Yo malditamente la había hecho llorar, entre hecho una furia a mi casa, entrando directo a mi habitación, quería tirar todas mi cosas, quería patearme yo mismo, quería hacer tantas cosas para poder quitar este malestar que inundaba mi pecho, golpe la puerta del closet, una y otra y otra vez, hasta que mi mano comenzó a arder, mire mis nudillos estaban rojos e hinchados, trate de tocarlos pero el dolor que se extendió por mi brazo, me hizo retirar mi mano inmediatamenteUnos pequeños golpes en la puerta, me obligaron a dejar de mirar mi mano hinchada
-- pasa
La puerta se abrió lentamente, enseñando a mi madre, su cabello castaño recogido en una coleta y sus ojos mirándome tan tenazmente que me obligaba a desviar la mirada
-- puedo? - hizo un ademan con la mano para poder entrar, rápidamente asentí, entro por completo al cuarto sentándose a un costado de mi -- ¿que pasa cariño?
-- nada mamá -- negué con la cabeza, alejando mi mano de su visión
-- las personas no golpean los muebles por nada - me estudió con la mirada lentamente - si no quieres hablar sobre ello lo entenderé, pero sabes que puedo escucharte en lo que sea verdad?
Asentí, desviando la mirada
-- esta bien - dejo salir un pequeño suspiro, antes de levantarse de la cama - iré por una pomada para esa mano
Fueron pocos los segundos en los que tardo en regresar, con un tuvo de medicina en la mano, volvió a sentarse junto a mi, tomando mi mano para poder aplicar la crema, un semblante de dolor se coloco en su rostro al ver mis nudillos pero no dijo nada; observe su rostro como tantas veces lo eh hecho, las arrugas que acompañaban las orillas de su rostro y frente, no le hacían ver mal, la hacían ver como la mujer fuerte y hermosa que era, durante tantos años, ella fue mi apoyo, ella soporto cada día en el cual yo la pasaba mal y nunca recibí una queja de su parte, no importo las veces que tuvimos que mudarme a causa mía, ella siempre me mostró una linda sonrisa, y ahora me sentía mal por ocultarle las cosas, aunque sabia que ella siempre me daría mi propio espacio
-- listo - tapo el pequeño tuvo de medicina, dejando mi mano de nuevo sobre mi regazo, me regalo una sonrisa y cuando se iba a levantar, hable
-- mamá.. - ella volvió a sentarse y me observo, deje salir un suspiro pensando en las palabras que quería decir - si eh arruinado todo.. y lastime a alguien que no lo merecía.. yo.. ¿que debo hacer?
-- supongo que.. bien si realmente has echado a perder todo y lo hiciste a propósito, creo que lo mas sensato seria disculparse y talves retirarse un poco, sabes a nadie nos gusta que nos lastimen, pero si realmente no fue tu intención, hazlo saber y discúlpate, todos cometemos errores..
-- y es de sabios perdonar - concluí su frase, a lo que ella sonrió, colocando su mano en mi hombro
-- tu lo has dicho cariño
-- pero creo que ahora es distinto, yo realmente la lastime
Sonrió y apretó mi hombro -- sabia que se trataba de una chica - susurro mas para ella que para mí - Cariño no se realmente lo que paso, pero sabes que las chicas son terreno difícil, y debes de ser demasiado cuidadoso y nunca trates de comprendernos ya que eso es imposible, pero si realmente te importa, que lo notó, búscala y arregla las cosas, solo te pido que le des un tiempo, las mujeres siempre necesitamos un tiempo, aunque no demasiado - fruncí levemente el ceño ante su contradicción
-- entonces, le doy o no, tiempo? - pregunte confundido, y mi madre sonrió al tiempo que se paraba
-- ya te lo dije, nunca intentes comprendernos, tu simplemente sabrás cuando sea el tiempo justo -- me guiño y salió de la habitación
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Mi Chico Misterioso ¶L.P.
Fanfiction¿Quien eres realmente? El intenta esconder todo lo que tiene que ver con el ¿por que?