- ¿Cómo que urgando en tus cosas? -pregunto apartandome rápidamente.
El suelta una risa leve y yo le miro con el ceño fruncido.
- Con que eres Anasthasia, ¿eh?
- Ana -le corrijo- odio Anasthasia.
- Lo que digas. Me llamo Jesús, tu compañero de habitación, encantado -dice dándome la mano y dandome un cordial saludo.
- Gracias.
Él es fuerte, tiene unos brazos marcados, abdominales como el anterior y es moreno. Sus ojos penetrantes a la vez que sonríe son una combinación perfecta.
- ¿Qué edad tienes? -me pregunta.
- Dieciocho -contesto- sí, soy nueva.
- Por suerte éste es mi segundo año de universidad, puedo ser tu guía si aceptas.
- Claro -sonrío- ¿qué estudias?
- Literatura inglesa -contesta- ¿tú?
- Administración y dirección de empresas.
- Buena elección -contesta- Y...¿ya te has socializado?
- Si, bueno, he conocido a dos compañeras. He quedado ésta tarde con ellas a si que no estaré por aquí.
- Genial, tenía que estudiar.
- Vale, nos vemos.
Salgo de la habitación para ir a comer. Llevo mi falda negra y mi camisa de encaje. Unas manoletinas, odio llevar tacones.
Entro a la cafetería y...¡dios! No conozco a nadie. Debe de haber aquí 200 personas. Encuentro una pequeña mesa libre y decido sentarme ahí con mi comida.
En ese momento se me acerca una chica rubia, muy guapa la verdad y perfectamente maquillada.
-¡Hola! Debes ser del primer grado ¿verdad? -asiento- me llamo Lauren, ¿y tú?
- Ana -contesto sonriendo.
-¡Ana! ¿Te vienes a comer con nosotros? -pregunta y señala una mesa llena de chicas y algunos tíos que dan mal rollo.