Heartbreaker's Club

Capítulo 4

Narra Dylan (Se que me echaron de menos. No? Nadie? #BullyingForDylan)

Al fin llegó el sábado. La cita del otro día fué para celebrar nuestro primer beso, así que no me imagino lo que hará por los 3 años.
El año pasado me regaló junto a su madre un Mercedes-Benz SLR Roadster. Su madre me adora, creo que para ella soy como la hija que nunca tuvo. Pero las cosas cambian con el padre. Se cree que soy una caza fortunas.
Mark y yo quedamos a las 8 y eran las 4, si para arreglarme necesitaba 2 horas, tenía 2 horas libres... Así que...
-CHICAS!- Grité tan fuerte que a Brooke se le cayó el helado al suelo del susto que se dió.
-HIJA DE FRUTA! ME DEBES UN MALDITO HELADO! -
-JAJAJAJAJA. PRINGADA! -Me reí de ella. - VENGANZA POR LO DE LA MARATÓN DE BOB ESPONJA!
-Que quieres Dylan?- Dijo Adri.
- Tengo que ir al centro comercial a por algo que ponerme esta noche.
- Y....? - Dijo Brooke.
-Que se venis conmigo os guste o no. - Dije sonrriente.
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-¿Encuentras algo?- Le pregunté a Adri.
-Encontré este vestido azul marino pero no me combenze.
-A este paso llegaré tarde.
-OH MY GODNESSSS!! LO ENCONTRE PERRAS!- Gritó Brooke en la tienda. Resultado: Todo el mundo la miraba como si fuese deficiente metal. (A quien quiero engañar. Lo es)
-Oh dios Brooke es precioso!- Dijo Adri.
- Brooke me acabas de salvar el puto trasero. - Lo normal hubiese sido abrazarla, pero en ese momento todo el retraso del universo vino hacia mí y empecé a pegarle palmaditas suaves (Suaves tenían lo que Mark tiene de nerd) en el hombro.
Le arranqué el vestido de las manos y me fuí al probador.
Me encantaba.
Salí del probador con el precioso vestido dorado y Brooke y Adri no pararon de mirarme con cara de 'si la mato, me podría quedar con el vestido'.
-¿Qué tal?- Dije sonriente.
-Es precioso Dylan.- Dijo Adri.
-Si fuera un tio te daría duro contra el muro. - Dijo Brooke, siempre tan descarada.

Pagamos el vestido y nos volvimos a la residencia.
Me duché y me recogí el pelo en un moño que me hizo Adri.
Me puse unos tacones a juego y me maquillé.
Eran las 8:10 y me estaba empezando a preocupar.
Llamé 3 veces a Mark y en todas decía que estaba apagado o fuera de cobertura. Temía que le pasara algo.
Alomejor, sólo era parte de su sorpresa.
                          ***
Eran ya las nueve de la noche.
Las chicas no paraban de mirarme con cara de pena.
Estábamos en silencio, y se lo agradecía, porque en este momento era lo que más necesitaba.
Después de media hora y 500 llamadas más me levanté.
-¿Dónde vas?- Me preguntaron.
- A la casa de Mark, seguro que le ha pasado algo y yo aqui sentada cómo si nada. -Dije  convenciendome más a mi que a ellas que es lo que había pasado.
-Dylan, no creo que...- Fue lo único que llegué a escuchar, ya que salí por la puerta.

Mark vivía a unas cuantas manzanas de la universidad. Se tardavan unos 30 minutos en llegar pero decidí ir a pie porque cuando llegara a casa de Mark nos iríamos en su coche.

Cuándo llegué llamé al timbre.
...
Sin respuesta.
Por suerte me traje una copia de las llaves que me dieron en caso de emergencia.
Mientras subía la escalera me esperaba lo peor.
Alguien podría haber entrado a robar y haberle herido.
Podría haber tenido un accidente.
Mientras abría la puerta seguía imaginandome cosas que le podrían haber pasado.
Podria...
La imagen que vieron en ese momento mis ojos nunca la podría borrar de mi mente.
Lo primero que ví fue un polvo blanco encima de la mesa de la cocina y al lado un papel enrollado.
Lo siguiente...
Lo siguiente fue Mark teniendo sexo con... Con Steph.
Una niña que estuvo en mi clase desde los 3 años.
No me lo podía creer.
-MARK QUE HACES?! PORQUE ESTÁS HACIÉNDOME ESTO?! NO ME GUSTA ESTA PESADILLA!- Grité a punto de estallar en un mar de lágrimas.
Mark sólo se tapaba las orejas suplicando que me cayara.
Cerré la puerta, me quité los tacones y bajé las escaleras corriendo.
Corrí sin rumbo, llorando, no me importaba la lluvia, hasta que no pude más.
Me dejé caer en un callejón, dondé nadie pudiera verme.
Me abracé a mi misma.
Diciendome que ya mismo despertaría. Deseando de escuchar la dichosa alarma que me indicara que todo esto sólo fué producto de mi imaginación. Deseando que lo fuera...
Pasadas 3 horas perdí todas las esperanzas de que fuera una pesadilla. Era más que eso. Dolía. Y mucho.
A las 4 horas de estar sentada en el callejón llegaron Brooke y Adri y me llevaron a casa.
Ya no llovía. Dios había dejado de llorar como decía mi abuela. Pero creo que quedaba un buen tiempo para que eso ocurriera conmigo.
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-Dylan