Alter egos

El despertar por primera vez.

Desperté temprano, el sol no había salido aun pero ya me sentía completamente descansado. Como si hubiera dormido por días. Sentí un calor extraño junto a mí, pensé << mi pequeña durmió conmigo, como es que no lo recuerdo...>> No le di importancia y me levanté, estaba oscuro todavía pero no prendí la luz para no despertar a mi nena, ya tiene 12 años, pero sigue durmiendo conmigo cuando viene a mi casa.

Raro, no tropecé con la cómoda, debía de estar ahí, caminé hacia el baño, << se hizo más grande mi habitación >> tarde más de lo normal en llegar al baño, << con todo apagado es normal que te pierdas>> pensé. Llegue al baño y la puerta abrió hacia el otro lado...

Trate de prender la luz, pero el apagador estaba de frente junto al espejo y no entrando del lado derecho como en casa. << como en casa!!!>> Brinqué alarmado tratando de encontrar el apagador, lo encontré y se iluminó un baño enorme estilo modernista con mármol azul marino y muebles en blanco, una regadera en forma hexagonal rodeada de vídeos translúcidos como en una película de millonarios, nada parecido a mi baño. Al mirarme al espejo mi corazón se detuvo por unos segundos.

Casi no me reconozco, mucho más delgado, abdomen marcado, sin barba ni bigote y parecía unos años más joven. Me toque la cara y mi reflejo hizo lo mismo. Giré el rostro para tratar de ver mi perfil, encontré un espejo móvil de esos que tienen aumento junto al apagador y pude verme a los ojos. << No pues si soy yo>>, dicen que los ojos reflejan el alma, y definitivamente estaba yo dentro de ese cuerpo esbelto y juvenil.

Me seguí observando por un largo rato, << que está pasando >> pensaba mientras me veía una y otra vez. Salí del baño y otra gran sorpresa, lo poco que alcanzaba a alumbrar la luz del baño mostraba una enorme habitación con el mismo diseño modernista de gran calidad. ¡Ventanas enormes, de más de dos metros, un sillón de terciopelo negro muy largo que abarcaba casi toda la habitación, una mesa de cristal a sus pies y en frente estaba una pantalla de 80 pulgadas y otras cuatro pantallas poco más pequeñas rodeándola y cubriendo toda la pared, como si fuera poco un sonido bose dolby surround system, como en el cine, que digo mucho mejor que en el cine!!!

No acababa de entender que pasaba, donde estaba o por qué. Me senté un rato en el sillón, muy cómodo, por cierto, tratando de analizar las opciones que se habían suscitado para que yo estuviera aquí, ahora, pero sin saber dónde ni donde ni cuando era esto.

<<Ahora... Cierto, que día es, donde estoy, eso es lo primero>> me dirijo a toda velocidad a la cama y pum, siento un fuerte golpe en mi frente y veo todo negro. ¿A lo lejos escucho una voz femenina – estas bien? ¿Amor? ¿Qué te pasó? – subiendo el tono a la vez que se aproximaba a mí. << Quien demonios es ella, un ángel, que hermosa...>> todo se nubla.

Despierto un rato después y me encuentro ahora sobre la cama con una bolsa de hielo en la frente, escucho de nuevo esa voz femenina de hace rato, – que bueno que ya despertaste amor, me tenías muy preocupada, chocaste con el mueble y te diste un golpe tremendo, hasta te desmallaste, llevas inconsciente más de dos horas, ¿estás bien? – frente a mí se encuentra una mujer hermosa, pasados los 30 a penas, con facciones hermosas, rasgos orientales que la hacían parecer un ángel. Note su cara de preocupación y angustia verdadera y mi cerebro estuvo a punto de explotar << que demonios pasa, donde estoy, quienes ella, ahhh>> – sssí, ya me siento mejor – me escuche decir con dificultad. Ella sonrió y me beso tiernamente, – me asustaste burris, se oyó fuertísimo el golpe, tanto que me despertó. ¿Qué te pasó, porque te pegaste? –

–No lo sé, no lo recuerdo– Su rostro ensombreció por completo y con voz muy suave me preguntó –¿no te acuerdas del golpe? –.

Tenía que aprovechar la situación, el golpe fue totalmente accidental, pero me encontraba ante algo que no podía explicar, de forma que opte por algo que ya sabía hacer, mentir. –Me duele mucho la cabeza y me siento mareado, tengo todos mis recuerdos borrosos, me traes un vaso con agua, por favor–. Su rostro cambio, se notaba una preocupación genuina y honesta. –No me espantes amor, como que tienes los recuerdos borrosos–.