Los días que le siguieron a aquel fueron bastante monótonos.
Yo estaba siempre en mi cuarto encerrada, llorando y tocando el piano.
Porque sí, las sordas también sabíamos o podíamos aprender a tocarlo.
Wyatt pasaba el día fuera haciendo quién sabía qué.
Tampoco preguntaba, me gustaba tener la casa para mi sola y llorar la muerte de Bliss.
Por eso fue más que sorprendente cuando aquel domingo, mientras yo lloraba silenciosamente en nuestro sofá, sentí como alguien me abrazaba.
La calidez del abrazo me recordó a Bliss y en su manera de abrazarme cuando tenía miedo.
Mi madre había muerto.
Y no sabía como podía continuar mi vida después de ello.
¿Cómo superas la muerte de un ser querido que ha sido tu otra mitad?
Ella era mis oídos y era mi madre.
Cuando me tranquilicé un poco intenté apartar a Wyatt de mí pero al levantar mi cabeza vi que era Kane.
El cual me estaba abrazando encima del sofá mientras frotaba mi espalda tranquilamente.
¿Qué hacía aquí? Daba igual.
Sin pensarlo demasiado apoyé mi cabeza en su hombro y mi nariz quedó en su cuello, estaba cansada de todo.
De ser sorda, de mi madre muerta, de mi vida.
De ser yo.
Siguió frotando mi espalda mientras el sueño me iba venciendo.
Por una vez desde que tenía diez años, no tenía miedo de dormir.
Empujé levemente a Kane hacia atrás con mi cuerpo y levanté la cabeza, se veía confundido.
- Por favor.- Solo podía susurrar.
Levanté la cabeza, le miré a los ojos, estaba sorprendido.
- Yo...
- Por favor, se que apenas nos conocemos pero....-Inspiré fuertemente.- esta es la primera vez que realmente siento que puedo dormir desde hace mucho tiempo sin que las pesadillas me perturben.
- ¿Hace cuánto? .- Me concentré en sus labios.
- Ocho años
Mi voz apenas fue un susurro, algo inaudible, yo nunca podría oírlo.
Pero al parecer él si me oyó, porque agachó la mirada hasta dar con mis ojos.
Entonces comprendí incluso lo que yo misma había dicho.
Lo conocía de toda la vida, pero aún así no lo conocía.
Nunca jamás había hablado con él, jamás había estado entre sus amigos y nunca había sido una de sus miles de seguidoras.
Conocía su atractivo.
Lo vi crecer.
Mientras que su mata pelirroja desordenada se volvía cada vez más y más corta hasta tenerla casi como los militares y sus ojos se volvían cada vez más verdes, yo lo veía desde la distancia con los años.
Lo que aún le hacía más atractivo a Kane O'Neill si cabía.
Supongo que el hecho de preguntarme desde la distancia, cómo era o cómo conseguía deslumbrar a todos, era el atractivo.
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Efímero.
Romance"Estaba en tu principio y estaré en tu final" PRÓXIMAMENTE Antes bajo el nombre de: Desde aquí hasta el cielo. Obra guardada en Safe Creative, ¡¡¡NO PLAGIOS!!! Licencia: Todos los derechos reservados.