Enredada vida

El comienzo

Ahí esta él ruido de nuevo. Él mismo ruido de cada mañana. cuando sera que dejaran de pelear? Si no se llevan bien porque insisten en seguir juntos? Son las 6 a.m , aun me queda una hora para prepararme para la escuela. Me quedare aquí.

Justo cuando me quedaba dormida entra mi madre como loca a mi cuarto. "Hija! Hija! Levantate, llegaras tarde a la escuela! Hija!!"
-"si mama ya te escuche, ya voy" borracha? Tan temprano? Desde que hora estará bebiendo? Bueno, no se , pero no tengo tiempo para preguntar, debo salir de esta casa lo mas pronto posible.

Bajo a desayunar ya lista para salir y veo él mismo desorden de la noche anterior. Ya se que me tocara hacer al llegar del trabajo, arreglar un poco esta cocina asquerosa. Busco mi cereal y él poco de leche que queda y lo hecho en un plato hondo. Debería comprar algunas cosas de comer camino a casa... Boom! Me levanto de prisa averiguar de donde vino él ruido, y hay tirado lo veo, Roger, mi padrastro, igual que borrachon como mi madre. " hola nena, no piensas venir a ayudarme o que?" La verdad, no lo tenia pensado, no quisiera ayudarte en nada. Pero sin embargo fui y lo ayude. "Buena chica, tal ves por eso te ganes un premio mas tarde" quita tus asquerosos dedos de mi rostro. No soporto a este hombre, la forma que me mira con esos ojos negros, mas negros que su alma. La forma en que su cabello carameloso cae en su frente. Como sonríe esa sonrisa malevola. No se porque mi mama lo prefirió a él si no hace nada bueno en esta casa. " oye nena, amaneciste muda hoy? No has dado los buenos días. Necesitas un castigo?"
-"buenos días Roger" cuanto lo odio.
-"así me gusta nena" una última mirada y salio de la cocina.

Termine mi cereal tranquilamente y partí hacia la escuela. Pasando calle tras calle admirando cada hoja que llevaba cada mata. Es hermosa la naturaleza. Cuando tropiezo con alguien y lo ultimo que veo es él piso. "Perdoname, perdoname, enserio venia distraído no me fije" esa mano blanca en frente de mi rostro esperando que la agarre. Lo reconozco a él. Él chico de los ojos cafés, cabello corto rubios, blanco como la nieve sin una sola marca. Se nota que lo tratan bien. Él chico que todas chicas se derretían por tener, él famoso Skayler Monterrey.