- Hola... - dije muy tímida mientras me ponía roja.
Me sonrió y me preguntó por mi nombre.
- M-me llamo O-Olga. - dije agachando la cabeza.
- No muerdo, puedes mirarme.- Dijo Rubén mientras se reía.
En verdad me ha encantado Rubén, es muy majo, y como ya dije esta buenísimo.
Durante el resto del entrenamiento no me quito el ojo de encima, e incluso le pillé mirándome el culo (aunque yo también se lo miré a él).
Habíamos acabado de entrenar y justo cuando iba a torcer la esquina del pabellón para irme a mi casa..
- Olga, espera. - Dijo Rubén corriendo hacia mi.