Una mujer va caminando por el pasillo de un palacio, sus pasos acelerados hacen que su vestido largo se agite con cada movimiento y en sus manos lleva un vestido blanco, bordado con hilos de oro. Se detiene en una puerta donde dos guardias custodian la entrada, portan armadura y un casco que apenas dejan ver sus orejas puntiagudas de elfo; los guardias ven a la elfa delante suyo y abren la puerta para ella.
-Buenos días, mi hermosa dama- ella dice al entrar y coloca el vestido rojo encima de la cama -Hoy es el gran día, todo esta preparado y listo para su coronación- abre la cortina de la habitación y después la ventana, palomas blancas salen volando del balcón, la elfa se dirige a la cama -Por fin, el día que hemos estado espe...- al quitar las cobijas se da cuenta de que no hay nadie en la cama.
Corre hacia la ventana, en el balcón hay una cuerda atada a uno de los barrotes e inmediatamente avisa a los guardias para empezar la búsqueda.
-No otra vez y ¿Por qué justamente hoy?- dice la elfa, se acerca al tocador y toma asiento, en frente de ella hay un pequeño retrato -Mi reina Tari, en serio trato de corregir a su hija, pero no tiene remedio. Pensé que con lo de su coronación pondría los pies en la tierra- suspira -Se parece tanto a usted, ¿Qué es lo que debo hacer?... Me preguntó como sería, si usted siguiera con nosotros -.
Lenwë Nénmacil es un reino elfo oculto en el bosque, su fama creció debido a su unión con los dragones. Sucedió cuando los dragones cansados de tener la enfermedad del oro y ver a su raza extinguirse por esta, acudieron a los elfos para eliminar este mal. Los elfos no pudieron eliminarla, pero si cambiar el objeto del deseo, en vez de oro, los dragones protegerían a los elfos.
Muchos dijeron que los elfos se habían aprovechado de la situación, para hacerse con los dragones y por mucho tiempo, luchaban usando su poder. Incluso la reina tenia a su propio caballero dragón para protegerla, la alianza fue beneficiosa para ambos, hasta que la reina Tari Alcarin fue secuestrada por su caballero dragón, los elfos pelearon por rescatarla, pero esa lucha término con la vida de la reina y el suicidio del caballero.
Después de eso, los elfos desconfiados y temerosos de que volviera a ocurrir, separaron a la pequeña princesa Nienna Alcarin de su dragón y los expulsaron del reino.
Ya habían pasado 12 años desde entonces, la príncesa Nienna cumplía 16 años, edad para ser coronada como reina y nombrar a su caballero. Antes de la llegada de los dragones, los elfos concursaban en habilidades de lucha para convertirse en el guardián de la reina, la familia Tinúviel siempre había ganado ese honor, después se convirtieron en los maestros de los caballeros dragón.
Dos horas después, un guardia se encuentra con la elfa, en la habitación de la princesa.
-Señorita Ireth, hemos encontrarlo a la princesa- dijo -Mis compañeros la están conduciendo hacia acá-
Ireth solo se limitó asentir con la cabeza y con un gesto de la mano el guardia se retiro. Por el pasillo se escuchan unos pasos, como si alguien estuviera brincando, Ireth ya sabía quien era, siempre celebrando con un baile su huida, los pasos se detienen en la puerta.
-Oh mi dulce y amada tía, me entero por los guardias, que amablemente me trajeron, que me buscabas - dijo una chica delgada de cabello dorado y ojos color miel, con pantalon de cuero pegado y una camisa escotada. Era la príncesa Nienna, quien hizo una pequeña reverencia y entró a la habitacion de un salto -Heme aquí-.
Ireth suspiro profundamente al ver a la próxima reina vestída así, dos elfas entraron a la habitacion y cerraron la puerta, prepararon la tina con agua perfumada en lo que Ireth empezó a desvestir a la princesa.
-¿No dirás nada, tía?- dijo Nienna, levantando los brazos para que Ireth le quitara la camisa.
Ireth término, la vio a los ojos y la tomo suavemente de la barbilla -Espero que hayas disfrutado tu ultimo escape- le dijo -Después de que tengas la corona en tu cabeza, no podrás salir del palacio sin tu guardia- la tomo de la mano, la condujo a la tina y la ayudo a meterse -Deberás dejar de ver al espejo, que solo muestra tu reflejo y ver hacía la ventana, donde cada uno de nosotros dependeremos de tus decisiones-. Una de las elfas toma un trapo y empiezan a lavar el brazo de Nienna, la otra vierte más agua a la tina -Pero no estarás sola, me tienes a mi, a tu padre e incluso a tu madre - Ireth se acerca y le da un beso en la frente. -Todo estará bien-.
En el estadio de lucha se encuentran los elfos inscribiéndose para el torneo. Hablando de sus habilidades y de quien tiene más probabilidades de ganar, pero las charlas se convierten en susurrós y luego en silencio, los elfos están mirando al otro extremo del estadio, la familia Tinúviel esta aqui.
Fëanáro Tinúviel, el mayor y Elros Tinúviel, el menor, ambos hermanos rebasan los 80, pero parecen de 35. Fëanáro lleva en sus brazos a su hija Idril de 10 años y atrás de ellos viene la hija de Elros, Lúthien de 25 años, una de las bellezas más populares de todo el reino, después de la princesa.
-Bienvenidos- dice el instructor -¿La familia Tinúviel desea inscribir a alguien? -
-Por supuesto- dice Elros mientras caminan hacia el instructor, él mira de reojo a los demás -Lúthien, mi hija. Esta aqui para ganarse su lugar, junto a la futura reina-
Algunos aplauden y otros solo están de pie en silencio. El instructor escribe el nombre de Lúthien en la hoja, Elros y Lúthien se dirigen hacia la salida pero las palabras de Fëanáro los detienen.
-Inscribire a mi hijo- le dijo Fëanáro al instructor -Dezore Tinúviel-
Susurrós por todo el estadio, ¿Por qué? Fëanáro solo tiene una hija, entonces ¿Quién es Dezore Tinúviel?
