Desahogos.

15/01

Lo amo. Cada vez que lo veo, me doy cuenta de que tiene más control sobre mí, que todo el mundo. Que con solo decir una palabra, me podría destruir, hacer que me volviese el ser más miserable de la historia. 

Y es raro, porque cuando estoy con él, me enojo mucho e intento tener siempre la razón, pero lamentablemente nunca la tengo, siempre es él el que tiene la última palabra.

Bueno, no siempre, porque hay veces que se apiada y me da la razón.

Pero, en el momento en el que se tiene que ir, con su familia, como una persona normal, me hace extrañarlo más, y hace que vea con claridad las cosas.

Que he sido una tonta por no aprovechar el tiempo con él.

Las cosas más pequeñas me duelen.

Dios, lo amo tanto. Tanto que ni siquiera se si es real.

Él sigue diciendo que me ama más, y no lo sé, desearía que fuera así.

Pero de seguro no lo es.

Porque nadie lo ama más que yo.