Monterrey.

52 5 0
                                    

Después de un corto rato puse su mano en la mía mientras me levantaba del suelo. Tiene las manos suaves como algodón, contrario a la mía, gruesa y seca. Lo miro directamente a los ojos y veo que es sincero, en verdad se siente mal por tumbarme. -Esta bien, no te preocupes. Sé que no lo hiciste a propósito. -Sonrío un poco, cosa que no suelo hacer, y veo como sus pálidas mejillas comienzan a tornarse de un color rojizo ¿Está avergonzado? Que extraño. Decido cambiar el tema.

-¿Vas para la escuela? Un muchacho tan pudiente como tú ¿va a la escuela a pie?- se ríe...

-La verdad no siempre, hoy decidí salir a caminar. Es agotador que las personas te persigan todo el tiempo. A veces solo quiero estar solo. ¿Estás en mi escuela?


-¿No lo notas? Tenemos el mismo uniforme.  -Debería dejar de ser tan fría, pensé y añadí a mi respuesta -Sí, estoy en él aula 130.  -¿Por qué estará mirándome tanto? Me pone algo nerviosa y nada suele intimidarme ¡Que tanto me observa!


-Yo estoy en el aula 1306, ¿Te importa si caminamos juntos? 

Woow. Él chico mas popular de la escuela quiere caminar con esta don nadie. Es un tipo extraño. Pero se hace tarde así que acepté - No me importa, está bien.

No dijimos mucho de camino a la escuela. Tal vez por no saber que decir, o no tener ganas de hablar el uno con el otro. Al llegar, él frena causando que yo frene también -¿Pasa algo? -le pregunté- aun me sigue observando como si fuera una criatura extraña traída de otro planeta.


-No, ¿te gustaría que te acompañe en este día?

 Ok, ahora si que este día está sumamente extraño. Nadie decide de un día para otro querer andar conmigo, la chica mas extraña de la secundaria y mucho menos alguien popular. Pero no le puedo negar nada. Así que respondo.

-Si eso quieres, esta bien. No me molesta la compañía.  -La verdad si un poco, pero no tiene que saberlo.

-¡Perfecto! -Sonrió y seguimos caminando...

Es la hora del recreo y como cada día, me siento sola jugando con mi almuerzo. Hoy nos toca sándwich de atún. Que delicia. Solo que es una delicia que no me gusta. Al minuto siento que alguien se sienta a mi lado, cuando me giro a ver de quien se trata, choco la mirada con esos ojos color miel, dulces a la vista y al paladar, siento como atraviesan mi piel. Skayler. Noté que no te agrada tu almuerzo, así que traje algo que tal vez si te pueda gustar. Me pasa una cantina. ¿Quién trae cantinas a la escuela?, Al abrirla veo que contiene una deliciosa hamburguesa con papas fritas, también me acerca una gaseosa ¡Mi favorito! ¿Como lo sabrá?


-Sí, e-es mi favorito ¿Cómo lo sabias? -Veo que también tiene una cantina para él, y comienza a comer.


-Confórmate con saber que sé muchas cosas de muchas personas.  -Sonríe y sigue comiendo.

 ¿Qué mas sabrá de mí ? Esta mañana ni siquiera sabia que estudiaba aquí. Pero tenia mucha hambre para preguntar, así que comencé a comer al igual que él.

Voy bajando las escaleras de la escuela, sola. ¿Donde estará Skayler? No lo he vuelto a ver. Como si me importara.. Pero, como planeado, ahí estaba, al cruzar la calle. Aún observándome, pero esta vez con sus amigos. ¿Qué estará planeando? Me sonríe y me dice adiós, eso creo o ¿me estará diciendo que me espere? no estoy segura. Freno de golpe. Ahora miro al suelo, admirando lo viejo que son mis zapatos escolares. Debería comprar otros. En par de segundos, como puesta en automático, comienzo a caminar de pronto.

¿Por qué siento vergüenza? Tal vez solo decía adiós y yo de tonta esperaba que camináramos juntos de nuevo. Cosas buenas solo pasan una vez. Siento una mano en mi hombro, de pronto volteo.

- No te llegué a decir que tienes los ojos mas hermosos que he visto. Azul. Tan claros que ni el cielo se compara. -ahora la que se sonroja soy yo. Como es que aparece de la nada, dejándome completamente muda.
- Gr-gracias... -Logré decir después de una larga pausa.


-De nada. Te acompaño a tu trabajo. -Sonríe y sigue caminando. 

Me pregunto si este chico ha estado acosándome, ¿como sabe que iré al  trabajo ahora?
-¿Cómo sabes que iré al trabajo? ¿Cómo sabias mi comida favorita? Comienzo a pensar que nos topamos y no fue por coincidencia, ¿Que pretendes?

Él  sonríe y responde....
-Eres inteligente. -No deja de caminar y tampoco me mira. Te he estado observando. Eres muy bonita y distinta. Tienes algo que me llama la atención. Investigué cosas sobre ti porque me interesas.
¿LE QUEEÉ ? No puedo interesarle a él, no sé ni como corresponderle. Sin darme cuenta ya estábamos en frente de el edificio donde trabajo.


-Este es mi número. Llámame o escribeme para guardar el tuyo. Espero verte mañana... Isabel.
-Me dio un dulce beso en la mejilla y se fue, dejándome congelada, atrapada en el tiempo.

Enredada vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora