Un petit chaton

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(Versión re-editada)

-¡CHAT, CUIDADO!- gritó LadyBug, ante el golpe que se dirigía a su posición, sin que él fuera consciente del peligro. Un segundo más tarde y  sería otro niño llorón y completamente inútil para la batalla que se estaba desarrollando en el centro de París. No gracias, para él, esa etapa ya estaba superada hace mucho. 

Mientras Chat Noir brincaba para esquivar los siguientes golpes que amenazaban con volverlo a su infancia, Marinette aprovechó la distracción que esto produjo en la víctima akumatizada para lanzar su yoyo hacía sus manos y evitar que siguiera convirtiendo a los ciudadanos en niños de todas las edades, llenos de lágrimas y mocos, gritando por sus mamás. 

La chica debía de admitir que su instinto de protección hacía los más pequeños la estaba  volviendo loca, esa necesidad que había desarrollado por responder al llanto y gimoteo la pedía correr a prestar un poco de atención a aquellos inocentes niños, ha protegerlos y hacerlos sonreír para olvidar la pena. Pero no era el momento y ni el lugar y lo mejor que podía hacer por ellos ahora era derrotar lo más pronto posible a Bad Nanny. 

Sin duda la persona akumatizada de aquella tarde tenía mucho enojo y frustración contenidos, y eso la hacía fuerte, además de muy peligrosa. Según había entendido en su pequeña charla mientras peleaban, ella era, o más bien, fue una niñera que recién había sido despedida por su "completa ineptitud para cuidar niños", o al menos esa fue la frase que uso ella mientras lanzaba un poderoso rayo hacía una pareja de adultos que iban tomados de la mano. 


-Yo, inepta, cuando lo único que he hecho por ellos es hacer sus vidas más divertidas- había gritado Bad Nanny, mientras completaba una ola de caos en la calle- Cuando la realidad de la vida es que ellos viven demasiado protegidos por unos padres que ni siquiera se encuentran en casa lo suficiente para saber de ellos, que no entienden de su curiosidad por el mundo y las cosas que pasan en su alrededor.

De alguna forma, ese discurso había golpeado a Chat Noir en sus recuerda y lo hizo plantearse un poco su vida actual, pero, la verdad fuera dicha, eso no era excusa para convertir a todos los adultos en niños menores, porque entonces ¿quién sería responsable de cuidarlos? Sin duda Bad Nanny no podría con el paquete, aunque eso parecía ser el menor de los problemas de la chica.

En cuanto vieron el alcance de su rayo, ambos superhéroes estaban teniendo especial cuidado en no ser rozados por alguno, lo que estaba limitando su acercamiento a defenderse y no habían podido lanzar un contraataque efectivo. En algún momento, pensaron ver un punto débil y Chat había invocado su cataclismo para destruir el objeto akumatizado, una gran sonaja que manejaba como si no pesará en absoluto, a pesar de tamaño; pero lo único que logró fue derribar un árbol y ponerse en una situación vulnerable. Ahora su anillo lanzaba el penúltimo pitazo, lo que avisaba de que su transformación terminaría en cualquier momento. 

Sabía que debía resguardarse a un lugar seguro y ocultó para que Plagg, su kwami, pudiera descansar y recuperar energía con su queso apestoso, sin embargo, era lo último que deseaba hacer, porque eso implicaría dejar a su Lady sola, sin nadie que le cubriera la espalda. Cuando tuvo una oportunidad, corrió esquivando rayos hasta el lugar dónde la chica del traje moteado se cubría para avisarle de su situación actual. Ambos quedaron protegidos por un autobús y calculaban al menos unos minutos antes de que la akumatizada logrará interrumpir.

-Mi lady, creo que tenemos un contratiempo- dijo, alzando su mano para que la chica pudiera ver su anillo y la última huella que se veía en este. -Así que estoy abierto a cualquier idea que venga de esa brillante mente tuya- obviamente, tampoco iba a perder la oportunidad de lanzarle un cumplido que solo reforzaba todo el afecto que desprendía por aquella maravillosa mujer. Además, luego de las experiencias dónde ella en más de una ocasión se había arriesgado por completo, le costaba separarse por lapsos muy grandes. No es que no confiara en su capacidad de resolver los problemas pero, ¿y si cuando más le necesitaba no se encontraba cerca para echarle una pata? Eso le carcomía el corazón. Más ahora que desconocía como la amenaza podría afectar sus poderes y si implicaría limitar alguna de sus capacidades, como con anteriores villanos.

mi pequeño mininoWhere stories live. Discover now