You were red and you liked me 'cause I was blue || Larry Stylinson

    AU (FEM!LOURRY): 

1. Louis y Harry son mujeres, pero conservan sus nombres originales al igual que el resto (Aclaro esto por si es confuso)
2. Es un universo alternativo en el cual el aura de las personas tiene un color específico y se pueden ver.         

¡Espero que lo disfruten! 

Louis es alegre, divertida, amigable y simpática, y muchos más adjetivos que te hacen acordar a colores cálidos como el rojo e igual de intensa. Aunque sus ojos azules contrarrestaban mucho con ese color, Louis era así. Donde estaba ella era alegría y chistes, buen ambiente. Siempre estaba ahí junto con sus amigas y compañeras, en especial con Liam y Niall. Que eran dos pilares más en lo que conformaban la gama de colores cálidos. Niall era, literal, como un sol. Su propio sol personal, dónde estaba ella había luz y seguridad, por eso todos querían estar con ella o estar rodeados por ella. Liam era más como naranja oscuro, casi marrón, que te daba una especie de estabilidad que ninguna otra persona podía darte.

Ellas eran inseparables, iban juntas a donde quiera, y juntas hacían una mezcla alucinante con la que todos querían estar. Conocían a casi toda la escuela, se hablaban con cada persona, se llevaban bien con los profesores aunque sus notas no eran las mejores. Eran el alma de la fiesta, si ellas no estaban la fiesta parecía no funcionar. Se sentían tan agradecidas por la atención que tenían, aunque no la buscaban, solo eran lo que eran, lo que les había tocado ser y estaban felices con eso porque hacían a otras personas felices también. Todo en sus vidas era positividad y nada opacaba eso.

Louis conoce a Harry en un pasillo de la escuela. Estaba corriendo porque se había despertado tarde y la clase ya había empezado. Corría lo más rápido que podía, tratando de no tropezar y caer de cara al piso en el intento. Al doblar a otro pasillo, fue inevitable no chocarse con la otra persona que venía ensimismada en sus pies. Louis prácticamente rebotó en el pecho de esta persona y cayó al suelo. Estuvo a punto de soltar una maldición cuando escuchó una leve disculpa y una mano se extendió frente a sus ojos. Cuando levantó la vista lo primero que vio fue demasiada claridad, tranquilidad y celeste. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, de punta a punta, ella nunca experimentó nada igual. Esa tranquilidad la acompañaba una muchacha, bastante alta y desgarbada, con ojos verdes y el cabello con rizos largos que llegaban hasta sus pechos y con una bandana en la cima de su cabeza.

Louis estaba sorprendida, más que nada, porque no era la misma sensación que con todas las personas que conocía. Que eran más intensas y al instante de verlos les daba confianza y calidez; esta muchacha transmitía tranquilidad pero a la vez un poco de intriga y nada parecido a lo cálido. Era extraño, Louis desconfió pero tomó la mano que se le ofrecía de todas maneras.

- Lo siento, no te vi. – Su voz era bastante grave, a comparación de otras las demás chicas y la suya misma.

- Descuida, yo también iba distraída y apurada. – Su voz era todo lo contrario, era crispante y aguda. Demasiado contraste en menos de dos minutos. - ¿Tú también llegas tarde? – Louis estaba llegando tarde, aun más tarde que lo normal, pero esta chica era bastante intrigante para ella, que era una curiosa nata. Y era linda, además.

- En realidad, no. Una profesora faltó y yo lo olvidé, entonces estaba yendo al patio para hacer tiempo.

- Oh, genial, yo me tengo que ir. Así que disculpa otra vez. – Se despidió, alegre como siempre, tocando su hombro delicadamente. Ignorando la electricidad que causó en sus nudillos.

- No te preocupes, adiós Louis.

Louis ya estaba caminado detrás de la chica cuando paró en seco al escuchar su nombre. ¿Cómo demonios sabía su nombre? Cuando se dio vuelta para enfrentarla, la chica ya había desaparecido en el pasillo. Louis no paró de pensar en ella en todo el día, ni cuando había entrado a su clase de teatro que tanto le gustaba, esos ojos verdes y la tranquilidad que transmitió seguía presente y hacía que su rojo estuviera inestable todo el día. Niall y Liam lo notaron y en el momento en el que se sentó en la mesa de la cafetería, no dudaron en preguntar.