvió a hablar, haciendo que una nueva era de vergüenza lo azotara.

Los monstruos que él invocaba, que él controlaba. Incluso esos patéticos esbirros podrían ganarle ahora.

—No vendrán.

Durante toda su existencia había sentido casi todo tipo de emociones que solo eran de humanos, desesperación cuando no encontraba a Zelda, frustración cuando Link se interponía en sus planes y enojo cada que algo le salía mal o que su Amo se molestaba...Aunque esta última era la que siempre reinaba dentro de sí, había llegado a sentir tristeza y miedo.

El kyu no sabía qué hacer, algo dentro de sí le decía que esa ¿persona? Era peligrosa, que la había visto en algún lugar cuando los monstruos habían aparecido pero, ¿en realidad era él? Lucía débil, enfermo, preocupado, no creía que fuera capaz de hacer algo en contra de él o el mismo bosque, debía de ser alguna especie que había resultado afectada por los monstruos como le había pasado a ellos. Aun tomando sus precauciones, se acercó para mirarlo más de cerca, notando esas líneas negras que predominaban mayormente su piel blanca, un negro descolorido, sin fuerza, una especie de abertura en su pecho que chorreaba un tipo de líquido cobrizo—. ¡Estás muy herido! ¡Quizá el jefe pueda ayudarte! —Dijo apresuradamente, intentando jalarle de un brazo para que se moviera pero el otro ni siquiera se movió.

Clown Mask. [Ghiralink]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora