8tavo Miércoles.

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Hoy vuelve a suceder lo mismo; gritos, sollozos, risas, una bofetada en la mejilla derecha y un golpe al ojo. Nada importante.

Empieza la mañana tranquila cuando veo a mi prima de 3 años levantar la cobija de mi.
-Hola, buenos días ¿mi regalo?.
-Hahaha hola pequeña, no sé.
-Pues búscalo.
Sale corriendo con sus pómulos rosados y su cabello como telaraña fina de color dorado.
Escucho a mi tía hablar con mi madre.
Es raro porque tiene 2 meses que no nos vemos.

Rápidamente me arreglo con mis jeans y botas, listo para desayunar.
Mucho trabajo en el patio trasero.
Voy al árbol de Navidad y agarró unos peluches y juego un rato con la pequeña pómulos rosados.
-Aquí tienes, ¿creíste que me olvidaría de ti?
-Yo ya sabia- lo dice jugueteando como siempre.
-Cógelo rápido o yo lo desenvuelvo.
Ni perezosa me lo arrebata y empieza la pelea con el envoltorio, al ver el contenido su grito me aturde pero de alegría.
-Esa muñeca, yo la quería, ¡gracias!.
La abrazo y empiezo a ayudar para ponerle las pilas.
Mi tía se acerca cautelosa y me tapa la cara con una gorra.
Sólo río ante tal acto y me la quitó y al hacerlo veo un billete de doscientos.
-¿Qué es esto?.
-¿Qué no es notorio?, pues tú regalo. ¡Feliz Navidad atrasada tonto!
-Jemm hahaha gracias.
Una parte de mi piensa en que lo voy a gastar, pero no tengo idea. No me percató que aún está viéndome mi tía.
-Compra un libro chaval.
-Ah por supuesto, hay uno que he querido leer, gracias hahaha.

Se van, mi "pómulos rosados" toma de la mano a mi tía.
El gato también se deprime al verlas ir.
-Zafiro tranquilo, luego vendrán.

Me fascina acicalar su grisáceo pelaje.

Llega la tarde y por consecuencia empiezo a instalar softwares al ordenador que he estado formateando, eh tardado un buen pero ya tiene el Windows 7 basic home con todas las aplicaciones básicas, y a parte algunos caprichos míos.
Mi madre hace de comer para mi hermano y para mí, la deliciosa carne asada con bastante pimienta.

Aah que buena es la vida a veces.-pienso en mis adentros, pero mis pensamientos son perturbados.

-Termina tu comida ya y cámbiate la pijama.
Volteo a ver a mi hermano pero él no tiene puesto la pijama, entonces montó la mirada en mi madre.

Me está viendo a mi, pero ¿por qué?

-Mamá ya me mudé de ropas.
-Ah cierto, creí que todavía estabas como dormiste.

Estuvo cerca.

Apresurado subo a mi cuarto, necesitaba verificar algo.
-El regalo para Aghata ¿Dónde lo habré dejado?
-Hey el dinero que te dio tu tía, que no se te olvide que es para el balneario con tu novia.

Se me olvidó que le debo dar dinero a mi madre, ¡Rayos y yo que quería comprar el libro de Hermann Hesse!

Camino directo a mi billetera y entrego el dinero.
-Gracias.- Responde algo cortante.

Me concentro nuevamente en mi objetivo.
-Oye y ¿el patio a qué horas?.- grita mi madre y sé que es para mi porque yo me encargó de el patio.
-Ya lo hice.
-A mi no me contestes.
-Voy para abajo.
Cuando voy bajando las escaleras tranquilamente siento una mala sensación.

-Pero ¿Qu...
Es el sonido y dolor de una bofetada en la mejilla derecha.
Pero...
Quizás es el sonido es de mis sentimientos reconstruidos hechos trizas otra vez, naaah eso sonó muy tonto.

-Haz lo que debes de hacer.
-Pero si ya lo había hecho madre.
-Cállate y "hazlo nuevamente".- ella esta haciendo énfasis.
-Madr...

Otro golpe, lo bueno es que ya lo veía venir je, sólo me ha golpeado el ojo no es gran cosa.

-Largo, muévete gusano.

Prefiero ignorar las palabras y repetir mis acciones de la mañana aunque ya son las 8 de la noche.

Fatigado recorro la casa para llegar a mi destino: mi gloriosa cama.
No hago otra cosa que caer allí y al hacerlo parece que otra cosa a caído, mi voluntad fuerte, sólo lloro en silencio, mis sollozos no los escucha ni el mismo silencio.
Recordar todas las ocasiones hace que me desanime aún más.

Quisiera escapar, dormir un sin fin de días, llegar a ser el Serafín del Fin y acabar con todo y todos.

De los cajones de mi closet sacó una cajita de viaje, allí se encuentra mi fiel y antiguo amigo.
-Te he extrañado pequeño, vamos a sentirnos mejor los dos.

Paso lentamente la navaja por mis piernas, en un lado hago presión para que la punta se meta a mi piel y saque todos los desechos repugnantes que emanan de mí, al paso de los segundos la giro 180° para darle seguimiento a la ruptura de piel.
Se siente nostálgico y melancólico volverlo hacer, a la vez siento mareos y una sensación en el pecho difícil de explicar, las puntas de mis dedos están completamente fríos o tal vez es el frío del momento, lo bueno es que estoy dentro del closet así nadie ve nada pero yo si veo todo; observo las gotas caer lentamente por mi piel pálida, me da risa verlas, sentirlas, beberlas, olerlas, tocar y que se hagan paso por mis huellas; creo que mi risa es rara o quizás paranoica, debería de parar pero estoy tan cansado que seguiría haciéndolo toda la noche.

Que más da, es mi vida ¿no?.
Odio la vida.

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⏰ Última actualización: Dec 11, 2018 ⏰

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