Sonrisas y besos

3.1K 232 165
                                    

— Los ángeles no pueden enamorarse, Sam. No seas estúpido.

Los hermanos, preparándose para salir en su viejo Impala en busca de un nuevo caso, discuten sobre algo que al pequeño Sammy le tiene hasta las orejas (está algo así como desesperado). El mayor se resiste a golpearlo solo porque, de alguna manera, lo que su hermano plantea hace que su corazón palpite de una forma al que no está acostumbrado.

— Dean—Suspira el pequeño—, estoy cansado de... de todas tus mierdas. ¿Puedes pensar de una maldita vez que lo que estoy diciendo tiene mucho sentido?

— No.— El más bajo de ellos guarda tras su chaqueta el cuchillo de Ruby, arregla su voz gastada y toma su bolso— Te espero en el auto.

— Dean!— Se queja Moose volviendo a suspirar mientras toma sus cosas y cierra la puerta.

El motor se oye con un fuerte resoplido y avanza como si estuviese destinado a correr toda su vida. El hermano mayor se concentra en la carretera, procurando dejar atrás ese oloroso motel con nombre de puta. Ninguno de los dos habla, así que Sammy toma el periódico de ayer y busca alguna noticia que llame la atención, aunque le cuesta concentrarse con Lucifer cantando a vientos "Sympathy for the Devil"

— Escucha esto: "Jacksonville, Illinois: Encuentran 2.000 gatos mutilados en el Community Park"

— ¿Japoneses muy hambrientos, tal vez?— Bromeó Dean.

— "Vecinos piden explicaciones. La policía no descarta a ningún animal salvaje. Se afirma que a todos los cadáveres les falta el corazón."

— Eso suena a nosotros— Gira el auto en una media vuelta y dirige su mirada hacia su nuevo camino.

.....

Llegando a destino Winchester 2 suspira. Su hermano sabe que al hacer eso vendrá con una de sus teorías, así que aprieta el volante y le permite hablar.

— Dean...

— Sam.

— Gabriel y yo estuvimos hablando. Hemos estado tan ocupados con esto de salvar al mundo que... Me gustaría salir una noche.

— Sabes que eso es imposible, aunque yo también lo quiera, no podemos escapar de esto, Sam.

— Pero tú lograste hacerlo durante un año en mi ausencia. Solo pido una noche.

— Bien, diviértete. Pero no traigas a ese imbécil conmigo— Dice mientras estaciona en el aparcamiento de un nuevo motel.

— Vamos Dean, puedes invitar a Castiel, saldremos los cuatro.

— ¿Qué tiene que ver Cas en todo esto?—Ya dicho esto arregla su voz. Parece ponerse nervioso.

— Ya deja de engañarte a ti mismo. Es obvio que entre ustedes...

— Ya basta, Sam. Ya te he dicho que los ángeles no pueden enamorarse.

— Pero Gabriel y yo...

— Gabriel es diferente, ha estado más tiempo con los humanos que cualquier otro de su especie. Y... punto final de la historia.

— ¿Qué tal si arreglamos esto a la antigüa?

— Bien. ¿Cuál es el trato?

— Ganas tú: te puedes quedar viendo todo el porno que quieras en la habitación del motel; Gano yo: llamas a Cas y se nos unen.

La propuesta de su hermano le atraía. Claro que quería descansar, pero necesitaban aclarar muchas cosas con respecto al caso que ni siquiera habían comenzado. También quería ver a su querido amigo con alas, ya que en verdad estaban demasiado ocupados, lo que los hacia distanciarse. El mayor asintió y ambos cazadores colocaron sus manos tras la espalda mientras se miraron fija y seriamente.

Cas is in love with youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora