Capítulo 2

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Después de mi separación, empecé a deprimirme, llorar, encerrarme en mi habitación y escuchar música con auriculares, empecé a detestar mi vida. Lo que más me acostumbre a hacer es ser rebelde, empecé a discutir con mi familia, ellos del enojo me dicen que me odian, me pegan y no solo una vez, una y otra vez. No se cansan jamás, al parecer les gusta ver como mis lágrimas caen en mis mejillas, lo que más me duele de eso, es que hasta mi mamá a veces me dice...

- Melody, cuando sos así te odio tanto.

Si, dirán que es una mala madre, pero a pesar de que me pegue y de que me dice que me odia, yo la amo mucho, pero, tengo 13 años, no me puede decir eso. Todos los días es lo mismo, llorando, contestando, discutiendo y después miles de golpes.
Después odio a mi abuela, se mete en lo que no le importa, me pega y no para de pegarme, algún día me voy a cansar, y le voy a pegar tan fuerte, que me va a pedir perdón por todo lo que me hizo, ya se... Tengo que ir a un psicólogo, ya se lo había pedido a mi madre, pero jamás me lleva.
Mi tío, prácticamente, vive en mi casa, tiene su casa en la provincia, pero viene a dormir todos los días en mi casa, ya es agotador verlo todos los días y que me empiece a molestar, después me terminan pegando por su culpa, los fin de semana está en mi casa con la novia, y los días de semana a sus tres hijos, mis primos, que no paran de hecharme la culpa por todo lo que hacen, cada vez que me encierro en mi habitación, van, prenden la luz y me molestan. Ya no veo la hora de que mi tío se vaya a su casa y que me deje de hacer la vida imposible. Siempre me peleo con el y me dice, tonta, molesta, y me dice que nadie me quiere, eso me duele mucho, pero veo que no le importa, ya me voy a escapar de mi casa, muy pronto lo haré.

La Felicidad No Va ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora