1. El choque

6 0 0
                                    

El día comienza perfecto. Una taza de café y un excelente libro en mis manos.  ¿Qué me esperará hoy? Espero que al menos no encontrarme al idiota de Joe de nuevo.
Joe fue mi novio más de dos  años y si. Todo empezó con una bofetada.
*Flashback*
—No me gusta que hables con Dylan. Siempre he notado que le gustas- me dijo Joe irritado viendo mi celular.
—Ya hemos hablado de esto. Es mi mejor amigo. Ni por ti ni por nadie dejaré de hablarle -contesté.
—Yo también puedo ser tu puto mejor amigo.
—Tú puta hermana también puede ser tu mejor amiga y no la zorra de Kate.
-Cerré los ojos tras ver la mano de Joe levantarse para darme una bofetada.
Mis lagrimas comenzaron a salir de los ojos, lo miré fijamente y me acaricié la mejilla, sentía que me ardía, él me miró sorprendido como si no hubiera analizado bien lo que acababa de hacer-.
—Perdóname Aglae. Yo no, yo no quise hacerlo -me abrazó y besó bastante mi frente pidiendo perdón.
*Fin del Flashback*
Lo amaba demasiado pero con el paso del tiempo me insultaba "jugando", comencé a enojarme bastante, pero sin embargo lo dejé pasar, luego fueron los golpes, y la reconciliación con el perdón y obsequios llamado "Luna de miel".
Me puse a hacer desayuno tenía muchas ganas de comer tocino y huevo frito. Me serví un vaso de jugo de naranja y revisaba el celular. Tenía mensajes de Dylan.
—Hola bonita, ¿qué tal comienzas el día? ¿Darás clase hoy?
—Hola Dylan, mi día comenzó bien, ¿qué tal el tuyo? Daré clase a las nueve.
Excelente te veo allá entonces.
—Está bien Dylan nos vemos.
No olvides llevar una gran sonrisa como siempre.
No lo olvidaré.

¡Vaya! Dylan a veces si era lindo, pero muy cursi, incluso llegaba a sonrojarme. 
Se estaba haciendo un poco tarde y tenía que dar la clase de piano, así que me bañé, canté al menos 4 canciones que estaban al comienzo de mi música, salí del baño y me sequé, estaba haciendo un poco de frío, me puse mi ropa interior, mis jeans azules, una blusa color crema y una bufanda, me puse mis botines favoritos. Delineé mis ojos, y pinté las pestañas con rímel, y mi labial rojo, miré el reloj. La clase empezaba a las nueve y eran las ocho treinta, cogí las llaves del auto y comencé a manejar, me fui por la avenida principal para llegar más rápido. Todos los semáforos me estaban tocando en rojo hasta que por fin uno en verde. Aceleré y ¡pum! Sentí el choque en el frente de mi auto, las bolsas de aire salieron y me golpearon el rostro, de pronto solo miré negro...
Unas suaves manos comenzaron a tocarme la cara, abrí los ojos y miré al idiota que me había chocado.
—¡Discúlpame de verdad! Am, ¿estás bien? ¿Quieres que llame a una ambulancia? No te preocupes llame a emergencias perdóname de verdad -me dijo con una voz dulce y grave.
—Estoy bien no te preocupes, solo me duele el cuello -me lo agarré con la mano.
—De verdad perdóname yo pagaré todo, si quieres vamos a una farmacia que está aquí a la vuelta a comprarte un collarín.
—Sí, estaría bien  pero ve tú yo me quedo a cuidar aquí y qué vengan de emergencias.
—Va, no me tardo -dijo al irse casi corriendo.

"¡Uau! Habla demasiado rápido, y está  guapo pero tan ciego como para no verme" pensé.
Tome mi teléfono y llame al director de la escuela para avisarle lo que había ocurrido. Me dijo que no me preocupara pero que intentara llegar a la segunda clase que era a las once. Después de unos tres minutos llegó el chico que me chocó.
—Te traje un jugo no sabía cuál te gustaba porque no pregunté pero te traje ponche de frutas, y unas galletas para que se te baje un poco el susto, por cierto déjame ponerte el collarín.
—¡Gracias! Am...
—Me llamo Liam -me dijo mientras levantaba mi cabello para abrocharme el collarín.
—Yo soy Aglae, gracias -me giré para verlo de frente- y ¿qué te pasa Liam? ¿A caso estás muy ciego? ¿Vienes ebrio? - le dije molesta, fue su culpa.
—Perdóname enserio, ya estoy más nervioso.
—¿Puedo saber que te tiene así? Digo mínimo para saber que iba pensando el conductor que me chocó.
—Estoy a unas horas de casarme, y creo que quiero que todo salga bien y todo ya sea rápido.
—Ah, pues yo ya iba a dar clase.
-Hubiera seguido hablando con él supongo pero llegaron las grúas los policías y una ambulancia. Al parecer los dos estábamos bien.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 14, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Llegaste para quedarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora