"Por encontrarte"...(capítulo 6)

45 4 1
                                    

Eliott:

Nos hemos quedado observando el mar por un buen rato, no hemos hablado mucho; me giro y ahora la observo a ella, se ve tan linda y ver como su pelo flota con el viento, hace parecer como si estuviese observando el mejor cuadro de pintura.

Aun no la conozco del todo, y ya hace que mi corazón se exalte. Podría quedarme viendo esta escena por la eternidad. Se que terminara cuando ella voltee a verme, para convertirse en una vista mucho mejor.

Al momento en que lo pienso, ella voltea y sus bellos ojos cafés me miran. Esos ojos que yo siempre estuve y estaré esperando por ver.

¿Será, que ella es la niña, a quien he buscado tanto?, Sera, ¿que por fin la he encontrado?

Mi mente se llena de dudas, y mi corazón de esperanza, deseo saber las respuestas ya, ¡ahora mismo!, pero tengo el temor de arruinarlo todo y no encontrar nada. Y tener que comenzar de nuevo.

Es por ella, es por ella que he venido aquí, por quien deje todo y es por ella que daría mi vida si fuese necesario también, pero primero debo encontrarla.

-Ya es tarde, tengo que volver a casa...- me dice ella sacándome de mis pensamientos.

-Vale...déjame acompañarte- le digo mientras nos dirigimos de regreso

pasamos por la cortina de hojas, cuando ella se detiene...

-No... así está bien, puedo regresar sola- me dice con un tono defensivo, pero a la vez tímido

Nuestras miradas se encuentran y el espacio que hay entre nosotros es poco.

-Por favor déjame acompañarte hasta tu casa...es peligroso que andes tu sola- le digo con la intención de convencerla.

-Además no es de caballeros dejar que las damas regresen solas- digo y ella sonríe.

-Bueno que se le puede hacer, en eso tienes razón- me contesta y al momento sus mejillas se han ruborizado un poco.

comenzamos a caminar de nuevo por el sendero, tomó su mano y le sonrío, ella se ruboriza y en sus ojos se muestra sorpresa. Trata de liberarse, pero yo no suelto su mano, disfruto verla enojada. Por fin se da por vencida, pero sus mejillas están sonrojadas.

Puedo notar su timidez a flor de piel, provocando que quiera molestarla más, solo por ver más de los hermosos gestos que hace.

-Es tan adorable, parece una niña- me digo a mi mismo.

en el transcurso del camino, estamos hablando sobre nuestros gustos, y me doy cuenta de que tenemos varios en común.

Le he preguntado por cosas que solo la chica cual busco, le gustaría; y para mi sorpresa todo ha encajado.

La esperanza sigue creciendo, todo señala hacía ella, solo algo es diferente; su forma de ser.

Mi niña era tan dulce y alegre, le encantaba probar cosas nuevas cada día. No le daba miedo nada, eso es lo que me enamoro por completo.

-Es aquí- me dice

Observo, y es una casa muy linda y grande.

- Oh!, así que es aquí donde vives, ahora podre acosarte mejor- le lanzo una risa furtiva

En su mirada hay desconfianza, y algo de temor.

-Es mentira preciosa- le digo para calmarla.

me mira fijamente..-De la que te has librado, por un momento estaba a punto de llamar a la policía- me dice enojada.

Nos despedimos, y no me voy hasta verla entrar a casa. Cuando lo hace, ahora soy yo quien se dirige a casa.

Mi casa no es muy grande,es solo un pequeño departamento, además tampoco es muy casa, ha sido un viejo amigo quien me lo ha prestado por un tiempo. Él ahora tiene una familia y por eso se tuvo que mudar a una casa mucho mas grande, pero no ha querido venderlo, pues pensaba que algún día podría hacer uso de él; y doy gracias a ese pensamiento suyo, sino, ahora mismo no sabría en que pequeño rincón estaría.

Tengo hambre pero no se me apetece cocinar, e ir a comprar me da algo de pereza. Además no paro de pensar en la cita de hoy con Charlotte y de mis nuevos descubrimientos.

Pensando esto, sin más decido salir de casa nuevamente.

Ya pasan de las 10 de la noche, entró por la ventana y la miro dormir, parece de locos hacer eso, lose, pero al verla así, me recuerda a ella.

Necesitaba verla una vez más, mi corazón lo dice, es ella!

Me acerco un poco más, me siento a su lado.

-Duerme como un bebé..- paso mi mano por su cabello, tan suave y sedoso. Parece un pequeña muñeca de porcelana al verla así de indefensa.

Creo que es mejor dejarla dormir, no me gustaría que despertara y se armara todo un rollo, he salido como entre y vuelvo a casa.

Al entrar noto que hay un sobre sobre la mesita de estar, la abro y dice:

"El tiempo es oro, debes apresurarte y hacer lo que debas  hacer....solo un año"

Mi corazón se comprime y con mis manos arrugo la carta.

-Odio que me marquen el tiempo, se mi situación..- digo en voz alta

Al parecer no podre dormir está noche y eso no me agrada.

fin del capitulo 6




A través del cristalWhere stories live. Discover now