Capítulo 2.

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La sala de estar era nada menos que un cuarto en ruinas que parecía que pertenecía a un asilo post apocalíptico. Había un sillón inclinado entre la pared del fondo y un set de televisión que parecía de 1920. Repisas se alineaban en la pared adyacente con juegos de mesa viejos a los que les faltaban peones y cartas. Era un cuarto bastante grande, sin embargo. Aparte de este lugar y su cuarto no tenían a otro lugar al que ir, a menos que fuera el cuarto de lavado para lavar su ropa o la sala de terapia física que albergaba las máquinas para hacer ejercicio que sólo podían ser usadas si estabas autorizado. No querían que nadie perdiera más peso, ¿cierto?

A unos cuántos pasos había unas cuántas mesas pegadas para formar una línea. Parecía la mitad de la cafeteria de una escuela. Algunas chicas estaban situadas en la mesa.

"Ahora," Harry habló de nuevo al mismo tiempo que caminaban con pasos largos hacia las mesas. "Todos aquí son bastante agradables, asique no debes sentirte no bienvenido o lo que sea." Él dijo y Louis asintió. Ellos se sentaron uno al lado del otro y una chica corpulenta que estaba sentada en frente se presentó amablemente. Ella tenía su fibroso pelo atado hacia atrás en un rodete desprolijo. Estaba usando una sudadera muy ajustada que realmente presumía sus rollos y tenía una bandera de Santa Clara que colgaba alrededor de su cuello.

"Soy Claire." Ella se presentó dulcemente.

"Louis." Él asintió.

"¿Por qué estás aquí?"

"Estoy aquí por la arquitectura de edificios viejos de recursos estilísticos y por historia expansiva." Él bromeó de forma sarcástica y ambos Claire y Harry rieron.

"Estoy hablando en serio." Dijo tratando de ocultar su sonrisa para demostrar que ella de verdad estaba hablando en serio.

"Estoy aquí por la maravillosa comida que tengo que empujar hacia abajo por mi garganta en contra de mi voluntad." Dijo cínicamente y, otra vez, ambos rieron.

"Bueno," Ella empezó. "Cómo podrás ver como que tengo el problema opuesto." Louis le sonrió amablemente. Él jugó con el dobladillo de su remera nerviosamente por debajo de su mesa. Estaba nervioso. En una cuestión de minutos un plato de comida iba a ser colocado en frente suyo el cual iba a tener que comer. El preferiría perderse en la selva amazónica que ser obligado a comer.

Él estaba inquieto sobre cómo la situación iba a terminar si él se negaba a comer. Pero esa no era una opción para él y él no comiendo no era una opción para ellos. Unas cuántas personas más estaban merodeando. Harry estaba en el medio de una conversación con alguien llamada Macy que era delgada pero no tanto como Harry o él. Ella era una bailarina con pelo marrón largo sostenido en un rodete. Tenía ojos marrones acogedores y calzas que hacián bolsas en sus tobillos. Otra chica más grande entrí caminando relajadamente usando una sudadera de Hollister de gran tamaño y ojotas cuyo color se había desteñido quedando en nada. Su nombre era Annabel. Hubo otras pocas chicas delgadas que se apuraron justo a tiempo.

Una puerta en una pared cercana la cuál sólo era permitida para empleados se abrió y las enfermeras salieron, rápidamente distribuyendo los platos. El plato fue colocado en frente de Louis y miró hacia abajo boquiabierto como si él nunca hubiera visto semejante cosa. Todos en la mesa lentamente comenzaron a comer. Louis sólo continuó mirándolo. No había forma que él iba a comer todo eso. ¡Él tendría que hacer incontables ejercicios y flexiones para quemar todas esas calorías que él comería!

Era absolutamente repulsivo. Una señora más grande con el pelo blanqueado y quemado merodeaba alrededor de su mesa constantemente, asegurándose que todos estaban comiendo. Si ella no estuviera ahí entonces Louis fácilmente podría simplemente tomar algunas hojas de su ensalada, o rodajas de manzana, y esconderla en sus zapatos o bolsillos.

Calories and scales » l.s. spanish.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora