Capitulo 14

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Narrador Bill
Manejaba como un loco por toda la ciudad, tenía que encontrar a ese señor que nos encontramos en el restaurante, tenía una piel hermosa, hace rato que ya no hacía esto, mi ansiedad se hacía más grande al igual que mi desesperación. No tenía ninguna pista de él, iré al restauran para ver si aún sigue ahí. Me estacioné y me baje corriendo hasta llegar con el recepcionista, me pregunto cuál era mi nombre, yo le dije que ya tenía mesa y me dejo pasar, vi mi reloj y vi que solo había perdido 15 min. No había perdido mucho, eso me daba esperanza, recorrí cada mesa hasta que lo encontré, venía acompañado de una mujer, los dos tenían como 40, estaba tranquilo, ahora solo tenía que esperar, salí del restauran y espere en el carro.
Los vi salir muy sonrientes, se subieron al carro y dieron marcha, empezar a encender el carro, ahora solo tenía que pensar en cómo los voy a atrapar. Estaba atrás de ellos, se dieron cuenta de que los e estado siguiendo, mi plan era conducirlos cerca de mi casa y todo estaba saliendo bien, se metieron a un callejón sin salida, se estacionaron y el señor se bajo algo furioso con una pequeña pistola, golpeó a mi venta muy fuerte, antes de bajarme ya tenía lista la jeringa, me baje lentamente y el señor me apunto, me empezó a hacer muchas preguntas, yo tenía que mentir, después se dio la vuelta, dirigiéndose a su carro, me acerqué rápidamente y le inyecte la anestesia, después tome la pistola y me dirigí a su carro, la señora se dio cuenta de mi presencia empezó a gritar, me subí al carro y con el mango de la pistola golpe fuerte contra su cabeza varías veces hasta que quedó inconsciente, me baje del carro y cargue al señor, abrí la puerta trasera de mi carro y lo metí, a mí solo me interesaba el señor pero ella ya me había visto, me arriesgo mucho dejándola ahí, aunque no tenga una piel perfecta, tengo me matarla, me dirigí de nuevo al auto y cargue a la señora, la puse en el mismo lugar que el señor, después puse en marcha mi carro y me dirigí a mi casa.
Llegue y me baje, entre a la casa y me aseguré de que (tn) estuviera dormida, subí las escaleras y me dirigí a su cuarto, estaba dormida pero no podía confiarme, la anestesie y me fui de su recámara, regrese al carro y empecé a bajarlos, entramos a la casa y en medio de las escaleras había una puerta, saque mis llaves y busque la correcta, abrí la puerta y prendí las luces, había unos tres escalones y después había una recámara, esta recámara era para visitantes, pero creo que ahora lo usaré para algo más , los metí y empecé a preparar todo, saque una mesa y subí al señor, lo amarre y solo espere a que despertara,  la señora empezó a convulsionar, no le di importancia pero ya me estaba hartando, tome un machete y me acerqué a su cuello, empecé a calcular, alce mi brazo y lo dejé caer un mucha fuerza, me salpicó la cara de sangre, al igual que la pared, después el señor empezó a hacer ruidos, sonreí, ya iba a comenzar el juego, me acerqué a él.
Señor: tu!!, eres el del restaurante!!, donde estoy?!!
Bill: no te preocupes, ya te vas a ir al igual que tu acompañante
Señor: dónde está mi esposa?!!
Me acerqué a la mujer y tome su cabeza.
Bill: (sostenía la cabeza de la señora por los pelos, deje que lo viera por un momento) aquí está!! Jajajajajaja ( me reía como loco)
Señor: ME LAS VAS A PAGAR MALDITO ENFERMO!!! (tenía lágrimas)
Empezó a forcejear, yo tome uno de mis cuchillos y se lo clave en el estomago. Su grito fue fuerte y ahogado, intentó hablar con la poca fuerza que le quedaba.
Señor: pp..pobre niññ...ña
Bill: de qué hablas?
Señor: la que esttt..aba con ti..go
De seguro hablaba de (tn), le quite el cuchillo de su estómago y le empecé a romper la ropa, hasta dejarlo desnudo, recargue el cuchillo en su pecho, hice más presión y empecé a avanzar hasta llegar a su abdomen bajo, gritaba a todo pulmón, me excitaba con cada grito, recargue el cuchillo en su frente y avance lentamente hasta llegar al pecho, no dejaba de verlo, después me puse en el abdomen bajo y corte hasta llegar a sus pies, lo mismo hice del otro lado, me puse en el mecho y corte hasta llegar a las manos, los gritos del señor se hacían más débiles, mi placer ya estaba llegando al final, el señor dejo de respirar y cerró los ojos lentamente, empecé a separar la piel de su carne, tome el machete y empecé a cortar los brazos y piernas y la cabeza tome una bolsa negra y lo metí ahí, lo mismo hice con la mujer, solo que a ella le desfigure la cara y le quite la ropa. Los deje ahí y salí de la recámara, estaba muy cansado, es como si acabara de tener sexo,   Mañana limpiaría todo, cerré con llave y me dirigí a mi recámara.

El coleccionistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora